Este 24 de Marzo movilizaremos en el 45° aniversario del último golpe militar genocida, en homenaje a los 30.000 compañeros desaparecidos. No en una acción conmemorativa, sino de lucha contra de la represión y la impunidad que sostienen todos los que gobernaron durante las últimas décadas. El asesinato de Facundo Astudillo Castro es una prueba de ello.

Llegando a los once meses de la desaparición forzada seguida de muerte de Facundo,  los responsables materiales y políticos siguen libres e impunes. Recién en febrero allanaron la comisaría de Origone, donde Facundo había estado detenido ilegalmente.

El allanamiento dio como resultado restos de piedra de turmalina, compatibles con el collar que llevaba puesto Facundo en todo momento, según reconoció su mamá, Cristina Castro.

Siguen impunes

Alberto Fernández y los gobernadores han reforzado la política de empoderamiento de las fuerzas represivas hacia los trabajadores, las mujeres, la juventud en los barrios. Esa represión se les hace necesaria para poder enfrentar la reacción popular frente a los ajustes que golpean sobre las familias obreras como resultado del sometimiento al Fondo Monetario Internacional y a la agravada crisis social y sanitaria.

Este empoderamiento de las fuerzas represivas tiene como referente máximo al ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni, jefe de la policía que ha perpetuado el asesinato de decenas de jóvenes en la provincia durante la cuarentena, y a él le cabe la responsabilidad política de la desaparición de Facundo.

Así como la represión a las amigas de Ursula Bahillo frente a la comisaría de Rojas, cuando se movilizaron por su femicidio. Fue quien supervisó personalmente el desalojo en Guernica y en toda la provincia, dejando a miles sin lugar donde vivir, con una brutalidad sin precedentes. La defensa de Berni a la Bonaerense y del conjunto del poder político al propio Berni es, en realidad, la defensa de la represión y el gatillo fácil como una política de Estado.

Justicia por Facundo y fuera Berni

Hoy queda en el campo independiente de las organizaciones políticas, sociales y de derechos humanos salir a luchar exigiendo justicia por Facundo y que se vaya Berni. Contra el manto de impunidad que protege a Berni, la Bonaerense y la represión y persecución de lxs trabajadores y la juventud como política de Estado.