La Plata: efectivos de la Bonaerense torturan con picana eléctrica a un joven de 17 años

En la madrugada del sábado 25 de julio, efectivos de la Policía Bonaerense persiguieron y detuvieron a un joven de 17 años en un operativo en el barrio Tolosa de La Plata. Luego de golpearlo con la culata del arma reglamentaria, lo trasladaron a la Comisaría 6ta donde fue brutalmente torturado con golpes y picana eléctrica durante más de nueve horas, presionándolo para que confesara un supuesto robo, además de amenazarlo de muerte si denunciaba el amedrentamiento que estaba sufriendo. Todo esto mientras los mismos policías filmaban las escenas de tortura.

En esta detención e interrogatorio ilegal no hubo comunicación con ningún abogado defensor ni padre, madre o tutor, a pesar de que el joven es menor de edad. El cuerpo médico de la policía, por su parte, no constató las marcas visibles de las múltiples lesiones provocadas por los efectivos. Sólo diez horas después de la detención interviene un funcionario judicial. Luego el joven fue trasladado al Centro Cerrado Almafuerte, donde no dio cuenta de las heridas por temor a represalias, y el personal médico hizo una revisión superficial e insuficiente.

 

 

A partir de la denuncia penal efectuada por la Comisión Nacional de la Memoria, la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad tomó la decisión de desafectar preventivamente al efectivo policial, mientras se lo investiga. No obstante, este operativo plagado de ilegalidades y torturas no es un caso aislado sino que se enmarcan en el proclamado “empoderamiento” de la Bonaerense, que sigue sumando casos de gatillo fácil. Sin ir más lejos, hoy se cumplen tres meses de la desaparición forzada de Facundo Castro, visto por última vez el 30 de abril cuando era subido a un patrullero de la Bonaerense.

En la ciudad de La Plata, la represión policial viene siendo la respuesta del intendente Julio Garro, de Juntos por el Cambio, y del gobernador Axel Kicillof, a los reclamos populares. Es lo que padecieron cientos de vecinos de la región que protestaban por los reiterados cortes de servicios básicos como luz y agua, o los trabajadores manteros migrantes de la región, a quienes no se les da ninguna alternativa de supervivencia por parte del Estado.

Abajo el código represivo de Garro. Por la apertura de los libros de las comisarías al control popular. Basta de gatillo fácil, por el desmantelamiento de la maldita Bonaerense. ¡Fuera Berni!