Políticas

10/1/2023

CABA: la inflación supera las proyecciones oficiales y se mantiene en niveles récord

Alcanzó el 5,8% en diciembre, consagrando un 93,4% interanual.

Inflación.

La Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad dio a conocer el Índice de Precios al Consumidos de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA). Según el informe, en diciembre, la inflación porteña alcanzó el 5,8%, repitiendo el dato de noviembre, lo que indica una variación interanual del 93,4%. Así, la cifra supera la estimación del Ministerio de Economía, que proyectó una inflación para todo el país por debajo del 5% y espera que en abril llegue al 3%, el jueves se conocerán los números de diciembre.

Las principales subas se registraron en restaurantes y hoteles, con un promedio de alza de precios del 9% en diciembre que consagra un 108,2% anual, por encima de la inflación. Esto como resultado sobre todo de los aumentos permanentes en los alimentos, que registraron un alza de 4,7% (101% anual, también por encima de la inflación), atizado por dólar soja y la retención de la cosecha por parte de las patronales agrarias, incluso a pesar del programa Precios Justos lanzado por el gobierno para contener las subas. Sobre este punto, consultoras privadas afirman que el programa no tiene un gran nivel de acatamiento por parte de los supermercadistas, lo que oficia como otro botón de muestra del fracaso de la medida.

Sin ir más lejos, según la consultora Focus Market: “En este contexto, analizando la situación de consumo por familia de productos, todas retroceden en 2022 en los formatos donde hay precios justos. Alimentos al igual que Cuidado Personal son las de mayor caída en consumo mientras Limpieza y Bebidas presentan variaciones negativas de menor magnitud en el acumulado 2022 frente a 2021.”

En tanto, el rubro vivienda, agua, electricidad y gas, aumentó 6,3%, sobre todo debido a los aumentos desmedidos en el precio de los alquileres producto de la especulación inmobiliaria y el fracaso de la Ley de Alquileres, y a los tarifazos impulsados por el gobierno para reducir los subsidios y cumplir con las metas fiscales impuestas por el FMI. Tal es así que, en servicios, la suba fue del 6,1% y los bienes se incrementaron 5,2%, en tanto que los precios de los rubros regulados se encarecieron un 5,1%.

La Salud, por su parte, aumentó 6,3% debido a los incrementos en las cuotas de medicina prepaga y en los valores de los medicamentos. Debemos recordar también que el gobierno le habilitó más de 9 aumentos a las prepagas en lo que va del año acumulando un 113%, también por encima de la inflación. Queda claro entonces que el gobierno es el principal formador de precios.

Mientras tanto, el poder adquisitivo de los trabajadores continúa cayendo en picada. La canasta básica tuvo un aumento del 5,8% mensual, consagrado un 100% interanual. En tanto, los salarios no aumentaron en la misma medida, sobre todo porque, en general, las patronales, en complicidad con la burocracia sindical, cerraron paritarias por debajo de los niveles inflacionarios. El gobierno nacional, por su parte, tomó partido en varios conflictos salariales para mediar en favor de las empresas que buscaban abaratar la mano de obra, como fue el caso del Sutna, mientras le negaba aumentos en el Potenciar Trabajo a los más vulnerados y fijaba un salario mínimo de indigencia, que llegó a unos miserables $61.953 en diciembre. En CABA, los residentes y concurrentes exigieron salario y condiciones laborales en una lucha contra la política ajustadora de Larreta que duró meses, logrando incluso que todo el personal de salud, que cobraba salarios de miseria, se sumara a la medida.

Para los asalariados no registrados e informales, la cosa fue más compleja porque son los que más poder adquisitivo han perdido. Por su parte, para el monotributistas, que conforman una masa de aproximadamente 3 millones de trabajadores, los topes y escalas han subido por debajo de la inflación (72%), logrando que muchos tengan que recategorizarse aumentando la carga impositiva, la cual ha subido por encima de la inflación. Para el caso del autónomo la situación es más compleja aún por que los límites para el pago del Impuesto a las Ganancias han quedado por debajo de una canasta básica total, por lo que la mayoría quedan abrochados por el impuesto. El gobierno utiliza la inflación para aumentar la recaudación fiscal en un contexto de ajuste.

Queda claro que las medidas improvisadas del gobierno para contener la estampida inflacionaria continúan sin surtir el efecto esperado. A su vez, es quien atiza los niveles inflacionarios con sus propias políticas, en favor de los intereses del capital financiero y de los capitalistas locales, mientras descarga la crisis sobre los trabajadores. En CABA, Larreta cumple con la misma orientación ajustadora que impone el FMI.

La lucha en las calles es la única vía para recomponer los ingresos de todos los trabajadores, peleando por un salario mínimo igual a la canasta básica.

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