El estudio realizado a nivel mundial por la organización Global Footprint Network, denominado como “Día del Exceso de la Tierra”, analiza el momento en que cada país agota los recursos naturales que puede usar en un año, sin provocar un daño irreversible en los ecosistemas. Entrar en “default” implica que, habiendo agotado los recursos disponibles para este año, se empiezan a utilizar los del próximo, agravando la crisis climática y dejando un pasivo ambiental enorme. Según el estudio, se utiliza anualmente un 75% más de recursos de lo que los ecosistemas de nuestro planeta pueden regenerar en un año.

Argentina no es el único caso, gran parte del mundo ya los agotó. Estados Unidos, los países de la Unión Europea, Australia, Rusia y China los agotaron entre marzo y abril. La mayoría de los países de Latinoamérica lo harán entre junio y septiembre. Es decir que, a nivel mundial, los gobiernos y las empresas nacionales y multinacionales avanzan en la depredación del ambiente.

A escala mundial se deforestan 10 millones de hectáreas de bosques por año. El Gran Chaco se encuentra entre los 24 lugares donde más se deforesta. La sanción de la Ley de Bosques Nativos en nuestro país no modificó nada esta situación, ya que de hecho se perdieron 3.500.000 hectáreas de bosques nativos desde que comenzó a regir en 2007 a la actualidad.

Por otro lado, el gobierno de Alberto Fernández avanza en su política extractivista con el principal objetivo de juntar los dólares necesarios para el pago de la deuda al FMI. La Mesa Minera armada para darle licencia social a los distintos emprendimientos y la entrega del Mar Argentino a las petroleras son un ejemplo de esta orientación de saqueo y entrega de nuestros recursos a empresas multinacionales contaminantes.

Organicémonos contra la depredación capitalista del ambiente

El Ministro de Ambiente, Juan Cabandié, dice que “Argentina no es de los principales consumidores de recursos ni contaminadores a nivel global”, lo cual como se dice es un consuelo de tontos. Encubre en realidad que gran parte del saqueo y la contaminación en nuestro país está en manos de grandes multinacionales, un régimen colonial que solo nos deja pobreza y los pasivos ambientales. El compromiso del ministro y su gobierno es con las petroleras, mineras y el agronegocio, y que su orientación está sometida a la voluntad del capital financiero internacional y especialmente las metas del FMI.

Por eso, para defender el ambiente es necesario organizarnos de manera independiente a los Estados capitalistas, responsables de la crisis climática. Las experiencias de lucha de Chubut, Andalgalá y Mendoza contra la megaminería, el Atlanticazo contra la exploración petrolera off shore, y de los pueblos fumigados contra los agronegocios, son un punto de apoyo para desarrollar esta perspectiva junto a lxs trabajadores y jóvenes de todo el país. Contra el hambre y la depredación ambiental capitalista, construyamos un gran movimiento popular con banderas socialistas, que pelee por una reorganización económica al servicio de las necesidades sociales y el cuidado de la naturaleza.

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