Políticas
10/4/2025
Conclusiones y perspectivas tras el paro general
50.000 personas acompañaron en Congreso a los jubilados.

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El paro más importante contra Milei.
El gobierno de Milei, desde Davos en adelante, no para de acumular fracasos y recibir golpes. Y ahora recibió uno por parte de la clase obrera en la movilización en la Plaza de los Dos Congresos en apoyo a los jubilados, y en un paro general que aún con sus límites es el más fuerte en la era Milei. Como todo paro general, es un pronunciamiento político de los trabajadores; y en cada rincón del país y lugar de trabajo que se pudo organizar y realizar, el paro es un punto de apoyo para enfrentar a la patronal el día después. Nada menor, cuando estamos ante un régimen que hace del ataque a los trabajadores su eje central. Eso, señalemos de entrada, con Daer y sus columnas parados a escuchar el acto protagonizado por las organizaciones de lucha de los jubilados, que le reclamaron en cuatro idiomas un verdadero paro activo de 36 horas y un plan de lucha hasta la huelga general. Algo que, al terminar, se repitió en la ronda alrededor del monumento de la plaza con los jubilados en la cabecera de miles de personas.
La movilización frente al Congreso reunió más de 50.000 personas, sin paro, en apoyo a la valiente lucha de los jubilados cada miércoles y desafiando el operativo de intimidación de Bullrich, que volvió a las estaciones de tren con los parlantes al estilo Videla llamando a denunciar en el 134 “a la casta sindical que atenta contra la República”. Contrariamente a lo anunciado, las calles del centro fueron de los manifestantes durante toda la tarde, y se volvió a poner de manifiesto que la represión del 12 de marzo fue una decisión política con resultado inverso: las manifestaciones del 19 y 24 de marzo, y la de este 9 de abril, dieron por tierra con el protocolo de Bullrich -más allá del revés judicial de la ministra en las horas previas. Además, pasando por arriba el pérfido anuncio, en día de lucha, de la elevación a juicio oral de los dirigentes del Polo Obrero y "Chiquito" Belliboni, que fue saludado en las calles como un héroe más que como el villano de los fachos de todo pelaje.
La movilización fue mayoritariamente compuesta por columnas obreras, fundamentalmente de los “cuerpos orgánicos” de centenares de gremios. Pero en casos como Smata o Camioneros reunieron a miles de manifestantes -en el primer caso con abandono de plantas-, o las llamativas columnas de la carne y la CATT, con las CTA con cierto número pero marcando el paso con paro sólo de ATE; y con gremios carnereando abiertamente como Gastronómicos o Plásticos, además de UTA, tanto al paro como a la movilización. Aún así, hubo una cuota de público trabajador independiente que se movilizó en apoyo a los jubilados, que se han transformado en una causa nacional que por sí misma constituye un gran activo del movimiento obrero y popular contra el gobierno.
Entre los sectores combativos se destacó la columna del Sutna, que fue engrosada por Fate en pleno plan de lucha contra una nueva tanda de despidos y contra un plan patronal flexibilizador; la movilización de los gráficos de Morvillo, que volvieron a ser noticia tras más de 40 días de ocupación de la planta; y las columnas de jubilados engrosadas respecto de las que vemos cada miércoles. También AGD UBA y Ademys, que pararon 48 horas; y la Unión Ferroviaria Oeste y el Sitrarepa integraron la cabecera de la columna independiente junto a piqueteros y jubilados. Un lugar especial lo ocuparon los trabajadores de peajes movilizados por 500 despidos, a pesar de la posición carnera del más derechista de los Moyano -el sector seguirá con paro por 2.500 despidos en puerta en distintas autopistas. Tras una importante asamblea, los trabajadores del Inti se movilizaron a la Avenida General Paz, como en viejos tiempos.
Pero una nota aparte en la movilización la dio el Frente de Lucha Piquetero que se congregó frente al Ministerio de Desarrollo Social y marchó desde allí a la Plaza de los Dos Congresos por la 9 de Julio y Avenida de Mayo, con cerca de 10000 personas, la mayoría de ellas del Polo Obrero, el día de la elevación a juicio de los compañeros. Una verdadera reacción de lucha, masiva, sin un micro, lo que demuestra la vigencia y potencialidad de este movimiento contra el hambre que organiza al sector más explotado de la clase trabajadora en medio del ajustazo. Mal que le pese a los fachos, y a los no tan fachos. Por primera vez las columnas del sector independiente y combativo de los movimientos sociales superó ampliamente en número a la Utep y demás sectores, los que en total fueron aproximadamente la mitad que el Frente de Lucha.
En el interior del país, las movilizaciones han sido pequeñas en las principales ciudades como Rosario, Tucumán o Córdoba, con excepción de Neuquén con unas 4.000 personas aún sin petroleros y Uocra. Pero en Córdoba, donde hubo dos convocatorias, se destacó por ser la más importante la convocada por el sector combativo de UEPC Capital recuperada, Químicos, Sutna, UTS, ATE Conicet, agrupaciones sindicales combativas, de jubilados y el Polo Obrero con unas 3.000 personas.
El paro en cuadro excepcional
El paro que se desarrolla mientras escribimos estas líneas es total en las plantas automotrices, masivo en Siderca -aún entre los contratados-, paró completamente Aluar y todos los petroleros de la Patagonia, por presión de la propia base. Fue masivo en trenes, subtes, aeronáuticos, bancos, universidades y escuelas; mayor en el comercio de provincia de Buenos Aires que en CABA, donde en general funciona. Las propias radios y canales no han podido evitar reflejar que los colectivos, que funcionan menos, van entre vacíos y semivacíos en grandes nudos como Constitución o Liniers; y con menos autos en calles y autopistas. Es el paro más importante contra Milei.
Dicho esto, la contradicción del paro es su falta de perspectiva y la condición de la dirección cegetista. Es aislado, convocado por una burocracia sindical desprestigiada y sobre todo que no organiza la lucha en cada gremio y lugar de trabajo contra la permanente ofensiva del régimen de Milei. En las últimas horas tanto Daer como Palazzo, por ejemplo, instalaron el reclamo por paritarias sin techo y por aumento a los jubilados, pero la burocracia es quien firma las vergonzosas paritarias a la baja en los topes de Milei, como la de Camioneros, UPCN o Gastronómicos. La tarea de organización para pelear el salario plantea superar a la burocracia, impulsando asambleas y plenario de delegados con mandato, que además refuercen la lucha contra los despidos y la flexibilización laboral que busca imponerse fábrica por fábrica de la mano de la recesión económica. La lucha contra los despidos ha sido sistemáticamente desarticulada por las direcciones, desde el Smata hasta ATE, desde UPCN hasta la UOM.
La burocracia, en esta característica de paro aislado de 24 horas, bloquea la apertura de un curso de intervención masiva de la clase obrera que explote a fondo la caída libre del gobierno que hace agua en todos los frentes, con la escalada del dólar, el incremento de la inflación, el desprestigio de la criptoestafa, los desaires de Trump, el porrazo con la Corte Suprema propia designada por decreto y hasta la derrota de la comisión investigadora y las interpelaciones en un parlamento que lo rescató cada vez que pudo incluido el cheque en blanco del DNU del FMI. El paro se dio en medio de una tendencia irrefrenable a una nueva devaluación con las consecuencias demoledoras para el poco crédito antiinflacionario que el gobierno conserva y con un nuevo endeudamiento desesperado con el FMI, cuyas condiciones todavía habrá que ver.
El establishment internacional empezó a pronunciarse para que el FMI no deje caer a la Argentina en medio del tsunami de las bolsas y mercados financieros por la onda expansiva que tendría un nuevo default en medio de la escalada de la guerra comercial, que seguirá aún cuando Trump haya retrocedido en chancletas en gran parte de ella, porque se trata de una tendencia profunda de fragmentación del mercado mundial, de tendencia a la recesión por la sobreproducción, de guerras monetarias y escalada armentística y bélica. En el fondo de la disputa está la declinación relativa del imperialismo norteamericano. Y Milei, como en el pacto Roca-Runciman, se asocia de manera colonial a la potencia en problemas. La clase obrera requiere de un viraje político e histórico que la ponga como caudillo nacional para intervenir en la crisis, algo por completo ajeno al peronismo.
La clase obrera argentina, aún golpeada y lejos de sus mejores momentos de organización, da para mucho más. Y esto se apreció en la movilización en Congreso y en el desarrollo del paro general. La condición es superar no sólo a la burocracia sindical, si no al peronismo que la incluye. Carlos Pagni, analizando la crisis vertebral del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, dijo el lunes pasado: “empieza a haber entonces una crisis estructural en todo el peronismo bonaerense, que es el lugar para el cual se creó el peronismo. Perón creó el peronismo para evitar una revolución social en el conurbano bonaerense”. Hoy esa función de sumisión de la clase obrera se traduce en este peronismo del FMI, capaz de “sostener a Milei para que termine su mandato”, como han planteado todas sus alas.
Una postal de la cuestión la brindó el acto de los jubilados. La reunión de la Coordinación de los Miércoles que le llevó los reclamos a la CGT y defendió allí su propio acto. Luego el documento común leído que planteó ante toda la cúpula del sindicalismo argentino puesto a escuchar: “Los jubilados de todo el país hemos puesto en evidencia que la política de Milei, apoyada por los partidos patronales es un robo descarado que toma especialmente los fondos previsionales. Los usa para pagar al FMI, para mostrar su falso superávit fiscal, para parar la corrida del dólar y el hundimiento de las acciones argentinas luego de su estafa con las criptomonedas. Consideramos que para terminar con la política de Milei y sus colaboradores debe continuarse con un plan de lucha y llegar a la huelga general, es decir a una gran acción de lucha política de los trabajadores, los jubilados y los desocupados para golpear de raíz al gobierno y a las patronales que vienen exigiendo la política de la motosierra y de liquidación de las conquistas obreras como son las jubilaciones, el trabajo en blanco, los convenios colectivos y el derecho de agremiación y de huelga”.
Superar la burocracia sindical peronista y al peronismo en su conjunto es la cuestión. Desarrollar la lucha por una nueva dirección en cada batalla. Fue la función del plenario de sindicatos combativos, movimiento piquetero y jubilados realizado en Morvillo ocupada y el reagrupamiento que impulsamos concretado en una columna independiente que llevó el cartel “paro activo y plan de lucha” estuvieron en esa dirección. El documento aprobado allí es estratégicamente coincidente con el de los jubilados. Es una guía para la vanguardia obrera en todo el país. Hacia el 1º de mayo que viene, para concretar después un plenario nacional incorporando a todas las nuevas expresiones antiburocráticas. Y, desde luego, las campañas electorales de los candidatos del Partido Obrero en el FIT-U, en las distintas elecciones provinciales incorporarán esta perspectiva. Las consignas "Fuera Bullrich" y el "Fuera Milei", están a la orden del día.

