Juventud
17/1/2025
La pizza de Kentucky y la miseria salarial de la juventud
Una joven denunció que la empresa le ofreció trabajar 54 horas semanales por un salario mensual de $360.000.
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La cadena tiene 85 sucursales en el área metropolitana.
Esta semana se viralizó un video en el que una joven relata que, en una entrevista laboral, le ofrecieron trabajar 54 horas semanales por un salario mensual de $360.000. La oferta provino de la patronal de Kentucky, una cadena de pizzerías que tiene 85 sucursales en el área metropolitana y está en manos del holding Desarrolladora Gastronómica. Esto es el reflejo de una realidad –signada por la precarización laboral, el desempleo y la pobreza– que afecta a la mayor parte de la juventud argentina.
Los ritmos de trabajo en Kentucky son extenuantes. Un trabajador denunció, en diálogo con Anred, que los empleados ejercen sus tareas de corrido y sin descanso, y que no pueden ir al baño ni comer. También señaló que a veces la patronal ni siquiera paga las horas extra. Lo que prima en general en el rubro gastronómico es la superexplotación laboral. En 2022 la Dirección Nacional de Fiscalización llevó a cabo inspecciones en CABA, con foco en el gremio. El 65% de los establecimientos presentó trabajo no registrado.
Hace poco se conoció que la cadena Sabores Express tiene cientos de empleados sin registrar –y, a lo Coto, rifles y cajas fuertes con millones de pesos, miles de dólares y armas de diferentes calibres. Claro que la burocracia del sindicato de gastronómicos no hizo nada por estos trabajadores, ni por los de Kentucky ni por los de ninguna cadena de comidas del país.
Según un estudio del Conicet y la UBA, casi el 64% de los jóvenes trabaja en la informalidad, 28 puntos porcentuales por encima de la tasa global. Carecen de derechos y los salarios que perciben son miserables. Esto lleva, en muchos casos, a que no puedan independizarse o a que deban dejar de cursar sus estudios.
Por otro lado, de acuerdo a un estudio de Junior Achievement Américas y ManpowerGroup, 9 de cada 10 jóvenes tuvieron en octubre pasado dificultades para encontrar trabajo. La “falta de experiencia” –cuando en Argentina la mano de obra está relativamente sobrecalificada para los puestos de trabajo existentes–, la incompatibilidad de horarios y la escasez de oportunidades en áreas de interés se revelaron como los principales escollos.
Así, los jóvenes terminan generalmente trabajando en locales gastronómicos, como repartidores en apps (Rappi, por ejemplo), en call centers, en negro en alguna pyme o haciendo changas. Por esto es, en parte, que uno de cada cuatro jóvenes es indigente bajo la Argentina de Milei.
El gobierno de Milei es un enemigo acérrimo de la juventud trabajadora. Sus políticas de ajuste en beneficio de la clase capitalista golpean con mucha fuerza sobre ella. El presidente diría que los jóvenes son libres de “morirse de hambre” si no están conformes con los salarios que los patrones les ofrecen. Pero que uno se encuentre expuesto a trabajos esclavizantes o a la desposesión total (el desempleo, la miseria) refleja que bajo el régimen social vigente la libertad no existe para la inmensa mayoría de la población, la cual se encuentra alineada como consecuencia de la explotación y la opresión, y no puede desarrollarse en su totalidad justamente por estar condicionada por un régimen basado en la acumulación privada de capital.
El Partido Obrero, a la par que lucha por mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, lucha por abolir los antagonismos de clase y construir una sociedad nueva. En este sentido, su juventud, que está nucleada en la UJS, realizará un campamento que tendrá lugar del 1 al 4 de marzo. Se trata de la principal instancia de formación política de la corriente. Allí se estudiará en qué etapa de su crisis está el capitalismo y cómo tiene que organizarse la juventud para derrotar a Milei y pelear para liberar a la humanidad de la esclavitud capitalista. Invitamos a la juventud a participar y a sumarse a militar en el Partido Obrero.