Los actos que el Partido Obrero realizará el 14 de noviembre en todo el país tendrán en su agenda la denuncia de la crisis ambiental que atravesamos.

El acto central en Plaza de Mayo lo cerrará Romina Del Plá, diputada impulsora del proyecto de emergencia para frenar los desmontes en todo el país y del proyecto de ley de humedales del Frente de Izquierda, que se caracteriza por el control de las organizaciones populares, de trabajadores y socioambientales del control sobre las actividades permitidas en los humedales y el presupuesto destinado a su cuidado.

En Córdoba, el cierre estará a cargo de Soledad Díaz, legisladora que viene impulsando el proyecto de prohibición de cambios de uso del suelo bajo control, también, de las asambleas organizaciones populares. En Salta hablará Pablo López, quien ha sido, con el Partido Obrero de Salta, uno de los más tenaces defensores de los bosques nativos de la provincia (y del país desde su banca en el Congreso) contra la entrega depredatoria del régimen de todos los gobernadores: Romero, Olmedo, Urtubey y ahora Sáenz.

El planteo central del acto del Partido Obrero es “Abajo el régimen del hambre y el saqueo de los que gobernaron las últimas décadas”. Entre este planteo y la agenda ambiental hay una conexión muy estrecha. Es que la crisis ambiental es un resultado de una determinada orientación social: en función del pago de la deuda y de la necesidad de “aumentar las exportaciones”, el gobierno impulsa la megaminería, el acuerdo con China de industrialización porcina, el trigo HB4, y tolera los desmontes y las quemas que expanden la frontera agrícola.

Frente a todo este panorama, se vienen llevando adelante movilizaciones en toda la Argentina. Desde las puebladas en Mendoza contra la ley cianuro, hasta las movilizaciones en Córdoba y Rosario contra las quemas, y en todo el país contra el acuerdo porcino con China. Este 9 de noviembre, el movimiento ambiental volverá a ganar las calles y plazas con la consigna 911, emergencia socioambiental. Tribuna Ambiental participará de esta movilización denunciando al régimen de los depredadores ambientales, que gobierna sin distinción de signos políticos en todo el país.

Para imponer un cambio de rumbo y abrir paso a una transición que revierta la actual crisis ambiental hace falta un cambio de régimen. ¿O cómo reorganizar la producción agraria, sin agrotóxicos ni desmontes, y de forma sustentable, sin nacionalizar la tierra y el comercio exterior? Pero para eso hace falta terminar con los gobiernos que respaldan los negociados del capital agrario, que recordemos vivió su primavera sojera bajo los gobiernos de los Kirchner, ni hablar del respaldo sin fisuras de Macri.

¿O cómo abrir paso a una transición en favor de las energías no contaminantes sin terminar con el poder de las petroleras? Pero para avanzar en este sentido es necesario quebrar el poder de sus gobiernos y su Estado, que en el caso de los Sapag en Neuquén, los Arcioni en Chubut y los Kirchner en Santa Cruz es una política de Estado. Y ni hablar de los gobiernos promineros como Uñac y Gioja en San Juan, que viene “bancando” la explotación de la Barrick Gold en Veladero, envenenando todos los cursos de agua y destruyendo impunemente los glaciares cordilleranos sin que sea cuestionado ni siquiera luego de la ratificación de la Ley de Glaciares por la Corte Suprema.

Por eso, un programa de transformación de fondo para terminar con la crisis ambiental requiere un cambio de régimen social. Este cambio pasa fundamentalmente por establecer el control de los trabajadores de la producción en todos los niveles, para que las decisiones sean tomadas democráticamente por las mayorías y no en función de la ganancia capitalista por unos pocos. El acto del Partido Obrero va a copar la Plaza de Mayo, y plazas en todo el país, con este programa de transformación social.

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