Universidad

9/10/2023

Filosofía UBA: ¿quiénes son los responsables del recorte de horarios?

Un balance, algunas conclusiones y una propuesta para defender Filo.

Secretaria General del Cefyl

Filosofía y Letras de la UBA

Durante todo agosto y septiembre la facultad estuvo verdaderamente convulsionada, principalmente por el proyecto de la gestión, que recortó un módulo de cursada. Corresponde poner sobre la mesa las principales conclusiones que nos deja hasta el momento este proceso de lucha.

Sin duda uno de los puntos que debemos destacar es que el activismo y la izquierda en unidad logró superar momentáneamente las trabas que impone la conducción del Cefyl (que se la juega a fondo por la desmovilización estudiantil). Logramos imponer asambleas del Cefyl donde decenas de estudiantes independientes tomaron la palabra, construimos una jornada de más de 10 clases públicas y corte de calle después de 4 años y movilizamos decenas de estudiantes al Consejo Directivo. Con toda esta fuerza, El Colectivo debió retroceder y reconocer que el recorte perjudicaba a les estudiantes. Tuvieron que apelar a todo tipo de maniobras para intentar zafar del repudio de los estudiantes que en las aulas y pasillos los encaraban insistentemente para que den explicaciones, o en los comentarios de sus publicaciones en redes sociales los denunciaban masivamente. Una de estas maniobras fue invadir una “asamblea interclaustros” con militantes de La Cámpora, Patria Grande y el Evita de casi todas las facultades de la UBA (medicina, exactas, económicas, derecho y sociales). Hasta llegamos a ver gente en ambo en Filosofía y Letras.

El carácter de esta maniobra es la incapacidad y la impotencia, todas las agrupaciones de El Colectivo vivieron un retroceso militante y político feroz, son una franca minoría y buscaron, por la vía de la imposición de un aparato, distorsionar la realidad política de la facultad. El Colectivo está en un callejón sin salida: por un lado atado a un gobierno en crisis, por lo que no tiene ninguna legitimidad para convocar a los estudiantes, por el otro atado a una gestión ajustadora, por lo que no puede desarrollar ninguna reivindicación que sea contrapuesta a los intereses de las autoridades.

Los ‘carguitos’ de El Colectivo no benefician a los estudiantes

En estas mismas páginas denunciamos que el salto en la integración política, a través del nombramiento de cargos, de la Mella y La Cámpora a la gestión de Manetti y Morgade, era sumamente perjudicial para lxs estudiantes. Tan solo unos meses después podemos comprobar esa tesis, el proyecto de recorte de horarios que deja a cientos de estudiantes afuera salió de la Secretaría Académica, de la cual su subsecretaría es la ex presidenta del Cefyl de La Cámpora. Se cae por completo el discurso de El Colectivo, que justificaba el nombramiento de cargos porque “mejor es que lo ocupen estudiantes”. Más bien se trata de ambición y carrerismo personal, el Colectivo quiere perpetuarse en el Cefyl para utilizarlo como trampolín a los carguitos en la UBA, como hacen en los ministerios, intendencias, etc.

Estamos hablando de una orientación política, el peronismo-kirchnerismo en la UBA se franjiza. El reformismo en la universidad hace décadas adoptó el rumbo de cooptación a través de cargos a las camarillas que dirigen la universidad, estableciendo centros de estudiantes de gestión (de recursos escasos) y servicios (que no funcionan). El bloque K busca apalancarse desde las pocas facultades que dirige (Exactas, Sociales y Filo) para disputar el poder y la caja de la UBA contra el reformismo, una pelea de camarillas ajeno a las necesidades docentes y estudiantiles.

Los intereses de las autoridades y los intereses de los estudiantes son contrapuestos

Sobre la base de la conclusión anterior podemos establecer otra: las autoridades y les estudiantes tenemos intereses contrapuestos, algo que se reflejó de manera muy clara en el proyecto de recorte de horarios.

En la primera sesión donde se trató el proyecto la Secretaría Académica de la facultad, se justificó el recorte bajo los argumentos del “desuso” de las franjas horarias y el “cambio en la composición social” de la facultad. Traducimos: en un cuadro de baja generalizada de la matrícula de Filosofía y Letras y un contexto económico regresivo, los laburantes, que en su mayoría utilizan las franjas horarias de la noche, abandonan la cursada. Las autoridades “progres” se hacen de los argumentos liberales de “oferta y demanda” para gestionar la facultad.

Es claro que los horarios de cursada en filo son un problema para lxs estudiantes, pero esto no se resuelve con un recorte y reacomodamiento de franjas a costa de que cientos queden afuera. Por el contrario, se debe reclamar el presupuesto para mayor apertura de comisiones y salario docente de manera que se amplíen los horarios de mayor requerimiento y el establecimiento de franjas mixtas, como proponemos en el proyecto presentado por parte de la UJS – Minoría Estudiantil en el Consejo Directivo.

Esto es perfectamente posible, sobre todo si se tiene en cuenta que este año se inauguró el nuevo edificio que amplía la cantidad de aulas pero que la gestión se niega a utilizarlas porque están dispuestas para posgrados, una de las grandes preocupaciones de la gestión que tiene la orientación de favorecer su matrícula. En la última sesión de Consejo Directivo se informó que existe la misma cantidad de inscriptos en carreras de grados que en posgrados, es un favorecimiento de la política de recursos propios para aumentar la caja de la gestión kirchnerista.

Les estudiantes tenemos que pujar por una orientación independiente y de lucha del Cefyl

Con todo, se coloca la centralidad del planteo histórico de la UJS: la independencia política de nuestras herramientas de organización gremial, porque solo de esa manera vamos a poder defender nuestra formación sin ataduras. También debemos rechazar a la ‘juventud funcionaria’ que, a costa de les estudiantes, llega a sentarse en los escritorios de los rectorados y decanatos para perpetuar el régimen de camarillas que gobierna la UBA.

Esta primera experiencia demuestra que en filo hay un gran reservorio de lucha, es una tarea crucial desarrollar a fondo estas tendencias combativas sobre la base de las preocupaciones genuinas de los trabajadores y la juventud. Para esto, tenemos que disputar nuestro centro de estudiantes. Hay que ejercer una enorme agitación política para arrancar una verdadera y genuina asamblea del CEFYL para arrancarle un plan de lucha a El Colectivo, con el voto masivo de los estudiantes agrupades e independientes, y plantear el desafío estratégico de recuperar el Cefyl, un primer paso para echar a los mulos de la gestión con la fuerza de les estudiantes y la izquierda.

En filo hay dos orientaciones contrapuestas: la de El Colectivo, apoyada solamente por las autoridades de la facultad, que pretende gestionar el ajuste y que los estudiantes y docentes paguemos la crisis quedándonos sin cursar, y la orientación de la izquierda y el activismo, decidida a poner en pie al movimiento estudiantil, a luchar por nuestras condiciones de cursada y a recuperar nuestra organización. Proponemos tomar este rumbo y llamamos a todes les estudiantes a sumarse a esta pelea.

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