Políticas
12/11/2025
El descarrilamiento del tren Sarmiento y el ajuste de Milei
Los trabajadores denuncian que no se debió a una falla humana.

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El descarrilamiento se produjo a la altura de la estación Liniers.
Una formación del Ferrocarril Sarmiento, que viajaba desde Moreno hasta Once, descarriló este martes a la altura de la estación Liniers. Veinte personas sufrieron politraumatismos, según el Same. Es otra consecuencia de un proceso de vaciamiento y privatización impulsado por los distintos gobiernos capitalistas, que subsiste bajo la gestión libertaria de Milei.
El Sarmiento se encuentra funcionando con demoras y cancelaciones, ya que se produjeron fallas eléctricas y daños en las señales. Por otro lado, se abrió una causa judicial para determinar si el hecho se debió a una falla técnica o humana, en un juzgado a cargo del juez federal Julián Ercolini. Rubén Sobrero, secretario general de la Unión Ferroviaria Seccional Oeste, descartó que se tratara de una falla humana, señalando que en el Sarmiento se instalaron sistemas que justamente las impiden.
“Son cambios nuevos, entregados hace una semana. Tienen un enclavamiento que impide que el señalero los accione mientras pasa una formación. Se activó solo, no sabemos cómo, pero podemos asegurar que no fue una falla humana. Si quisieras descarrilar a propósito, no podrías, porque el enclavamiento no lo permite", señaló (El Destape, 11/11). Exigimos, en este contexto, una investigación a fondo que determine las verdaderas causas del descarrilamiento.
Esto, además, se da en el marco de un largo y sistemático proceso de ajuste y penetración capitalista en el sistema ferroviario. Los negocios privatistas impulsados bajo el menemismo, la estatización promovida por el kirchnerismo durante la “década ganada” y el vaciamiento macrista son parte de una orientación social proseguida actualmente por el gobierno de Milei. La corruptela se vio en el Sarmiento con el (fracasado) soterramiento con el que lucró la patria contratista.
Ya ha habido otros descarrilamientos, como el del ferrocarril San Martín en 2024. La expresión más brutal de ese vaciamiento ha sido la Masacre de Once, ocurrida en 2012, que además puso de manifiesto un esquema de sobreprecios y otras corruptelas orquestado desde las altas esferas del gobierno K. El crimen de Mariano Ferreyra también estuvo atravesado por negocios capitalistas, en los que participaba la burocracia de la Unión Ferroviaria.
Milei viene impulsando una política de desguace del sistema ferroviario, con el recorte de presupuesto y despido de trabajadores, con la mira puesta en avanzar en una mayor privatización. Con la presentación del Presupuesto 2026, dejó muy en claro su intención de profundizar esa deriva; no incluye la compra de trenes que iban a ser destinados a la flota del AMBA (líneas Sarmiento, Mitre, Roca y Belgrano Sur), que tiene hoy en día formaciones antiguas (enelSubte, 18/9).
Tampoco fue contemplada la compra de 200 coches eléctricos chinos adicionales para la línea Roca para reemplazar los viejos trenes Toshiba, problema que se arrastra desde hace años; ni las obras de infraestructura para los ferrocarriles Belgrano y San Martín; o la renovación de más de 1.800 km de vías del San Martín. El presupuesto, asimismo, ratifica la cancelación de los proyectos de modernización y electrificación de las líneas Mitre, San Martín y Belgrano Sur.
El gobierno, que cuenta con la complicidad de la burocracia de la Unión Ferroviaria, que no ha convocado ningún plan de lucha para enfrentar esta orientación antiobrera, genera así las condiciones para más accidentes y crímenes como los mencionados.
Enfrentemos el ajuste del gobierno.




