Celina Esteban es una trabajadora trans de la salud, licenciada en enfermería, ella tiene el mérito de haber sido la primera jefa de residentes TTNB en el centro de Salud Nro 7 del Hospital Santojanni. Recuperando sus palabras en Grito del Sur (5/3/2024): “Fui jefa de residentes hasta octubre de 2022. Después concursé para un cargo de planta permanente, lo gané y quedé. Como no era suficiente el salario, presenté CV en el Hospital Bonaparte y me contrataron gracias al cupo laboral trans. Pero a lo largo de un año, sufrí discriminación y amenazas constantes de la directora Beatriz Baldelli, del Hospital Bonaparte y este año, por el decreto del presidente, mi contrato se mandó a revisión y me lo cambiaron de anual a trimestral. Fue una maniobra para despedirme antes, como finalmente ocurrió el viernes 1 de marzo cuando mi contrato iba hasta el 31 de marzo.”

Este despido sienta un alarmante precedente y se da en un contexto de ajuste y licuación de salarios del gobierno de Javier Milei quien pretende avanzar en su política privatista y de destrucción de los derechos y de libertades democráticas hacia los trabajadores. Es importante señalar que desde la victoria de La Libertad Avanza, los ataques de odio se recrudecieron en el espacio público, por ejemplo el ataque a la Zorrería en Burzaco o el ataque a una docente en un colectivo de zona sur.

Celina, luego de denunciar varias situaciones de discriminación fue despedida, ella reclama que se restituya su puesto de empleo para poder subsistir. En una entrevista radial la mujer cuenta: “El broche de oro fue cuando fui a abrazar al Inadi y también me reclamaron eso. Trataron de culparme de cosas graves. También llegaban amenazas de parte de la directora, hasta que el viernes 1 de marzo me llegó un telegrama que decía que no se renovaba mi contrato y que tenía que ir a trabajar de todos modos hasta el 31 de marzo porque era el fin de mi contrato. No me avisaron que no podía ingresar al hospital”. Cabe destacar que, además, las personas TTNB son diariamente discriminadas y expulsadas del sistema de salud, debido a que su corporalidad no se adecua a los estándares médicos estipulados.

La ley de promoción al empleo formal para personas travestis trans fue sancionada en 2021 tras una larga lucha y un largo reclamo en las calles durante la gestión de Alberto Fernández. Sin embargo, dicha ley en la mayor parte de los casos no se cumple. “Tan solo 955 personas trans fueron empleadas desde esa fecha, las que representan el 0,28% del total de la planta, quedando pendiente el 70% del cupo sin cubrir” (Prensa Obrera 20/12/2023). La población trans tiene una expectativa de vida de entre 35 a 40 años debido a la discriminación familiar, de las instituciones educativas y del ámbito laboral. Para subsanar parcialmente este situación, el cumplimiento de esta normativa es urgente.

Nos solidarizamos con Celina Esteban y reclamamos la restitución inmediata de su puesto laboral, ni un despido más en el Estado, vamos por el efectivo cumplimiento del cupo laboral trans.

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