Políticas
14/5/2024
Adorni y la responsabilidad del Estado en el lesbicidio de Barracas
Romina Del Plá le salió al cruce al vocero presidencial, mostrando el carácter reaccionario de sus planteos.
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Los ataques contra las personas que pertenecen a la comunidad LGBT+ son cebados por los gobiernos capitalistas.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, se refirió al asesinato de tres mujeres en Barracas por ser lesbianas. “No me gusta definirlo como un atentado a determinado colectivo, está mal, es terrible y repudiable sea contra quien sea”, dijo. Romina Del Plá, diputada nacional del Partido Obrero-Frente de Izquierda Unidad, le salió al cruce por Twitter y lo dejó en ridículo.
“Hablamos de lesbicidio porque es un crimen de odio contra la comunidad LGBT+, agravado por el ajuste y el recorte en presupuesto de género que empeora las condiciones de vida de las disidencias”, dijo Del Plá.
Efectivamente fue así, Andrea Amarante, Pamela Cobas y Roxana Figueroa venían siendo hostigadas por Justo Fernando Barrientos, su asesino, quien les decía “engendros” y “tortas”. Su odio contra las lesbianas dio un salto en calidad y lo expresó de la forma más barbárica: prendiéndolas fuego con un cóctel molotov.
Después de hacer un gran esfuerzo intelectual, Adorni le contestó a Del Plá con una captura de pantalla de la página de la RAE en la que se muestra que la palabra “lesbicidio” no está en el diccionario.
La RAE, para lamento de Adorni, señaló en su momento que “lesbicidio/lesbocidio son neologismos bien formados que se documentan para aludir al asesinato de una mujer lesbiana por su orientación sexual”. Este personaje viene de ser premiado por Milei con un aumento millonario de sueldo y su ascenso al cargo de secretario de Estado.
Como señaló Romina Del Plá, Adorni se ampara en la RAE “para desconocer la responsabilidad del Estado frente a cada uno de estos crímenes”.
Los ataques contra las personas que pertenecen a la comunidad LGBT+ son cebados por los gobiernos capitalistas, que someten a este sector de la población a las peores condiciones de vida, y refuerzan la influencia de la Iglesia en el sistema educativo, la cual lo utiliza como plataforma para divulgar sus preceptos oscurantistas y discriminatorios.
En 2023, hubo 133 crímenes de odio, lo que equivale a un aumento con respecto a las cifras de los años anteriores. Las mujeres trans representaron la mayor parte de los casos; sin ir más lejos, hace poco se supo que Sofía Fernández, perteneciente al colectivo, fue torturada y asesinada en una comisaría.
El gobierno libertario viene tratando de insuflar y/o estimular en sectores del pueblo el odio contra las diversidades sexuales. Milei llegó a decir que con la ESI se busca “exterminar a la población” y “destruir la familia”. Y la canciller Diana Mondino comparó el matrimonio igualitario con tener piojos. Con esta campaña busca justificar su política ajustadora y de reforzamiento del peso de la curia en la vida social.
Además, pretende ocultar la opresión y explotación particulares que sufre la comunidad LGBT+ bajo el capitalismo, utilizando artillería de tipo discriminatoria, fascistizante y segregacionista para enemistar a los trabajadores entre sí y desviar su atención de la verdadera causa de sus penurias: en este caso, el enorme ajuste que está llevando adelante el gobierno de La Libertad Avanza para enriquecer a un puñado de capitalistas parásitos.
Personas de la comunidad manifestaron “el peligro extremo que implica mostrarse en público con una pareja LBQ+ (lesbianas, bisexuales y queer) como una de las razones para no salir de su casa, abstenerse de tomarse de la mano con sus parejas o limitar sus desplazamientos y el uso de símbolos queer” (Human Rights Watch, 14/5). Y esto incluso se complica habida cuenta que la población LGBT+ tiene menos chances de tener una vivienda porque generalmente solo puede acceder a los peores trabajos (o ni siquiera eso). La opresión que sufre este sector de la población se ha manifestando en varios hechos de violencia que tomaron trascendencia a nivel nacional.
En 2016, Marcela Crelz fue asesinada a puñaladas en Isidro Casanova por su madre, que no aceptaba que fuera lesbiana. Higui fue apresada ese mismo año tras intentar defenderse de un grupo de varones que intentaron violarla. En 2017, Marian Gómez fue detenida por la policía de Larreta en la estación de subte por besar a su esposa. En 2018, Sofía fue insultada, acosada y agredida físicamente en CABA por ser lesbiana. En 2019, en la provincia de Buenos Aires, a Yesica le golpearon la cabeza con un fierro mientras le gritaban “lesbiana puta” (Presentes, 16/12/2019). La realidad refuta los planteos reaccionarios del provocador a sueldo del gobierno.
Este lunes 13 de mayo, una movilización en Barracas exigió justicia por Andrea, Pamela, Roxana y Sofía (quien fue la única sobreviviente); fue precedida por otras acciones que se desarrollaron días atrás y se dirigieron en el mismo sentido. Profundicemos la lucha para obtener justicia y organicémonos para terminar con este régimen que genera y promueve el odio contra las diversidades.
