El periodista Manu Levin realizó, en el programa español La Base, un análisis sobre cómo el sionismo opera a través de los medios de comunicación argentinos para justificar su política de exterminio y de limpieza étnica contra el pueblo palestino.

Para ello tomó algunos momentos de la televisión local en los que periodistas esbirros de los medios capitalistas adoptaron una posición de defensa cerrada de la orientación del Estado de Israel en el conflicto actual, a menudo atacando o censurando a quienes sostienen una posición de repudio a sus crímenes y de apoyo a las masas palestinas. Y realizó, junto a sus colegas, algunas apreciaciones sobre ello.

En La Nación+, a mediados de octubre, Débora Plager, Marina Calabró y Luis Novaresio arremetieron en pleno programa contra la periodista Melisa Trad (quien fue invitada al canal) por pronunciarse en rechazo a los crímenes de guerra, el genocidio y la matanza de niños llevados adelante por el gobierno sionista. Novaresio se retiró de allí diciendo que no dialogaba con “antisemitas”.

En La Base remarcaron el carácter “macartista y asfixiante” de esta situación. Asimismo, expusieron que en ESPN, en la previa a un partido en el que se enfrentaron Boca y Newell’s, uno de los relatores dijo “condenamos enérgicamente a los terroristas de Hamas y reclamamos la liberación de los rehenes, de los cuales 21 son nuestros. Necesitamos y exigimos que vuelvan a casa, que regresen con sus familias. No decir nada es sinónimo de complicidad”.

“ESPN no dice nada sobre los más de 6.000 presos palestinos, ni sobre el colonialismo o el apartheid, ni sobre nada”, denunciaron los periodistas españoles.

A su vez, criticaron la censura y los ataques que en Argentina se están llevando adelante contra el músico de Pink Floyd, Roger Waters, un defensor de la causa palestina. Waters tiene previsto tocar en Buenos Aires y dos hoteles se niegan a alojarlo por sus posiciones políticas.

Varios medios, entre ellos La Nación+ y A24, declararon su apoyo a la censura contra Waters. “Está envuelto en escándalos, manifestó una vez más su postura antiIsrael”, dijeron desde el primero; “sus declaraciones lastiman mucho al mundo israelí, hay cosas que no pueden decirse”, señalaron desde el segundo.

Levin, asimismo, exhibió los ataques que Jonatan Viale desarrolló contra la dirigente del Partido Obrero, Vanina Biasi, por defender la causa palestina y repudiar los crímenes del sionismo. Novaresio criticó duramente a Biasi por llevar el pin de una bandera palestina en su remera.

“Todo esto, mientras los periodistas montaron una bandera de Israel en la mesa del panel, dando a entender que eso está bien y que la bandera palestina equivale a una apología del terrorismo”, señalaron en La Base.

Eduardo Feinmann, otro epígono del sionismo, dijo “me dio asco lo de Biasi”, a quien acusó de provocadora. “La izquierda siempre está del lado de los terroristas y no de las democracias liberales del mundo”, dijo. La democracia sionista que aplica métodos hitleristas contra la población palestina y la democracia estadounidense explotadora, invasora y asesina de pueblos, son algunos de los “modelos” admirados por el periodista Feinmann, que también sostiene que repudiar los crímenes del Estado de Israel es antisemitismo.

“Lo que provoca el antisemitismo es arrogarse la representación de los judíos para cometer un genocidio en Palestina. Ser antisionista no tiene nada que ver con el antisemitismo; existen judíos antisionistas. Hay un Estado que usa los símbolos históricos de los judíos para asesinar a miles de niños, que acusa de antijudío a todo el que lo critique. Es normal que la gente identifique equivocadamente a los judíos con ese Estado y su política criminal. El principal responsable de la judeofobia en el siglo XXI es Netanyahu y sus propagandistas, como ese tal Feinmann”, dijo correctamente Levin.

El periodista recogió testimonios de activistas de Judíes por Palestina, una organización argentina integrada por miembros de la comunidad judía que repudian la política sionista, para desbaratar la idea de que el antisionismo es una variante de antisemitismo. Explicó lo farsesco de esto evidenciando cómo fascistas de la política internacional, entre ellos Santiago Abascal (Vox, España), Marine Le Pen (Agrupación Nacional, Francia) y Georgia Meloni (Hermanos de Italia), apoyan al Estado de Israel.

“Hemos visto mercenarios con símbolos neonazis luchando en las filas sionistas, o, como sucedió en Alemania, a individuos que se enfrentan y provocan a manifestantes propalestinos realizando el saludo nazi”, señaló.

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