Acaba de publicarse “Entre eje y fundiciones” de José Barraza (h) que trata sobre las condiciones de la clase obrera argentina en la industria automotriz. El libro tiene como objetivo analizar de manera integral a la industria metalmecánica a partir de dos campos diferenciados: por un lado, los capitalistas, sus gobiernos y sus partidos políticos, como así también la burocracia sindical, como correa de transmisión de los intereses patronales en los establecimientos fabriles. Y, por el otro, los trabajadores organizándose para enfrentar la política capitalista al interior de las fábricas.

Crisis Mundial

El libro parte de una doble premisa. La primera es que, para comprender y analizar a la industria automotriz no puede pasar desapercibida la actual etapa de declinación capitalista, cuyo resultado es la crisis crónica de sobreproducción que atraviesa al conjunto de la industria y su ligazón con el capital financiero.

La segunda es el fracaso de la apertura de China, India y el Este Europeo para contrarrestar la tendencia a la caída decreciente de la tasa de ganancia. En este cuadro de bancarrota capitalista, el autor sostiene que los representantes de las terminales automotrices, junto a las cámaras empresariales de varios países latinoamericanos, son los que vienen reclamando un “cambio de frente” en la forma de gobernar y cuyo objeto es aplicar un ajuste sobre la clase obrera a partir de una mayor flexibilización laboral y un ataque a su organización independiente.

Industria Parasitaria

Debe destacarse la oportunidad del presente libro en un cuadro de aguda recesión que arrastra más de ocho años. La industria automotriz argentina es una maquiladora cuya actividad es el ensamblaje de piezas, con una brutal exacción fiscal y el incremento de la superexplotación del trabajo a partir de la tercerización, “el talón de Aquiles” de la industria metalmecánica.

El convenio Fiat-Smata en el año 1997 y, actualmente, el de Nissan-Smata, consumó los procesos de tercerización, plurifuncionalidad, desguace de los procesos productivos, etc. que Barraza describe en este libro.  Nada de esto sin embargo impidió que la industria entrara en nuevas y más profundas crisis con su tendal de despidos y suspensiones, como está ocurriendo en Ford y Volkswagen.

Clasismo

El libro aborda las vicisitudes del desarrollo de las tendencias clasistas como expresión organizada y sobre la base de la lucha no sólo contra la patronal y la burocracia sindical, sino por la independencia política de los trabajadores. Barraza aborda los diferentes lineamientos y las luchas decisivas desarrolladas por los obreros automotrices, en conjunto con sus debates y estrategias.

Coloca sobre el tapete que los principales avances en materia de organización y conciencia en la clase obrera argentina en los últimos 50 años ha sido fruto de la estrategia del “frente único” contra el Estado, la burocracia sindical y la patronal, en oposición a las reyertas faccionales y todo armado ajeno a los intereses de los trabajadores y funcionales a fracciones de la burguesía nacional. Este capítulo no debe abordarse simplemente como un relato histórico, sino como una reflexión frente el actual proceso político en curso.

Dilema

El libro de Barraza plantea una serie de interrogantes a la hora de intervenir en la “actual transición histórica que atraviesa la Argentina” tales como: ¿puede intervenir la clase obrera con una perspectiva de victoria con sindicatos dominados  por la burocracia?, ¿puede mantenerse (la clase obrera) como columna vertebral del país? Como bien dice Eduardo Salas en su prólogo “por eso la tarea impostergable sigue siendo la construcción de un partido revolucionario que lleve a la clase obrera al poder. Miles militamos por ello en la Argentina y en el mundo. El libro de José Barraza es un aporte a esa tarea”.