Triste récord de Bullrich: en el año van 1.231 heridos y 132 detenidos en represiones

Refuerzan la embestida contra las manifestaciones populares, pero la lucha crece.

Policía represora.

Según un informe de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), en cinco meses las fuerzas represivas del gobierno de Milei hirieron y detuvieron más manifestantes que durante todo el 2024. Esto, en un cuadro de reforzamiento de las instituciones represoras del Estado, una política que replican a su modo los gobernadores. Los libertarios buscan ir hacia un régimen totalitario en el que las libertades democráticas y políticas queden reducidas a su mínima expresión. Pero aunque sostengan que “terminaron con los piquetes”, las luchas siguen abriéndose paso; incluso puebladas como las que encabezaron los docentes catamarqueños o los trabajadores fueguinos de la UOM.

Entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024, 1.216 manifestantes fueron lastimados y tuvieron que ser asistidos por médicos, y 98 fueron detenidos. En lo que va del 2025, la cifra de heridos ascendió a 1.231 y la de detenidos a 132. El gobierno rompió el récord reprimiendo literalmente todas las manifestaciones que impulsan los jubilados en Congreso todos los miércoles en reclamo de haberes que empaten la canasta de la tercera edad, el acceso a medicamentos y la continuidad de la moratoria previsional. El episodio represivo más brutal tuvo lugar el 12 de marzo, en el marco de una jornada de lucha en la cual la policía detuvo 114 personas e hirió a centenares.

Las fuerzas de Bullrich dispararon a la cabeza del fotoperiodista Pablo Grillo, que continúa hospitalizado; dejaron ciego de un ojo a Jonathan Navarro, uno de los hinchas que salieron a bancar a los adultos mayores; y le produjeron una herida en la cabeza a Beatriz Blanco, una jubilada. Los periodistas se convirtieron en uno de los blancos favoritos del gobierno represor; a los balazos y palazos se suman los intentos de censura y la convocatoria a violentarlos que Milei hace a la población.

El gobierno acaba de otorgarle a la Side nuevas potestades para perseguir luchadores, opositores y críticos del régimen. El periodista Hugo Alconada Mon está sufriendo una grave persecución por haber hecho públicos los planes de Milei y su séquito en materia de espionaje. También eliminó virtualmente el derecho a huelga a través de un decreto. Aumentó fuertemente el presupuesto destinado a la policía. Y ni bien asumió lanzó un protocolo antipiquetes que restringe duramente el derecho constitucional a la protesta social. La persecución que sufren las organizaciones piqueteras, en particular el Polo Obrero, es otra manifestación de esta política. Para regimentar y disciplinar a la población, el gobierno cuenta con la complicidad de la Justicia y de los medios de comunicación adictos.

Los libertarios se ufanan de haber “terminado con los piquetes”, lo que no se condice con la realidad. A pesar del creciente clima represivo, afloran las protestas. Los jubilados no bajan las banderas, los obreros de Morvillo siguen ocupando la fábrica, los choferes fueron a la huelga rebelándose contra la burocracia propatronal de la UTA, el Sutna pelea contra los despidos y la flexibilización laboral, los docentes universitarios luchan por aumentos salariales y junto a los estudiantes tienen el desafío de ir hacia una tercera marcha federal, los docentes de Buenos Aires le hicieron frente al ajustador Kicillof que aplica la esencialidad educativa descontando los días de paro, y provincias como Catamarca y Tierra del Fuego vienen de ser sacudidas por poderosas rebeliones y puebladas –una impulsada por la docencia en el primer caso y otra por los trabajadores de la UOM en el segundo.

La ofensiva represora del gobierno contra las manifestaciones es el reflejo de su intento por establecer un régimen totalitario con rasgos dictatoriales. Es la expresión en nuestro país de una tendencia internacional (Orbán en Hungría, Erdogan en Turquía, Meloni en Italia, Trump en Estados Unidos, etc.) que representa la tentativa de un capitalismo en crisis por modificar la relación de fuerzas entre las clases y recomponer la tasa de ganancia sobre la base de una mayor explotación de los trabajadores (con reformas laborales y previsionales, la liquidación de los sistemas públicos de salud y educación, el reforzamiento del carácter regresivo del sistema tributario).

El pueblo argentino enfrentó al gobierno ultrarrepresivo de Irigoyen, a las dictaduras de la Década Infame, a los milicos de la Fusiladora, al peronismo de la militarización de los ferrocarriles y el terrorismo de la Triple A, a milicos como Onganía y Videla, y a los gobiernos represores y ajustadores de la vuelta de la “democracia”. Tiene experiencia en enfrentar déspotas y lacayos del capital y del imperialismo. Los trabajadores debemos retomar lo mejor de nuestra tradición de lucha, imponer con la huelga general todas nuestras reivindicaciones y echar a Milei.

La ofensiva de Milei contra los trabajadores
Editorial de Gabriel Solano en 14 Toneladas T2 E16. -
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