A través de un texto titulado “A los ’90 no volvemos nunca más”, la organización social Barrios de Pie comunicó que apoyará la precandidatura presidencial de Sergio Massa. De forma más sigilosa, la CCC ya había manifestado lo mismo; su líder, Juan Carlos Alderete (PCR), dijo que “es algo positivo el consenso casi total de la coalición de gobierno en el apoyo a Massa”. Y según TN, el Movimiento Evita también respaldará al hombre de la Embajada norteamericana.

“Para no volver a los ’90, los movimientos populares deben ser parte de la solución a los problemas. Hay una Argentina entera que trabaja sin derechos y accede a salarios de pobreza. Para revertir esta situación es imprescindible retener al gobierno nacional y avanzar definitivamente en el camino de la justicia social, la independencia económica y la soberanía política”, dice el comunicado.

A la organización dirigida por Daniel Menéndez se le pasó por alto que el gobierno de Frente de Todos está aplicando el programa del FMI, lo que implica que aumente tanto la pobreza como la precarización laboral. Los “salarios de pobreza” los fija el gobierno en el llamado Consejo del Salario junto a las patronales y la burocracia sindical. Las organizaciones sociales oficialistas, que conforman la Utep, tienen funcionarios en el Ministerio de Desarrollo Social que comanda la ajustadora y antipiqueteros Victoria Tolosa Paz.

Un gobierno que defiende estos intereses sociales es incapaz de terminar con el desmadre social imperante. Por otro lado, hablar de “avanzar en el camino de la independencia económica y la soberanía política” cuando Massa y CFK gobiernan para los acreedores de la deuda externa y apoyan a la Otan en su guerra contra Rusia es algo que desafía las leyes de lo absurdo.

El comunicado de Barrios de Pie dice que la organización está comprometida a “realizar todo el esfuerzo militante para extender la candidatura de Sergio Massa y Agustín Rossi”. Las agrupaciones sociales oficialistas llevan a su militancia a apoyar a un candidato que, en 2015, hizo campaña electoral planteando la necesidad de introducir a las Fuerzas Armadas en las villas. Justifican esto diciendo que “enfrente está la derecha, están los discursos de odio, la flexibilización laboral y las amenazas de privatización de empresas y reducción del Estado nacional”.

Pero Massa, encumbrado en la precandidatura presidencial por Cristina Kirchner, también es la derecha; y los discursos de odio también son promovidos por el oficialismo y se dirigen contra los trabajadores. Si se revisa el archivo se pueden encontrar alocuciones de la ministra Tolosa Paz en las que trata de extorsionadores a quienes reclaman comida y trabajo en la 9 de Julio, o de CFK, en las que dice que hay que prohibir los piquetes, a lo Gerardo Morales. Sin ir más lejos, el ministro de Seguridad del camporista Kicillof en la provincia de Buenos Aires es el fascista Sergio Berni, desalojador de las familias sin techo de Guernica.

En este marco, Juan Grabois lanzó su candidatura para hacer demagogia, entrampar a todo un sector de trabajadores detrás de la postulación del ajustador Massa y contener una fuga de votos hacia la izquierda. Por ejemplo, Natalia Zaracho, de Patria Grande, integra en Buenos Aires la misma lista de la gorila Tolosa Paz, la massista Cecilia Moreau y el albertista Santiago Cafiero.

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Todos estos grupos son tributarios del gobierno ajustador de CFK y Massa. De piqueteros no tienen nada. Ser piquetero es sinónimo de plantarse contra el ajuste y de combatir la opresión más brutal de la clase capitalista. Estas agrupaciones sociales han sido cooptadas por el Estado, no defienden los intereses de la clase obrera. Por eso le han dado la espalda a las masivas movilizaciones de la Unidad Piquetera. Las organizaciones combativas como el Polo Obrero defienden una política opuesta, a saber, la independencia respecto de todos los políticos capitalistas, que son los que gobernaron durante las últimas décadas y agravaron el hambre y las carencias sociales.

La lucha contra la cooptación estatal y por la independencia política de las organizaciones sociales y obreras es una política que la lista “Unidad de Luchadores y la Izquierda” del Frente de Izquierda Unidad, que lleva a Gabriel Solano (Partido Obrero) como precandidato a presidente y a Vilma Ripoll (MST) como precandidata a vicepresidenta, defiende y promueve en todos los planos. Además, esta lista se encuentra integrada por luchadores del movimiento piquetero; Jeremías Cantero, dirigente del Polo Obrero, es precandidato a diputado nacional por CABA ; y Gabriela De La Rosa, dirigente de la misma organización, es precandidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires. Ejemplos como estos sobran.

Reforcemos esta alternativa para pelear contra el ajuste actual y para prepararnos para enfrentar la ofensiva capitalista que se viene.

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