Del 4 al 6 de agosto se realizará el juicio oral contra los dirigentes estudiantiles de Ciencias Sociales de la UBA Sergio Salgado, militante de la UJS, y Martín Ogando, de Praxis. La fecha elegida, en medio de las vacaciones de invierno, tiene la clara finalidad de evitar la movilización estudiantil.

A los compañeros se los juzgará por hechos ocurridos hace cinco años (en octubre del ‘99). Sucedieron en medio de las elecciones estudiantiles de la Facultad de Ciencias Sociales, que Franja Morada y el Frepaso habían “armado” con el decano de la facultad. La gran mayoría de las agrupaciones de la facultad y el propio movimiento estudiantil resolvió en una asamblea masiva detener el fraude de la Alianza y dar lugar a elecciones limpias y controladas por el Centro de Estudiantes.

Sergio Salgado y Martín Ogando participaron de esta lucha. Hoy, la Alianza y los partidos que la integraban han desaparecido de la facultad, y las agrupaciones que integran Salgado y Ogando han ganado la Presidencia del Centro de Estudiantes, en el frente Oktubre.

La carátula de la causa contra los compañeros permite una condena de seis años de prisión. Esto por ser parte del movimiento estudiantil que terminó con la Franja Morada, sus robos y sus fraudes patrióticos.

La actuación judicial ha sido claramente tendenciosa, pues los testigos contra Salgado y Ogando provienen todos de la administración que quería llevar adelante las elecciones fraudulentas. Los jueces han rechazado testigos propuestos por la defensa y habilitado que los que declararon en sede administrativa contra los compañeros sean exceptuados de volver a declarar en el juicio oral.

Los centros de estudiantes de la UBA, la Fuba, la FUA, las organizaciones sindicales de docentes universitarios (AGD), el actual decano de la Facultad de Sociales y muchísimas personalidades ya se han pronunciado contra esta persecución política. Varios testigos de fe, como Pérez Esquivel, ya se han comprometido a declarar en el juicio. Llamamos a todas las organizaciones a pronunciarse y a preparar una gran movilización sobre el juzgado para reclamar la absolución.