La “desinformación” de los medios ante el desalojo en Guernica

Las tergiversaciones y mentiras de los canales informativos acerca de lo sucedido durante el brutal operativo represivo.

Realmente penoso es el rol que jugaron los principales medios de comunicación ante el brutal desalojo que la policía bonaerense, comandada por Sergio Berni en persona, ejecutó para desplazar a las 1.400 familias sin techo que participaban de la recuperación de tierras de Guernica.

En la transmisión en vivo de uno de los canales, una cronista que estuvo presente en el predio desde el comienzo mismo del operativo narraba una versión de los hechos que incluso contradecía las imágenes que las mismas cámaras del canal captaban a su lado. Mientras afirmaba que el accionar de la policía había sido “muy profesional” los efectivos arrojaban piedras a los pobladores, y cuando se veía el humo de las casillas incendiadas detrás del cordón policial ella sostenía que eran los propios pobladores quienes habían quemados sus pertenencias. Debió reconocer, sin embargo, que el megaoperativo de 4.000 agentes comenzó por la noche, violando lo prescrito por ley.

Los distintos canales televisivos presentes en el lugar intentaron instalar una versión en la que quienes eran presentados como violentos eran los vecinos, pero finalmente los graff reconocían que la gente se defendía utilizando chapas y lo que tenía a mano como escudos ante los disparos con postas de goma y con gases lacrimógenos ante la embestida de la policía, que una vez desalojado el predio se desplegaba por la calles de los barrios aledaños.

Otra versión difundida por los medios es que los presentes en el terreno habrían rechazado una propuesta de solución al conflicto por parte del gobierno, para presentar a los vecinos como “intransigentes”. Una mentira lisa y llana. Por la tarde del día anterior había quedado expuesto que la “oferta” realizada por los funcionarios de Kicillof era una maniobra para dividir a la familias mientras se realizaban los preparativos represivos, ya que ni siquiera se refrendó un acuerdo con aquellas que habían manifestado una predisposición a aceptar. Una vez alistadas la fuerza de choque, la Bonaerense avanzó por sorpresa arrasando lo que encontraba a su paso.

Lo que las cámaras y micrófonos no pudieron dejar de mostrar, además de la brutalidad policial y la verdadera cacería que se llevó adelante en las inmediaciones de la toma, es el testimonio de las familias desplazadas y de los vecinos del barrio contiguo. El llanto y la desesperación de quienes perdieron sus pertenencias y quedaron en la calle tras el desalojo fue registrado en vivo por varios canales, al igual que la bronca de la gente que habita la zona por el corte de luz y el accionar represivo de la policía, e incluso varios resguardaron en sus hogares a los ocupantes para evitarles las violentas detenciones que se ejecutaron por igual sobre hombres y mujeres.