Internacionales
30/5/2025
50.000 niños fueron asesinados o heridos en Gaza, según Unicef
Un informe revela cifras dramáticas sobre el sufrimiento de las infancias bajo el genocidio sionista.

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Niños palestinos.
Un infanticidio está en curso en Medio Oriente. Según Unicef, más de 50.000 niños podrían haber muerto o resultado heridos en el marco de la matanza genocida que el Estado de Israel está llevando a cabo en la Franja de Gaza contra la población palestina desde octubre de 2023.
El ejército sionista, con sus bombas, balas y fósforo blanco –pertrechos en muchos casos suministrados por empresas estadounidenses y europeas–, está conduciendo al pueblo gazatí hacia su desaparición. Las imágenes de niños calcinados, desmembrados y asesinados de la peor manera se han vuelto una postal cotidiana en Gaza.
Desde el 18 de marzo, día en que Israel rompió el alto al fuego pactado con Hamas, 1.309 niños fueron asesinados y 3.738 resultaron heridos. Dos hechos generaron especial conmoción: el lunes, un ataque israelí contra una escuela provocó la muerte de 31 personas, entre ellas 18 niños y niñas. Una pediatra gazatí perdió a 9 de sus 10 hijos después de que el sionismo bombardeara su casa el viernes pasado.
Si no los asesinan a balazos y bombazos, los matan de hambre: 57 niños han muerto por desnutrición desde que comenzó el bloqueo sionista a la ayuda humanitaria.
El Estado de Israel impide el ingreso de asistencia de la ONU por el lado gazatí del paso fronterizo de Kerem Shalom e implementó un mecanismo de distribución militarizado para regimentar aún más a la población. Esto, además, produjo que los precios de los alimentos y productos esenciales se dispararan.
En este contexto, la ONU advirtió que 2 millones de gazatíes (de un total de 2,4 millones) padecen inseguridad alimentaria; entre ellos, 244.000 enfrentan una situación catastrófica, y más de 71.000 menores y 17.000 madres necesitarán tratamiento urgente para evitar la desnutrición aguda.
La gravedad del cuadro es inusitada: según Tom Fletcher, jefe de operaciones humanitarias de la ONU, el 20 de mayo, 14.000 niños corrían el riesgo de morir si no llegaba asistencia.
Al mismo tiempo, Israel destruye hospitales, escuelas, sistemas de agua y hogares. El genocidio es evidente. Según la revista científica The Lancet, en 2024 se registró el mayor número de ataques contra personal e infraestructuras sanitarias, con más de 1.400 profesionales de la salud asesinados.
Los ataques sionistas contra las infancias no son nuevos. Por ejemplo, durante la Segunda Intifada (2000-2005), un levantamiento palestino contra la opresión sionista, casi el 20% de los asesinados fueron niños, y las infecciones respiratorias en menores aumentaron del 20% al 40% (datos del período 2000-2002).
Como lo demuestran informes de Amnistía Internacional (2006), la tendencia del sionismo a asesinar menores no se revirtió. En 2004, un estudio de la British Medical Journal reveló que, en los cuatro años previos, “dos tercios de los 621 niños asesinados por fuerzas israelíes –en puntos de control, caminos a la escuela o sus propias casas– habían recibido disparos dirigidos a la cabeza, cuello o pecho. Además, un cuarto de los niños palestinos menores de cinco años sufría desnutrición grave o crónica”.
Los niños palestinos también enfrentan severos trastornos psicológicos. Según un estudio, el 96% siente que la muerte es inminente, y casi la mitad cree que morirá en la guerra; “muchos presentan agresión, miedo, aislamiento y ansiedad severa, junto con una desesperanza generalizada” (War Child, 11/12/2024). Investigaciones anteriores ya señalaban que sufrían pesadillas incesantes y terrores nocturnos.
Según el Ministerio de Salud gazatí, ya son más de 54.000 palestinos asesinados por el Estado de Israel. El gobierno de Netanyahu –sobre quien pesa una orden de captura internacional por crímenes de lesa humanidad– se prepara para profundizar la ofensiva, como lo demostró al anunciar un plan de reocupación de Gaza. El sionismo busca avanzar en la liquidación total del pueblo palestino.
El sionismo cuenta con el respaldo de las potencias imperialistas y la mayoría de los gobiernos capitalistas del mundo, incluido el de Milei. El presidente libertario, empeñado en ser el mejor lacayo del sionismo, visitará Israel en junio para reforzar el alineamiento de Argentina y el Estado genocida; incluso imita la provocación de Trump de trasladar la embajada a Jerusalén.
Abajo el Estado de Israel. Arriba la lucha del pueblo palestino.
