Caso Chano Carpentier: se cae la versión de la Bonaerense, fue gatillo fácil

El día lunes estuvo repleto de debates mediáticos sobre el episodio de Chano Carpentier y el policía bonaerense que le disparó en el abdomen, en su domicilio en Exaltación de la Cruz, luego de un aparente “brote psicótico” del músico. Rápidamente, el ministro de Seguridad provincial Sergio Berni salió a defender el accionar de su policía: “Chano está vivo porque tuvo suerte, pero se podría haber evitado con el uso de las pistolas Taser”, encubriendo este caso de gatillo fácil e incitando la instalación de un arma de tortura.

El músico se encuentra internado en terapia intensiva y tiene afectados varios órganos debido al disparo. Por un lado, la madre salió a desmentir la versión policial sobre el caso. “No tuvo ningún brote psicótico. En ningún momento atacó a nadie con ningún cuchillo, no intentó agredir a nadie” y agregó: “pudieron disparar al aire, pero no lo hicieron. Un policía de menos de 20 años le disparó a mi hijo sin motivos”. Se cae la teoría de “defensa propia” por parte de Berni y la Bonaerense: fue un caso de gatillo fácil.

Por otro lado, en el caso de que Chano hubiera sufrido un episodio de brote psicótico, existe desde el año 2013 un Protocolo elaborado por el Ministerio de Seguridad ¡del cual Sergio Berni era secretario! para intervenir con equipos de salud mental. Este protocolo nunca se aplicó, y el gobierno bonaerense prefiere promover elementos de tortura entre la población, que presupuesto para la salud pública.

La trascendencia mediática del caso de Chano y las declaraciones de Berni deben arrojarnos algunas reflexiones. Más allá de su caso, que es una muestra del accionar policial y de la rienda suelta al gatillo fácil la función social misma de las fuerzas represivas es la defensa del régimen de hambre, saqueo y explotación del pueblo.

Tan solo durante 2021 se registra una muerte cada 20 horas en manos de las fuerzas de seguridad, mediante desapariciones forzadas seguidas de muerte, gatillo fácil, muertes en cárceles, en comisarías. Muchos de estos casos sucedieron en la provincia de Buenos Aires, bajo el mando de Berni que da a la Bonaerense la potestad de desaparecer, disparar, incluso matar pibes en los barrios. Estas muertes y la tortura sistemática de las fuerzas represivas no son casos aislados o esporádicos, son una política de Estado.

Con su promoción del uso de las Taser, lo que Berni busca es reforzar al propio aparato de la Bonaerense. Es una política del gobierno de Axel Kicillof, que mientras incumple sus compromisos con las familias sin techo de Guernica reprime a las que viven en la toma Camino la Ribera en Lomas de Zamora. Las torturas, el gatillo fácil y el encubrimiento tienen además el respaldo del gobierno nacional, como se evidenció en la causa de Facundo Castro, o incluso en la defensa al gobernador de Formosa Gildo Insfrán tras salvajes represiones y denuncias por violación de los derechos humanos de la población. Ahora, en Chubut una página oficial difundió un video de entrenamiento de efectivos policiales al ritmo fascitizante de “Piquetero ten cuidado, que una noche muy oscura a tu villa entraré”. Federico Massoni, el ministro de Seguridad provincial, sería candidato a senador por el oficialismo -si la Justicia se lo permite.

Al fin y al cabo, Alberto Fernández y todos los gobernadores refuerzan el aparato represivo, apuntando a minar y disciplinar a los trabajadores y sus organizaciones, a los piqueteros, los movimientos sociales, las mujeres y diversidades, la juventud. Ante la aguda crisis social, despidos, miseria en aumento, sólo ofrecen Taser.

Frente al gobierno nacional que encubre, y la oposición de derecha que refuerza la “doctrina Chocobar”, queda solo en el campo independiente de las organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos salir a luchar para que se vaya Berni. Contra el manto de impunidad que protege a Berni, la Bonaerense y la represión y persecución de lxs trabajadores y la juventud como política de Estado.