La vicejefa de gobierno, Clara Muzzio, subió una captura de Trump con la frase «hay solo dos géneros: masculino y femenino». Así, se hace eco de la orientación transodiante que enarbola el actual presidente de Estados Unidos, lo que hace suponer que esto sería un guiño para el electorado libertario .

Sus compañeros del PRO y la Coalición Cívica salieron a recordarle en redes sociales que ella misma, hace no muchos años atrás, defendía la bandera LGTBIQ+ y participaba de las actividades del colectivo: «Me gustaría creer que la verdadera Clara es la que marchaba con nosotros con la remera del orgullo», tuiteó Maximiliano Ferraro, titular de la Coalición Cívica. «Un papelón tras otro», opinó Pablo Avelluto.

Naturalmente que esto no significa que el PRO o la Coalición Cívica sean los abanderados de los derechos de las personas trans. Juntos por el Cambio (alianza de ambas fuerzas) fue la única fuerza política que aportó votos negativos y abstenciones al voto de la Ley Nacional de Cupo laboral Travesti Trans. Cuando fueron gobierno impulsaron políticas anti LGBT en la aplicación de un código represivo de detención específico para dicha comunidad y avanzaron en el recorte de la entrega de las hormonas para personas travestis, trans y no binaries, solo por citar algunos ejemplos.

Lo que sucede es que el transodio no es lo que caracteriza a la población argentina, al contrario, la solidaridad con el colectivo continúa extendiéndose. Es lo que se pudo ver, por ejemplo, en los últimos programas de Gran Hermano. Luciana, una chica trans participante del reality, entró como un hombre y se reconoció como mujer dentro de la casa. Esta semana recibió la visita de su madre que por primera vez iba a conocerla como mujer.

En el estudio, los panelistas destacaban la emoción y el apoyo que Luciana recibía desde el afuera. Incluso lo reconoció Ceferino Reato, uno de los panelistas que se caracteriza por encontrarse siempre a la derecha en sus opiniones con respecto a las problemáticas de género. La comunidad LGTBI al día de hoy continúa luchando, como lo hizo contra todos los gobiernos, porque son unas las principales víctimas del ajuste, porque en la mayoría de los casos la única salida que encuentran a la falta de trabajo es la prostitución, porque tienen una expectativa de vida de 30 años producto de las condiciones inhumanas a las que se ven sometidos. Pelean por el cupo laboral, por la gratuidad de las hormonas, por programas de asistencia, por la ESI, por el derecho al aborto legal y por el derecho a vivir una vida plena.

Esto da cuenta que ni Trump, ni el gobierno, ni Muzzio representan los intereses populares, al contrario, son enemigos de ellos. Es por eso que, para defender los derechos de la comunidad LGTBI, es fundamental enfrentar a este gobierno reaccionario, misógino, homoodiante y transodiante, y terminar con su programa de guerra contra las mujeres, las diversidades y los trabajadores en general.

Pero también es preciso comprender que ninguna variante patronal va a ser la salida para garantizarle a la comunidad LGTBI las condiciones de vida necesarias. Solo los trabajadores podemos enarbolar un programa de gobierno que atienda todas las demandas del colectivo.

Milei aumentó la pobreza multidimensional al 61%

El indicador incluye problemas de ingresos, vivienda, salud, educación y empleo. –

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