Políticas

7/9/2023

El “amplio perdón fiscal” para los fugadores que promueve Milei es un incentivo para el delito organizado

Carlos Rodríguez, jefe de asesores económicos del candidato a presidente, dio a conocer algunas de las medidas que tomaría un eventual gobierno “libertario” para hacerse de divisas.

Carlos Rodríguez y Javier Milei.

Carlos Rodríguez, jefe de asesores económicos de Javier Milei, dio a conocer algunas de las medidas que tomaría un eventual gobierno “libertario” para hacerse de divisas y así poder sostener un esquema de dolarización de la economía. Entre ellas se encuentra un perdón fiscal para que los capitalistas que tienen dólares en el exterior o “debajo del colchón” los reingresen en el sistema financiero.

El perdón fiscal de Rodríguez y Milei incluye la eliminación “para atrás y para adelante” de Bienes Personales y de multas; y la elevación del monto mínimo para que la UFI abra una investigación sobre la procedencia de los ingresos de personas o empresas.

Los blanqueos impulsados por los distintos gobiernos fueron un mecanismo aprovechado no solo por los agentes de la fuga de capitales sino también para legalizar dinero proveniente de actividades delictivas como el narcotráfico, las redes de trata o el tráfico de armas, y así introducir esos fondos turbios en el circuito económico legal.

Los narcos y las bandas mafiosas, y sus protectores del poder político y judicial, impulsan el lavado de dinero a través del sistema financiero, con transacciones ficticias o la compra de bienes o activos de alto valor que puedan ser fácilmente convertidos en efectivo. Cumplen un rol clave en este circuito delictivo los banqueros, los exportadores con puertos privados y otros sectores capitalistas (casinos, inmobiliarias, concesionarias de autos de lujo, etc), los cuales sacan una tajada de esta movida.

La propuesta de Milei y Rodríguez es un megaincentivo para el desarrollo de la corruptela. “Es cuestión de explicarle al GAFI que vamos a elevar grotescamente (el monto que se toma en consideración para investigaciones por lavado) para evitar lo que nos pasó en el pasado, en que los argentinos se convirtieron en evasores”, afirmó Rodríguez. Quieren convertir a la Argentina en un paraíso fiscal narco.

Algo muy parecido dijo Carlos Melconian, el elegido de Bullrich para ocupar la cartera de Economía en un eventual gobierno suyo. “Lo que se habla acá es permitir para sumas pequeñas y sin costo fiscal, sin el riesgo de que la AFIP pregunte o intervenga, que la gente si quiere pueda usarlos (dólares) sin riesgo”, dijo, al explicar que su esquema bimonetarista se sostendría sobre la base de un régimen de facilidades para la utilización de dólares fugados por los capitalistas.

Asimismo, la dolarización que propone Milei sería beneficiosa, por ejemplo, para los narcotraficantes, pues sería más fácil para ellos poseer la divisa norteamericana en su poder.

Rodríguez dice que esta es la única forma que existe para que los capitalistas ingresen sus dólares en el sistema financiero local. La burguesía argentina ha depositado en el exterior unos 428.635 millones de dólares. Se trata de un proceso que se viene desenvolviendo hace muchísimo tiempo; los diversos gobiernos patronales (los Kirchner, Macri, la actual gestión del Frente de Todos, etc) fueron un factor de su impulso.

En el podio de los fugadores se encuentran la familia Eskenazi (conquistó su lugar de accionista de Repsol-YPF de la mano de Néstor Kirchner), el grupo Whertein (financista de la campaña de CFK en 2011), Mauricio Filiberti (socio de Vila-Manzano en Edenor y proveedor de cloro de Aysa), Techint, Arcor, Pampa Energía y el Grupo Clarín, entre otros.

Carlos Rodríguez dijo que a los evasores de impuestos hay que “pedirles perdón por haberlos obligado a ser delincuentes y sin que tengan que pagar una multa”. Sin embargo, todo esto muestra que los capitalistas no son obligados a delinquir sino que son una clase social parasitaria que vive a costa del saqueo del país.

Además, afirmó que “restablecer la confianza será un proceso que precisará hechos verificables, dolor y tiempo”. En tanto el perdón fiscal significa un premio para capitalistas delincuentes, los narcotraficantes y los proxenetas, el dolor recaerá sólo sobre la clase obrera, que padecerá las consecuencias de una ofensiva patronal en regla.

Solo un gobierno de trabajadores puede terminar con el parasitismo capitalista y utilizar la riqueza creada por la clase obrera para desarrollar las fuerzas productivas del país.

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