El paro convocado por el IATSE (sigla en ingés de la Alianza Internacional de Empleados de Escenarios Teatrales, Técnicos de Películas en Movimiento, Artistas y Oficios Afines de los Estados Unidos) ha concentrado la atención y simpatía en el gremio audiovisual de la industria de Hollywood, sensación que ha contagiado a lxs trabajadores audiovisuales a lo largo y ancho del mundo.

El paro de lxs técnicxs de Hollywood, un acontecimiento histórico, no es otra cosa que el resultado de las condiciones agobiantes que padecemos quienes trabajamos en cine y series de TV. Como informa LA Times (31/8): “El regreso de Hollywood a la producción, después de que los cierres inducidos por la pandemia causaran miles de pérdidas de empleos, fue bien recibido por muchos en la industria. Pero la lucha por recuperar el tiempo perdido, combinada con la creciente demanda de contenido de las nuevas plataformas de transmisión está afectando a los equipos. Los trabajadores rasos ejercen tareas durante cada vez más horas, con la presión adicional de compensar las demoras causadas por los brotes de Covid-19”.

La reacción internacional positiva que recogió entre lxs trabajadores audiovisuales este llamado al paro en el corazón de la industria demuestra que “en todos lados se cuecen habas”. Las condiciones agobiantes de trabajo -al límite de haberle costado la vida a trabajadores luego de jornadas de 19 horas seguidas- que relatan lxs técnicxs de Hollywood son exactamente las mismas que padecemos quienes trabajamos aquí en la Argentina en el mismo tipo de producciones.

El saldo que dejó la pandemia fue un gremio famélico, una creciente demanda de los nuevos suscriptores a escala planetaria con pantallas que transmiten contenidos las 24 horas del día, y una “mercancía” que hay que reponer rápidamente en las “góndolas” -pantallas de TV- para que pueda satisfacer esa intensa demanda. Es una alineación astral para los capitalistas del sector, que ven la oportunidad histórica de amasar ganancias extraordinarias.

Ritmos intensísimos de producción, precarización y salarios magros para trabajadores hambreados después de estar mucho tiempo parados. La cámara patronal –AMPTP– que nuclea a los gigantes de las OTTs –empresas de streaming- como Netflix, Amazon y Apple, además de los estudios tradicionales como Walt Disney y Warner Bros., pretenden lo mismo que manifestaron los capitalistas del sector para el mercado latino Ortega y Santana: “hay que flexibilizar a lxs trabajadores” (Infobae, 13/3). Pero los límites rápidamente están apareciendo en Hollywood y en todo el mundo. El reclamo de mejoras salariales y condiciones laborales están haciendo sublevar al gremio audiovisual.

Es necesario seguir el ejemplo de lxs trabajadores de Hollywood, organizar a lxs trabajadores audiovisuales por salario y condiciones laborales, por el fin de la precarización. Hay que impulsar asambleas y autoconvocatorias de las bases del gremio que hagan crecer esta lucha, para que los sindicatos de cine y TV, Sica y SAT, rompan el inmovilismo para organizar medidas de fuerza por todas nuestras demandas.

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