Educación
4/8/2021
¿Clases los sábados en la provincia de Buenos Aires?
Kicillof y la ministra Vila a la cabeza de la precarización laboral y educativa.

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Con el regreso a la presencialidad escolar en los 135 municipios bonaerenses, el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, declaró irresponsablemente el “fin de la segunda ola”. Agustina Vila, titular la cartera educativa de Kicillof, dispuso la vuelta a las aulas a partir del 9 de agosto de los docentes vacunados que estaban dispensados por edad avanzada o por ser factores de riesgo y anunció un “plan de recuperación de contenidos pedagógicos” a contraturno y los días sábados para los estudiantes que así lo requieran.
Esto se da en la misma semana en que se amplió la jornada educativa a cuatro horas en los distintos niveles y modalidades. Una catarata de anuncios en campaña electoral que esconden una confesión tardía del fracaso de la política educativa.
Agravan la presencialidad sin condiciones
Las declaración de Kicillof festejando la vacunación del 83% de los bonaerenses es deliberadamente mendaz para impostar una vuelta a la normalidad que no existe en la realidad . En la provincia de Buenos Aires, sobre doce millones trescientos mil vacunados, son menos de dos millones y medio los que tienen el esquema vacunatorio completo. A este déficit se suman las dos millones de dosis sin aplicar, a pesar de que las propias autoridades advierten que estamos frente a una carrera contra el tiempo si, en las próximas tres semanas, la variante Delta, un 90% más contagiosa que la original, se extiende como cepa dominante en la provincia.
La extensión de las horas presenciales y la apertura de las escuelas los días sábados preanuncian el inminente pasaje a la presencialidad completa imitando a Larreta y al Pro. Para la tribuna van quedando las palabras del camporista Kreplac, actual ministro de Salud provincial, cuando dijo que la vuelta a la presencialidad plena era una amenaza epidemiológica. Kicillof y Vila van preparando el desmonte de “burbujas” y “protocolos” mientras Daniel Gollán se lanza a la campaña electoral como segundo violín de Victoria Tolosa Paz y vocero de la “lluvia de vacunas”.
La “normalización” sanitaria, que invocan el gobernador y el ministro Trotta, es pura demagogia electoral de los Fernández y del kirchnerismo. Ayer volvió a subir la cifra de contagios y muertes a casi 15.000 casos con 405 víctimas fatales. De éstos, más de 4.000 infectados corresponden a la provincia de Buenos Aires. “La pandemia terminó” es el verso común del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, a pesar de que nos aproximamos a los 5 millones de contagiados -cifra sólo superada por siete países desde el comienzo de la pandemia- y que ya son 106.000 los fallecidos, elevando a la Argentina al puesto 11 entre las naciones con mayor número de decesos por habitantes y muertes diarias.
Kicillof comete el mismo fraude cuando afirma que la docencia bonaerense está vacunada y solo restaría vacunar a los menores para asegurar la vuelta completa a la presencialidad escolar. Lo cierto es que una mayoría de la docencia todavía no recibió la segunda dosis y está expuesta a la posibilidad cierta de una tercera ola.
A lo largo del año y medio de pandemia, y de ajuste educativo, se estima en un millón y medio los estudiantes que se “desvincularon”; como denomina el Ministerio de Educación de Trotta a quienes tuvieron que dejar sus estudios por el crecimiento de la miseria social. En la brutal pobreza del conurbano bonaerense, que abarca al 50% de la población, tres de cuatro chicos no hacen las comidas completas. No hay “desvinculación” sino expulsión de los estudiantes pertenecientes a familias trabajadoras hambreadas y obligadas a concurrir a los comedores populares para sobrevivir. Ni la “virtualidad” ni la “presencialidad” pueden escapar a un gobierno y a un régimen político y social al servicio del FMI que vota presupuestos de ajuste en la Nación y la Provincia.
Lejos de la “presencialidad cuidada”, Trotta y Ávila exponen a estudiantes, docentes y a la comunidad educativa a una presencialidad sin condiciones epidemiológicas, sanitarias ni edilicias. La “vuelta a las aulas” de 4 millones de estudiantes bonaerenses es una impostura porque no toma en cuenta a los expulsados del sistema educativo y pone en evidencia la falta de obras en los establecimientos escolares.
Mientras la Directora General de Escuelas, Agustina Vila, informa en campaña y sin precisar la realización de “3.200 obras”, en ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, son 50 las escuelas que no comenzaron las clases por falta de gas, calefacción y otras carencias de infraestructura. A esto se suman las escuelas en obra donde se dictan clases, vulnerando los 12 puntos de escuelas seguras con la complicidad de las burocracias sindicales y de Baradel. La Plata es una muestra concentrada de la crisis edilicia en toda la provincia y de la inseguridad laboral en las escuelas de todo el país, que, una vez más, costó la vida de una docente y dos trabajadores en Neuquén.
Ajuste y precarización
El ajuste en la provincia de Buenos Aires es de larga data, fue enorme con Scioli y fulminante con Vidal, responsable política del asesinato laboral de Sandra y Rubén. La pesada herencia de los gobiernos peronistas y del macrismo se mide por la baja tasa de finalización de la escuela secundaria y los jardines que nunca se construyeron. Con Kicillof creció la precarización laboral (violación del estatuto del docente ) y educativa (descalificación de la enseñanza) .
En el 2020, el propio gobierno del Frente deTodos reconocía casi 300.000 estudiantes sin continuidad educativa, cifra que aumentó en el ciclo lectivo 2021 y con la segunda ola de la pandemia. Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, el 49% de los estudiantes de la Argentina no tienen computadoras y el 47% carece de conectividad en sus domicilios.
Los programas dispuestos por la ministra de Educación de Kicillof para “revincular” a los estudiantes (ATR) duraron lo que un suspiro debido al ajuste presupuestario.
Aunque no se conoce la letra fina de quiénes cubrirían las clases a contraturno y los días sábados, sí trascendieron las declaraciones de las burocracias sindicales enroladas en el Frente de Unidad Docente Bonaerense (Fudb) avalando este avance del peronismo sobre el estatuto y la jornada laboral de la docencia. Para Baradel y Petroccini sería una forma de “abrir puestos de trabajo”.
Lo que no dice la burocracia es que la supresión de las licencias por dispensa va a dejar a una masa de docentes suplentes sin horas y cargos (desocupación) y que esta suerte de “ATR 2” que piden implica un avance de la precarización laboral, que deja además como antecedente la extensión de la jornada de trabajo. Todo el Frente de Unidad Docente Bonaerense se apresta a convalidar este chantaje “nacional y popular” en nombre de la “empatía” y la “solidaridad”, como convalidaron el “aumento” trucho (adelanto de la última cuota de una paritaria a la baja con básicos de indigencia).
Con el adelanto de la cuota de setiembre la gran mayoría de la docencia bonaerense sigue por debajo de la canasta básica. Otro tanto ocurre con la postergada reapertura de la paritaria para transitar las Paso sin reclamos salariales. En Nación, Trotta y la CTERA están pactando un adelanto de la cuota de noviembre. Como sucediera con la Comisión Técnica Salarial, la burocracia celeste del Baradel sigue sin llamar a cuerpos de delegados y asambleas para votar el mandato de reclamo salarial y para defender las condiciones de trabajo. Como nunca se ha puesto en evidencia la integración de estas direcciones kirchneristas y burocráticas que entregan todas las reivindicaciones de la docencia como garantía del ajuste y de pago de la deuda externa usurera y fraudulenta a los bonistas.
Defendamos la educación pública y a la docencia
La precandidatura de Romina Del Plá a diputada nacional en la Lista 1 A del Frente de Izquierda Unidad refuerza la lucha por la educación pública, la salud y los derechos laborales. Denunciamos el chantaje que implica extender la jornada laboral como “salida” a la enorme desocupación docente.
La “revinculación” exige la cobertura de todos los cargos faltantes en las escuelas, un plan de obras bajo control de la docencia y la comunidad educativa, la vacunación con las dos dosis afectando e interviniendo a los laboratorios
privados y el inmediato aumento del presupuesto educativo provincial y control popular del fondo educativo para que la plata vaya a las escuelas y no sea desviada por las intendencias con la complicidad del gobierno provincial.
La lucha contra los ajustadores y privatizadores de la educación es parte de un programa de reorganización social y económica de la provincia y del país. ¡Plata para educación y salud y no para el FMI y los bonistas!
https://prensaobrera.com/politicas/buenos-aires-los-pactos-de-kicillof-con-juntos-por-el-cambio/
https://prensaobrera.com/internacionales/el-avance-de-la-variante-delta-y-la-responsabilidad-del-capitalismo/