Universidad
24/7/2024
Sociales UBA: continuemos la lucha en defensa de la universidad
Un balance de la lucha estudiantil del último cuatrimestre. ¿Qué nos espera de cara a la segunda mitad del año?
Sociales.
Este 2024 se vio atravesado por un cuadro de profundo ataque a la educación pública por parte del gobierno de Milei y por grandes luchas en defensa de la educación pública. En el caso de la universidad, la brutal rebaja de los salarios docentes (y su precarización), el insuficiente presupuesto para mantener las universidades funcionando y el recorte en Ciencia y Tecnología, levantó a la comunidad educativa que estaba dispuesta a defender la universidad pública, gratuita y laica.
La magnitud del descontento de la población fue tal que desató una gran marcha federal universitaria el 23 de abril de la que participaron un amplio espectro político, agrupaciones estudiantiles y las mismas autoridades de las diversas facultades.
La lucha estudiantil en Sociales
En el caso de Sociales, el movimiento estudiantil no se ha quedado atrás. Desde la UJS hemos impulsado la campaña por una gran asamblea a principio de cuatrimestre, convocando para organizar la defensa de la universidad pública. Gracias a la gran presión de estudiantes, y pese a la resistencia de la conducción (UES-PJ), el 27 de marzo tuvo lugar la asamblea más numerosa en más de 5 años, que contó con la participación de más de 500 estudiantes.
En la propia asamblea, la UES mostró nuevamente hasta qué punto es un verdadero freno en la defensa de la universidad, demorando su inicio y buscando vaciarla de participación.
A pesar de ello, la asamblea votó un plan de lucha en unidad para visibilizar y difundir las problemáticas que atraviesan nuestra facultad y el conjunto de la UBA. Se han realizado semaforazos, cacerolazos, ruidazos dentro y fuera de la facultad junto a docentes y no docentes; además, junto a las gremiales docentes como AGD, hemos realizado jornadas de clases públicas masivas y radios abiertas impulsadas con fuerza por la comisión interna no docente. Todas estas medidas fueron fundamentales para colocar en un lugar central la problemática de la universidad: la falta de presupuesto y la lucha por el aumento del salario docente y no docente y por preparar la gran marcha educativa del 23A.
Impulsadas bajo un frente único, desde el primer día advertimos que debía constituirse un polo independiente de las autoridades para defender tanto los derechos de los estudiantes como los de los docentes y los no docentes. Ocurre que, a pesar de chocar circunstancialmente contra el gobierno, la gestión de Ana Arias fue una verdadera adelantada en aplicar el ajuste en la facultad, atacando las condiciones de trabajo de les no docentes o impulsando los cortes de luz promovidos por el rectorado. Como era de esperar, ni su pata estudiantil, (ni la 15, ni la UES, alineada al rectorado) denunciaron esta situación: finalmente, sus choques no se deben a cuestiones de orientación social de la universidad, sino a la disputa en su propio lugar por el esquema de negocios, cajas y cargos.
Un acuerdo a espalda de estudiantes y trabajadores
Luego de dos meses de ardua lucha dentro y fuera de nuestros espacios de estudio para enfrentar la ofensiva del gobierno contra las universidades, el Consejo Superior de la UBA, el rectorado y lxs decanxs acordaron con el gobierno y bajaron la emergencia presupuestaria. Se acordó un aumento de presupuesto del 270%, para gastos de funcionamiento (el 8% del presupuesto universitario); pretenden mantener la universidad abierta así.
Este paupérrimo aumento, que no mejora las condiciones de vida de docentes y no docentes, formó parte de un acuerdo entre radicales y el gobierno nacional por los votos a la Ley Bases.
Nosotros advertimos que se trató de un aumento de presupuesto que no garantiza aumentos de salarios, los cuales representan el 92% del presupuesto de la universidad. Entonces, ¿de qué nos sirve una universidad abierta si no cuenta con estudiantes que cursen ni docentes que den las clases?
Mientras la gestión administraba el ajuste de Milei cortando la luz en los espacios comunes y negando el acceso a los ascensores, los y las docentes y no docentes se volcaron de lleno a desenvolver un plan de lucha en defensa del salario y condiciones de trabajo dignas. También hubo grandes actividades entre investigadores, docentes y estudiantes en defensa de Ciencia y Tecnología y exigiendo más presupuesto.
El OrgulloUBA, que incluye a todes y permite el ascenso social, que tanto dijeron defender las autoridades radicales y peronista fue solo parte de un discurso de cartón para ocultar que su fin primordial fue garantizar sus negociados y cajas. Es por eso que una vez que tenían llenos los bolsillos, el ajuste que atravesaba la educación pública dejó de ser un problema. No importó la sobreexplotación de les docentes para intentar llegar a fin de mes, las autoridades ya habían conseguido lo suyo.
De tal palo, tal astilla
Puesta en marcha la administración del ajuste por parte de las autoridades, no es menor el rol de las agrupaciones estudiantiles que acompañan a las autoridades: UES-rectorado y La 15-decanato (Mella, Cámpora, Emergente, El Mate). Estas contribuyeron a planchar la lucha estudiantil. Dejaron de denunciar el recorte salarial contra los docentes y no docentes, dejaron de impulsar la defensa de la ciencia, la tecnología y la inclusión, convirtiendo el naciente espacio de organización estudiantil en un espacio de disputa por sus propios intereses.
La UES desconoció la resolución de la asamblea del 23/4 y decidió no convocar a una segunda asamblea. Por esto, numerosos estudiantes buscaron generar instancias autoconvocadas en defensa de la universidad pública.
Así es como ante la ausencia de asambleas del CECSo, les estudiantes independientes se organizaron en asambleas autoconvocadxs y se votó un plan de lucha con acciones concretas. Aunque muy progresivo, desde el primer día advertimos que este espacio no debía renunciar a buscar ser un factor de presión hacia el CECSo, nuestra herramienta gremial, para lograr una mayor masificación y evitar el aislamiento relativo al que la UES llevó al espacio.
Dentro de estos diversos reagrupamientos se destaca la Comisión de Estudiantes Migrantes “Migrantes En Lucha”, una comisión interfacultativa para debatir y organizar acciones concretas para enfrentar los discursos xenófobos del gobierno nacional para privatizar y cerrar la universidad pública; Milei decía que mediante el arancelamiento a estudiantes migrantes la universidad se podía mantener en pie. Lejos de aceptar estos discursos, alertamos que una avanzada en el arancelamiento a los migrantes era solo el primer paso para impulsar una privatización y un arancelamiento contra todos los estudiantes.
Si Milei se cae, la universidad no cierra: preparemos una segunda marcha educativa
Las ofensivas de este gobierno no paran. La aprobación de la Ley Bases demostró no solo el intento del gobierno de destruir las condiciones laborales del conjunto de los trabajadores, sino también el rol colaboracionista de la oposición que le garantiza la gobernabilidad.
Algo similar ocurre en nuestra facultad. La 15 y la UES integran tanto la gestión como el rectorado, sectores que se dedican a garantizar sus cajas y no luchan en defensa de la universidad.
Circunscriben su acción a ser un centro de estudiantes de servicios y estatizado y a desmovilizar al conjunto del estudiantado que salió con tanta fuerza el 23 de abril a defender la universidad pública.
Mientras tanto, la emergencia salarial docente se agrava cada día más. Si nuestrxs docentes y no docentes no tienen un salario digno para vivir, no hay condiciones para cursar. Hay que luchar por el salario, por el presupuesto para las humanidades y las ciencias sociales.
Debemos redoblar la organización y la lucha. Hay que poner en pie al movimiento estudiantil y unirlo con los docentes que salen a pelear por sus reivindicaciones.
La lucha por la defensa de la educación pública no debe quedar aislada de las luchas de otros sectores que pelean en defensa del trabajo, de las luchas de trabajadores estatales para impedir los despidos, de la defensa de la cultura, o de la lucha contra la represión, que se ve en la persecución a las organizaciones sociales que pelean contra el hambre en las barriadas populares y en la existencia de presos por manifestarse.
Poner en pie al movimiento estudiantil, y unirlo al movimiento obrero con la perspectiva en ir hacia una gran huelga general para derrotar a Milei, es el camino. Para esto, desde la UJS impulsaremos una gran campaña por una nueva marcha educativa que vuelva a poner en pie a todo el movimiento estudiantil en defensa de la universidad.
Este año habrá elecciones de centro y consejo y se inscribirán en este cuadro. Hacemos un llamado a todes les estudiantes que quieran luchar contra el gobierno, que quieran organizarse de manera independiente (sin ataduras a las autoridades y a los gobiernos) y pelear por una universidad que defienda los intereses populares, a poner en pie listas únicas de la izquierda y el activismo.