Universidad
24/7/2023
La contrareforma universitaria de Morales
El vicepresidente de Larreta planteó una nueva reforma universitaria.
Gerardo Morales en un encuentro con la juventud radical en Pergamino.
El gobernador jujeño y candidato a vicepresidente por Juntos por el Cambio, Gerardo Morales, afirmó que se “necesita una segunda reforma universitaria” para tener “fuertes vínculos con el mundo del trabajo”, afirmando que era parte de la plataforma de quién encabeza su fórmula presidencial, Horacio Rodriguez Larreta.
¿De qué se trata la Reforma?
Morales no inventa nada nuevo: finalmente, sería trasladar a la Universidad lo que el actual jefe de gobierno porteño lleva adelante en la Ciudad de Buenos Aires. En estos ocho años al frente del gobierno de la Ciudad, Rodriguez Larreta encabezó el proyecto del cierre de los 29 institutos terciarios, para sustituirlo por la “Unicaba”, como así también de impulsar una reforma en el nivel secundario. Tanto en uno como en otro, Larreta y su ministra Acuña buscan “generar vínculos con el mundo del trabajo”, aunque fueron rechazadas tanto en uno como en otro sector, por su carácter degradante y precarizador.
La reforma que quieren impulsar en la universidad, no sería más que profundizar una orientación tomada por el conjunto de los gobiernos y las autoridades universitarias desde la década del ’90. Luego de fracasar en el intento de arancelar la universidad, el menemismo avanzó con la creación de la Coneau, organismo interventor de las carreras universitarias. A partir de una serie de requisitos para otorgarle validez, impulsa la quita de contenidos de carreras para avanzar en posgrados arancelados y convenios con distintas empresas. Además de significar una privatización y una desvalorización de hecho de los planes de estudios, la misma refuerza los vínculos de la universidad con el capital privado, teniendo cada vez mayor injerencia tanto en los planes de estudio, como a su vez impulsando pasantías.
Finalmente, lo que Morales y Larreta buscan es darle un carácter formal y más profundo a la propuesta que la Unesco viene impulsando desde hace años. En un cuadro de desmantelamiento productivo, la Argentina atraviesa un fenómeno contradictorio: tiene una mano de obra “sobrecalificada”. La salida del capital, no sería aprovecharla para desarrollar la capacidad productiva del país, sino que por el contrario, sería desvalorizar la mano de obra, a la par que busca colonizar nuevos negocios a través de lucrar mediante la educación, algo que ya está impulsando el gobierno nacional en las universidades nacionales
Necesitamos una universidad que tenga fuertes vínculos con el sector productivo y del trabajo. Por eso, con @horaciorlarreta estamos convencidos de que se necesita una segunda reforma universitaria, para que los alumnos ingresen al mundo laboral con experiencia y capacitados. De… pic.twitter.com/vSx435tYx6
— Gerardo Morales (@GerardoMorales) July 13, 2023
La autonomía universitaria
El momento en el que Morales decide avanzar con estas declaraciones, no es casual. El mismo viene de impulsar una reforma constitucional profundamente reaccionaria en Jujuy en la cuál, entre otras cosas, limita los piquetes y otras formas de protesta social, además de eliminar las elecciones de medio término. La reforma también permite la penetración de potencias extranjeras sobre nuestros recursos, y busca que esto pueda ser garantizado sin mayor obstáculo.
Como no podía ser de otra forma, esta se impuso a través de una militarización de la provincia y una represión brutal. La escalada represiva que lleva adelante el gobernador tuvo sucesos solamente comparables con la noche de los bastones largos, como la irrupción de la policía a la Universidad y la detención de un docente y un no docente por estar manifestándose, violando cualquier forma de autonomía universitaria.
Siguiendo con esta linea de acción, Morales se encuentra en pleno conflicto con la Universidad de Buenos Aires, amenazando con expropiar los predios que la UBA tiene en la provincia, por considerar que sus profesionales tienen un papel en la rebelión.
Estas conductas son premiadas por su espacio político, razón por la cual Larreta en el momento más candente del conflicto, lo designó su vicepresidente. Esto, con la intención de posicionarse como una alternativa mano dura que reprime la movilización de docentes y piqueteros. La represión, con torturas y denuncias de abuso incluidas, cacería a militantes y manifestantes, y persecución por parte de las fuerzas de seguridad, configuró un cuadro del tipo dictatorial para apaciguar la respuesta negativa con organización y lucha frente a los planes de ajuste que impulsa en la provincia.
El reformismo (Franja Morada -UCR) que históricamente se jacta de la épica democrática, utilizó tanto a la FUA como a la FUBA, no para movilizar en defensa del pueblo jujueño y la Universidad, sino para encubrir al gobernador, siendo claro cuál es la orientación de fondo que esconden.
Frente a la Mcdonalización de la UBA: pongamos en pie al movimiento estudiantil
A 105 años de la reforma universitaria, vemos como el reformismo avanza, no sólo en la privatización de los espacios públicos de las facultades, sino en un recorte de programas producto de la orientación más general que buscan imprimirle a la universidad. De fondo, la universidad como moneda de cambio para los capitalistas, y de forma, carreras de pregrado con conocimientos genéricos, para promover así los posgrados pagos. Una privatización encubierta de la universidad.
El método es la cooptación de los centros de estudiantes para planchar el movimiento estudiantil, un ejemplo claro fue las votaciones fraudulentas para que se vote cada dos años en las facultades, y que de esta forma sigan detentando la mayoría de los centros como garantes del ajuste en curso, mediante una reforma trucha del estatuto de la FUBA, aprobado mediante vallas y patotas. En el caso de la FUA, la Franja Morada realizó un congreso a espaldas de todos los estudiantes en el medio del mundial, evitando cualquier instancia de deliberación. La agrupación radical, comprometida a fondo con el binomio Larreta-Morales, convirtió a los centros federaciones en oficinas de funcionarios estudiantiles de las autoridades universitarias, siendo una parte fundamental de la agenda anti educativa, de la cual forma parte la contra reforma universitaria.
La defensa del carácter público de la educación debe ligarse a la lucha por su orientación social. El movimiento estudiantil debe retomar el camino de la organización, como lxs estudiantes en 1918 que, de la mano de los trabajadores, convocaron una huelga general y se plantaron por sus reivindicaciones. No solamente contra los intentos de contra reforma de los sectores capitalistas, sino para darle a la universidad otra orientación social. Como tarea de primer orden hay que recuperar los centros y federaciones para ponerlas al servicio de las luchas para que nadie se quede afuera de la universidad.
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