Universidad

16/8/2022

Sociales: ¿Universidad al servicio del FMI o las necesidades populares?

UJS- Partido Obrero + independientes- Sociales

El nuevo inicio de clases en Sociales nos encuentra con la profundización de la crisis. Desde el final del primer cuatrimestre, hemos pasado por tres ministros de economía distintos (Guzmán, Batakis y Massa), cuya orientación es la misma: avanzar hacia un fuerte ajuste para garantizar el acuerdo con el FMI.

Ajuste y persecusión: ¿qué orientación social tiene que tener la universidad?

La asunción de Massa como “super ministro” no solo significa una profundización del ataque a la universidad desde el aspecto presupuestario. Sobre este punto, su antecesora Batakis llevó adelante su sub-ejecución, recortando los fondos universitarios en alrededor de $60 mil millones. Mediante su anuncio de acuerdos con universidades nacionales para “auditar” planes sociales acentúa la ligazón de nuestras casas de estudio con la clase capitalista. En nuestra facultad, en la que justamente estudiamos ciencias sociales, este ataque no puede pasar desapercibido ¿realmente queremos brindar los conocimientos que adquirimos en la universidad al servicio de los explotadores para recortar el ingreso a los sectores más oprimidos? Desde la UJS planteamos exactamente lo contrario: nuestros conocimientos tienen que estar puestos al servicio de la satisfacción de las necesidades populares.

Si todavía se ha defendido el carácter público de la universidad ha sido a partir de la enorme pelea que hemos dado estudiantes, docentes y todes les trabajadores de este país. Sin embargo, esto no quita que la clase capitalista siga imprimiendo su propia orientación social. La defensa de la universidad, entonces, no está dada sólo de la mano de la defensa del presupuesto, las condiciones de cursada, su gratuidad o el salario docente, sino mediante la lucha abierta por su orientación social y que función social tiene nuestro conocimiento. Les estudiantes universitarios, debemos no solo rechazar el anuncio de Massa, sino que debemos reforzar la ligazón de nuestras carreras a los intereses de las mayorías populares, no solo desde los planes de estudio, sino involucrándose de manera directa con las luchas concretas de todes les explotades, unificando la lucha del movimiento estudiantil con la del movimiento piquetero y todes les trabajadores.

¿Integración al estado o independencia política?

Al igual que la discusión sobre la orientación social sobre la universidad, nuestra facultad atraviesa otro debate trascendental: ¿les estudiantes debemos integrarnos al estado para pelear desde adentro o debemos defender nuestra independencia política frente a él? La posición de la conducción actual de nuestro centro de estudiantes, la UES, es la misma desde su fundación: un alineamiento total con gobiernos y autoridades universitarias de distintos colores políticos, lo que la lleva a un fenómeno tan contradictorio como es el de integrar el gobierno nacional del Frente de Todos y acompañar el bloque del rector Gelpi y la Federación Universitaria de Buenos Aires junto con la UCR (Alternativa Académica/Nuevo Espacio/Franja Morada) y el PRO.

Por el lado de La 15, tampoco cambió la posición de agrupaciones como La Cámpora, integradas desde su fundación al estado y distintas camarillas universitarias. Sin embargo, aunque no puede decirse que sea del todo novedoso, es necesario señalar un salto en calidad en La Mella, pasando a integrar como funcionarios la gestión de las facultad de Ciencias Exactas, Filosofía y Letras y Sociales, ocupando en la subsecretaría de Bienestar Estudiantil.

De esa manera, quienes se originaron como una corriente independiente y de lucha del movimiento estudiantil terminan “del otro lado del mostrador”. Habiendo integrado ya la gestión de Carolina Mera, puede hacerse el balance de que lejos de haber sido un factor “de lucha desde adentro”, la integración de la 15 a la gestión de la facultad la ha convertido en una administradora del ajuste, haciendo un total silencio sobre los recortes presupuestarios o los anuncios del ministro Massa.

En este marco, se refuerza la necesidad que les estudiantes tenemos de luchar contra un estado que ajusta en beneficio de la clase capitalista. Para esto, no se puede “estar de los dos lados del mostrador”.

Dicho de otro modo: o se está del lado de les docentes que luchan por su salario, o se está del lado de los funcionarios y el gobierno. Desde la UJS, nos paramos del lado de los primeros.

Arias: una continuidad de Mera

Cómo ya explicamos previamente, Ana Arias viene del mismo bloque que la decana saliente, Carolina Mera.

Al igual que su antecesora, forma parte del gobierno nacional, lo que la hecho hacer silencio frente a la sub ejecución del presupuesto, a pesar de que sociales viene sufriendo un fuerte ahogo presupuestario, o los anuncios de Massa en torno a las auditorías. Ocurre que a pesar de las internas del Frente de Todos, sobre este punto no hay grietas: el ataque al movimiento piquetero va desde “el traidor” Massa, el presidente Fernández y CFK, quienes exigen la vuelta al control de los punteros de los municipios y provincias.

En ese sentido, un apoyo político o cualquier expectativa sobre su gestión no es más que una traba para que les estudiantes defendamos nuestro derecho a estudiar.

Por un movimiento popular con banderas socialistas: vamos al Congreso de la UJS

Desde la UJS hacemos un llamado claro: la defensa de la educación pública está necesariamente ligada a una lucha contra el estado y los capitalistas, junto con el movimiento piquetero y el movimiento obrero, en la que la integración al Estado no solo no es un atajo sino que es la principal traba que tenemos les estudiantes, con herramientas gremiales adaptadas a intereses totalmente ajenos a los nuestros.

Nuestro congreso, a realizarse el 10 de septiembre junto con jóvenes de todo el país tiene un principal objetivo: la puesta en pie de una juventud que lucha con las clases explotadas de este país, en un cuadro de crecimiento de la pobreza y la miseria, es una tarea de primer orden. La crisis del Peronismo, en la que la juventud depositó sus esperanzas en 2019, nos deja la oportunidad de hacer un balance y sacar la conclusión que nuestra corriente tiene desde su fundación hace casi 50 años: la juventud que lucha es la que lucha por el socialismo.