Universidad

31/7/2020

Estudiantes de la UNA por la defensa de la educación artística y la cultura

La Universidad de las Artes funciona con el presupuesto votado en 2018.

Presidenta del Centro de estudiantes de Artes del Movimiento

Foto: Ojo Obrero

En el contexto de la crisis desatada por la pandemia, la Universidad Nacional de las Artes supo desandar su propio derrotero en lo que respecta a la virtualización forzosa impuesta por la cuarentena.

El cuatrimestre se inició con la implementación del “Evaed” (entorno virtual de apoyo educativo), en el que se ofertaron materias de carácter teórico o teórico-práctico. Dicha plataforma, según las mismas autoridades, no implicaría una cursada, ya que es lo que su nombre indica: un apoyo. En los hechos, lamentablemente, no llegó ni a eso. Desorientación, acumulación de PDFs y desconcierto sobre las formas de evaluación, fue lo que marcó el tránsito de les estudiantes que, en gran parte, terminaron dejando las materias.

Fue por este motivo que, luego de varias reuniones y pronunciamientos en común, desde las representaciones de los distintos centros de estudiantes de la UNA (Artes del Movimiento, Folkore, Dramáticas, Visuales, Audiovisuales y Formación docente) llevamos adelante la iniciativa de convocar a un “encuentro interdepartamental de estudiantes” virtual que pusiera en discusión las problemáticas de la cursada, de cara a la segunda mitad del año y a cómo seguir organizándonos por nuestros reclamos.

El encuentro realizado el martes 14 de Julio contó con la participación de estudiantes de los departamentos mencionados tanto como de estudiantes de Artes Musicales y Sonoras y Artes Multimediales. Las agrupaciones estudiantiles de estos últimos departamentos no convocaron en ningún momento de la cuarentena una instancia de debate y organización, lo que pone de relieve la necesidad de que conformar un movimiento independiente de las autoridades que encauce y se movilice por las necesidades del estudiantado.

La apertura de la reunión se hizo con un informe de la situación de cada departamento, a cargo de un representante de su respectivo centro de estudiantes. En planos generales, las problemáticas y la situación del cuatrimestre ante la virtualización fueron las mismas: pocas respuestas de parte de las autoridades y aún menos inclusión del claustro estudiantil en las decisiones que nos afectan en la cursada.

Desde el Cedam (Artes del Movimiento), además, resaltamos una cuestión fundamental que atraviesa a toda la comunidad educativa: la falta de presupuesto. Esta situación, que precede a la pandemia, se ve agravada ante el ajuste del gobierno a nivel nacional (el país mismo funciona hoy en día con el presupuesto macrista del 2018, que ya entonces era insuficiente). Eso, que se tradujo históricamente en falta de horarios y comisiones para cursar, hoy se traduce en una plataforma virtual- sacada de la galera en tiempo récord- que hace las veces de blog sin llegar a atender las cuestiones básicas para sobrellevar el cuatrimestre. Ni mencionar que les docentes tienen que explotar sus propios recursos para poder dictar, como pueden, las materias, frente a estudiantes que intentan cursar como pueden -si es que pueden. Frente a esto, propusimos poner en pie una campaña por mayor presupuesto educativo para atender las necesidades de conectividad tanto de les estudiantes como de trabajadores docentes y no docentes. Sin presupuesto, no hay posibilidad de garantizar una universidad para todes.

Entendemos que la crisis social y económica en curso, en la que se fugan millones y millones para pagar la deuda externa, necesita de alternativas en beneficio de la clase trabajadora y no al revés. Por eso, además de plantear el cese del pago de la deuda, es necesario un impuesto a las grandes fortunas para que las crisis del sistema capitalista las paguen quienes las generan. Y que la recaudación de ese impuesto se ponga a disposición de las necesidades populares. Para eso, propusimos presentar en el Consejo Superior un proyecto de pedido al Ejecutivo de mayor presupuesto para la UNA y otro que apoye el tratamiento del proyecto de impuesto a las grandes fortunas presentado por el FIT-U en el Congreso. Este último fue votado en contra por la conducción del Ceavi (Artes Visuales), en manos de la camarilla altamirista, alegando que el proyecto “es una trampa”. ¿Cómo podría ser una trampa un proyecto que reclame gravar millonadas a las patronales en pos de que se destine el presupuesto que necesita nuestra Universidad, por ejemplo? Solo elles y el gobierno de Alberto Fernández, que no se digna a tratar el proyecto, saben.

Otro de los ejes que marcamos desde la UJS fue la necesidad de enlazar la lucha de les estudiantes al resto de la juventud que, además, debemos enfrentar una precarización laboral agudizada en los tiempos que corren. El sector artístico no es la excepción y así quedó expresado en las multitudinarias asambleas de artistas y trabajadores de la cultura llevadas a cabo por agrupaciones combativas como Actuemos, Trabajadores Audiovisuales Precarizades, el Ojo Obrero y Músicxs Organizadxs, que desde el comienzo de la cuarentena se organizan por las reivindicaciones de nuestro sector que se encuentra golpeado por la precarización laboral como nunca antes y, en los peores casos, al borde de la situación de hambre por no percibir ingresos.

Tampoco podía faltar el pedido de aparición con vida de Facundo Castro, un pibe cuyo último rastro es una foto siendo detenido por la policía bonaerense a fines de abril. Como estudiantes que salimos a la calle por la aparición con vida de Santiago Maldonado y el “fuera Bullrich”, contra el beneficio del 2×1 a genocidas y cada 24 de Marzo por la memoria, verdad y justicia, no podemos quedarnos de brazos cruzados ante la avanzada represiva estatal cuyo fin principal es disciplinar a los sectores populares que tienen que soportar la peor cara de la crisis económica y social. Vamos por un plenario nacional antirrepresivo que le haga frente a todos estos atropellos.

La independencia política del movimiento estudiantil y todos los sectores combativos es la única alternativa para garantizar la defensa de nuestros derechos.

Sigamos organizándonos por una educación artística gratuita y de calidad.

Becas de conectividad para todo estudiante que lo necesite.

Impuesto a las grandes fortunas y presupuesto para la educación.

Subsidio de $30.000 a artistas desocupades.

No al pago de la deuda externa usuraria y fraudulenta.