Políticas

29/1/2021

Córdoba: una vuelta a las aulas sin condiciones

Organicemos la presencialidad segura.

El ataque furibundo del gobierno nacional a las y los docentes acusándolos de poner trabas a la presencialidad educativa, tiene su calco en Córdoba. Las declaraciones del gobernador Juan Schiaretti y el ministro de Educación, Walter Grahovac, se hicieron en ocasión de presentar de manera pomposa la compra de 100.000 computadoras para los sectores vulnerables y la posibilidad de créditos para la compra de notebooks para los sectores medios. El eje estuvo en la decisión del gobierno de la vuelta a la presencialidad como decisión tomada. Para ello hablaron de la observancia de los protocolos que ciñen al metro de distanciamientos, el barbijo y el alcohol. Una acción temeraria en escuelas sin agua, ni higiene, con edificios escolares que no han sido refaccionados con condiciones de máxima precariedad.

Sin ningún tipo de precisiones, hablaron de un sistema mixto de presencialidad y virtualidad combinadas con la mitad de los las alumnas y alumnos en la escuela cada 15 días. Frente a preguntas de los periodistas con relación a la vacunación solo cuestiones vagas. “Si llegan serán vacunados todos los docentes antes de fin de marzo”. Grahovac, con el desprecio que lo caracteriza frente a la docencia advirtió que “la vacunación puede ser optativa pero el dictado de clases es una obligatoriedad”.

Detrás del ataque a las y los docentes, los funcionarios esconden la improvisación y la inoperancia en grado sumo. Pero lo que no pueden esconder, es el fracaso de lo que fue un año de virtualidad que, en la provincia de Córdoba, contó con el slogan de la famosa “conexión en todos los establecimientos educativos” que no fue tal. Sin ir más lejos, las estadísticas arrojaban, en agosto, una desconexión de 80.000 estudiantes de las aulas virtuales. Todo esto sin contar el ataque a las condiciones laborales y salariales docentes y el ahorro que significó no poner un centavo en los edificios escolares que cualquier vecino conoce en qué estado se encuentran. La imposibilidad del uso a la “conexión” que pregona el gobierno, la padecieron miles de estudiantes que no tienen acceso a los servicios básicos y mucho menos a internet. Y fuimos los y las docentes quienes sostuvimos (pagando la electricidad, conexión, máquinas) esa virtualización sacrificando la intimidad del hogar.

La virtualización forzosa a la que nos vimos obligados mostró a las claras el abandono del Estado. Este abandono y fracaso se observa es los propios dichos del ministro Grahovac, a quien sin que se le moviera un pelo en el colmo del cinismo declaró en la conferencia de prensa que el desarrollo escolar del 2020 había constado de… ¡entregas de trabajos!

El eje de la discusión es si hay condiciones para la presencialidad. Los gobiernos esconden bajo la alfombra el escenario antieducativo que se presenta del que son responsables para fundamentalmente hacer recaer la imposibilidad de garantizar la presencialidad en la negativa de las y los docentes. Sin presupuesto y condiciones materiales, edilicias y sanitarias y de condiciones de trabajo para las y los docentes, no hay un buen regreso a las aulas. Los docentes fuimos precarizados en la virtualidad y miles perdieron su trabajo. La principal preocupación de Schiaretti no está colocada en garantizar el presupuesto para una educación acorde a las necesidades de la familia trabajadora, sino en cómo garantizar el pago de la exorbitante deuda de la provincia junto al negociado de la patria contratista y de los grupos capitalistas para los que gobiernan.

El gobierno provincial, junto con el invalorable apoyo de la conducción celeste de Uepc (el sindicato docente), aprobó la reforma del estatuto docente que lleva a la precarización, atacó el Nivel Superior a través del Memo 03/20 pone un cupo para abrir cursos, impuso una paritaria que fue un ajuste y avanzó como nunca sobre las jubilaciones con la ley más nefasta. Para la vuelta a clases, necesitamos las condiciones materiales, sanitarias y laborales sin que eso implique un riesgo en nuestra salud, de los estudiantes y las familias.

La burocracia celeste de Uepc mira para otro lado y apuesta fuertemente sumándose al ataque del Estado provincial. Ha planteado frente a una inquietud periodística de un medio local sobre si era necesario la convocatoria a nuevos docentes que alcanzaba con lo que había. Responsable de la precarización el salario por debajo de la pobreza y las jubilaciones de miseria, se anota en la tarea de disciplinar a los y las docentes bajo el yugo de la superexplotación. Exigimos asambleas inmediatas en las escuelas y en los departamentos que elaboren un programa de reivindicaciones y un plan de lucha para sostenerlo.

La forma de abordar la apertura de las escuelas necesita de una inversión imprescindible para cualquier tipo de presencialidad. Es necesaria la refacción y construcción de escuelas y aulas para garantizar el distanciamiento. El aumento de los cargos docentes para dividir en grupos más chicos las aulas. Para eso es necesario que ningún docente perciba un salario por debajo de la línea de pobreza y que todos los cargos y horas sean cubiertas.

Frente a la posición por parte del Ministerio de Educación de que la presencialidad estará en manos de las inspecciones, debemos discutir la conformación en todas las escuelas de comités de salubridad, seguridad e higiene electos que la garanticen; la defensa de la educación pública y de las condiciones salariales y laborales está en manos la docencia. Particularmente, la paritaria 2021 para que el salario docente salga de la indigencia, la lucha por la derogación del memo que limita la apertura de cursos del nivel superior en las carreras de formación docente, la derogación de la ley que ataca las jubilaciones y la reforma del estatuto del docente de nivel medio. Es un planteo central el que exige la cobertura de todas las vacantes de cargos y horas catedra, y la convocatoria a nuevas camadas de docentes para garantizar la presencialidad.

Desde Tribuna Docente, convocamos enérgicamente a preparar esta intervención a un plenario de las escuelas para la semana del 8 de febrero que discuta, resuelva y organice el programa y la acción de los educadores frente a la paritaria y las vuelta a clases.

La intervención de la docencia se vuelve indispensable para superar el límite que quiere imponer la conducción celeste de Monserrat y compañía. Es el eje que está en el germen de la convocatoria al XIII Congreso Nacional de Tribuna Docente que se desarrollará los próximos 20 y 21 de febrero en donde debatiremos y resolveremos un programa y un plan de acción para la docencia de Córdoba y de todo el país.