El próximo 11 de febrero, en el Microestadio del Club Lanús, el Partido Obrero desarrollará un plenario abierto a todes les luchadores y activistas para poder impulsar una pelea a fondo por una agenda propia y una intervención decidida del Frente de Izquierda.

El proceso electoral que se abre, y va a culminar con la elección presidencial, está marcado por el fracaso de todas las fuerzas políticas que nos vienen gobernando. Tanto el Frente de Todos como Juntos por el Cambio son los principales responsables de la crisis en curso y ya sabemos que no ofrecen otra medida que el ajuste al pueblo trabajador. La razón es simple: la prioridad del actual gobierno “nacional y popular” es satisfacer las demandas del FMI, los bancos y los fondos internacionales de crédito.

Alberto Fernández, Sergio Massa y Cristina Fernández de Kirchner vienen aplicando el programa que dictó el FMI, cumpliendo al pie de la letra una agenda que solo trajo consigo más hambre y miseria. En el país ya tenemos más de un 40% de pobreza -aún mayor en los menores de 16 años-, una inflación que se devora los salarios, pero la única respuesta del Ministerio de Desarrollo Social es el ataque a las condiciones de vida de los más necesitados, dando de baja más de 160.000 asignaciones del programa Potencial Trabajo.

Por otro lado, no sorprende que la derecha de Juntos por el Cambio quiera aprovechar la desilusión popular y el fracaso de “la vuelta del asado” a la Argentina. Intentan tapar el sol con la mano, porque ellos son los que gobernaron con Macri y hundieron al pueblo mientras se fugaban las riquezas del país.

Sabemos que se vienen nuevos ataques: tienen en su agenda reformas antipopulares, golpeando aún más a los jubilados y aplastando los derechos laborales, con la colaboración de la burocracia sindical. En paralelo avanzan en la depredación ambiental para beneficiar a las mineras, las petroleras y las patronales sojeras.

Esta orientación que quieren aplicar, de ajuste contra el pueblo, es la que está provocando grandes rebeliones en América Latina, como la que sucede en Perú contra el golpe de Dina Boluarte.

El facho y antiobrero de Milei, defensor del modelo menemista, es un enemigo de los derechos laborales y de las mujeres, y tiene dentro de su fuerza a defensores de la dictadura militar. De liberal no tiene nada, es un abanderado de la casta empresarial y de la fuga de capitales.

Por eso se nos presentan enormes desafíos. El plenario del 11 nos tiene que permitir el debate por un programa propio, para construir un movimiento popular con banderas socialistas, que rompa con el FMI y plantee una salida de les trabajadores a la crisis de cara a la batalla electoral.

Servirá para insistir en la necesidad de un congreso del Frente de Izquierda, que sería una instancia para integrar a los activistas que están luchando o se referencian en el FIT-U para la pelea electoral contra todos los políticos capitalistas. Sin proponerse agrupar al activismo que está enfrentando el ajuste, el Frente de Izquierda queda reducido a una fuerza meramente electoral. Como tal, se vuelve mucho más permeable a las presiones propias de las fuerzas capitalistas. Es lo que venimos discutiendo con el PTS, que largó candidaturas a mediados del 2021, en forma muy temprana, mientras el Partido Obrero colocaba su empeño en desarrollar una lucha a fondo contra el ajuste del gobierno del Frente de Todos.

El PTS reincide sistemáticamente en darle la espalda a la lucha piquetera: en un nuevo episodio, estuvo ausente la última semana de las grandes movilizaciones de la Unidad Piquetera contra las 160.000 bajas aplicadas por Tolosa Paz, Massa y el Fondo Monetario. Pero además combina su orientación electoralista con guiños permanentes al gobierno nacional, como la defensa de Cristina Fernández o el gesto de levantar a sus diputados para permitir que se votara el impuesto especial para la Policía Aeroportuaria. En estas condiciones, es preciso poner en discusión qué tipo de Frente de Izquierda necesitamos para desarrollar una alternativa de la mano de las luchas populares.

Impulsemos al Frente de Izquierda Unidad. Por una salida de la izquierda y los trabajadores, el próximo 11 de febrero llenemos el Microestadio de Lanús de luchadores y luchadoras.

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