Políticas
26/6/2025
El escenario político y electoral en la provincia de Buenos Aires

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Kicillof.
A menos de un mes del cierre de listas, ni la derecha ni el peronismo tienen cerradas sus internas de cara a las elecciones desdobladas de setiembre y octubre, una condición imprescindible para el escenario de polarización política que pretenden las principales fuerzas políticas de la burguesía.
Cortocircuitos en la derecha
La mayoría de las encuestas “pronostican” que de concretarse el acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO, la derecha podría imponerse en las elecciones de la provincia de Buenos Aires. Estas encuestas son una foto que no registra el aumento de la desocupación -que roza el 8%- ni las contradicciones y crisis crecientes que envuelven el "plan económico" de Milei y Caputo para llegar a octubre sin devaluar y sin un salto inflacionario.
El mentado acuerdo entre libertarios y amarillos -que Cristian Ritondo da por cerrado- sigue en veremos porque Javier Milei quiere una rendición incondicional del macrismo y su integración completa bajo el sello violeta de La Libertad Avanza. En las filas de los heridos del PRO están la mayoría de sus quince intendentes a quienes el mileísmo quiere quitar todo poder de negociación, avanzando en sus distritos. Nuevamente se escuchan los reclamos de libertad de acción de los intendentes para disponer alianzas municipales, y lo mismo ocurre con la devaluadísima UCR, que está partida entre los radicales con peluca y los que buscan una fantasmal vereda del medio con un peronismo marginal y por fuera de la interna entre Kicillof, Máximo y Massa.
Milei carece de figuras de peso en las secciones electorales y en los municipios, lo que lo obligará a jugar personal y directamente en la campaña electoral de setiembre con los riesgos que esto implica si los resultados lo desfavorecen en los conglomerados más populosos del Conurbano. El "congreso" de la Libertad Avanza en La Plata, que contará con Milei y Espert como oradores de fondo, viene por ahora sin grandes definiciones.
La CGT, ¿de Kicillof o de Milei?
La derecha explota el colaboracionismo de la burocracia sindical y del peronismo para que pase el ajuste, incluido el de Kicillof que pulveriza salarios estatales y jubilaciones bonaerenses. La promesa de Cristina de "volver" o "ser llamada" en el 2027 grafica la renuncia de palabra y de hecho a toda organización y movilización popular para echar a Milei. Ni Cristina ni Axel abrieron la boca para denunciar los bombardeos sionistas y de Trump contra Irán, aún cuando Milei festeja la escalada bélica -como lo hizo con el genocidio en Gaza- mientras proclama a Irán como enemigo de la Argentina.
La incorporación de la dirección de la CGT al "Consejo de Mayo" con el buchón Gerardo Martínez de Uocra como nave insignia es un cheque abierto a las reformas antilaborales y antijubilatorias que exige el pacto colonial con el FMI. Poco tiempo atrás los hermanos Daer, el barrionuevista Acuña, el camionero Octavio Arguello, Andrés Rodríguez de Upcn y otros pesos pesados de la burocracia sindical le pusieron el gancho al lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) mientras el propio Axel Kicillof se sacaba cuántas fotos pudiera con los "representantes del movimiento obrero". Son los mismos sátrapas que rechazaron movilizarse contra el fallo prescriptivo que condenó a Cristina y los mismos que actúan como marionetas de Milei y su camarilla reaccionaria.
Los silencios de Kicillof delatan sus compromisos con lo más podrido y participacionista de la "famosa CGT", y son un lastre para toda pose progresista. Milei tomó nota también del accionar a media máquina del kicillofismo y los sindicatos ceteístas enrolados en el MDF, que fueron de cuerpo blando a la Plaza de Mayo y sin mayor entusiasmo. La detención e inhabilitación de Cristina, lejos de empujar la unidad del peronismo, es un factor de mayor desintegración.
Kicillof y el plato recalentado de la "Mesa de Unidad"
La convocatoria de Kicillof a una "Mesa de Unidad" del peronismo para enfrentar a Milei es una réplica de contragolpe al frente electoral en marcha entre La Cámpora y el Frente Renovador que llevaría por nombre "Peronismo". La "Mesa", que reflotó el gobernador, es un recurso repetido y gastado sin otro efecto que el tensar aún más las disputas al interior de un peronismo bonaerense dividido.
La conformación de las listas en las ocho secciones electorales y en los municipios de la provincia de Buenos Aires enfrentan a Kicillof con la alianza kirchnerista-massista y acelera las pretensiones de los intendentes alineados en el MDF kicillofista que quieren su propia "lapicera electoral" en las comunas que gobiernan. La posibilidad de una ruptura del peronismo sigue abierta y no se limita a la primereada de Máximo Kirchner para heredar la cabeza de la tercera sección. El gobernador necesita sí o sí imponer el 50% de las candidaturas en juego para tener un bloque propio con peso en la Legislatura. Este es el reclamo que hizo Carlos Bianco, jefe de ministros del gabinete provincial, para "darle gobernabilidad" a Kicillof en sus dos últimos años de mandato.
Con una representación minoritaria, Kicillof tiene cuestionado su proyecto presidencial para el 2027 y seguirá penando como hasta ahora. El Ejecutivo fracasó en que la Legislatura le apruebe la ley de Presupuesto 2025 y la autorización para tomar nueva deuda por mil millones de dólares para afrontar los pagos de la deuda externa bonaerense.
El pejotismo de Cristina
El lanzamiento de Peronismo es una movida de La Cámpora y Massa para doblegar las pretensiones de Kicillof y de última para forzarlo a competir por afuera del PJ bonaerense si no se disciplina. Por eso los armadores de Peronismo, en yunta con los apoderados del Justicialismo bonaerense -que formalmente preside Máximo Kirchner-, quieren atar la conformación de las listas a una Junta Electoral única que les reporte para las elecciones de setiembre y las nacionales de octubre.
Esta semana está prevista una "cumbre" en la sede del Partido Justicialista, con eje en las elecciones de la provincia de Buenos Aires. De la partida serán parte el kirchnerismo como anfitrión, su aliado el massismo del Frente Renovador, Nuevo Encuentro de Sabatella, el Psol del banquero Heller y Patria Grande de Grabois. En principio, el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) no concurrirá al cónclave mientras Kicillof prepara su propia convocatoria a la "Mesa de Unidad".
La mudanza de nombre (Peronismo) forma parte también de un operativo de licuación del propio kirchnerismo, y del que pretende sacar ventajas Sergio Massa para quedarse con la candidatura a primer diputado nacional. Por eso mientras pacta con Máximo Kirchner, Massa amenaza con ir solo si no hay un acuerdo más general. Cristina, por su parte, no pierde oportunidad de criticar los "excesos progresistas" que -según acusa- habrían alejado al Frente de Todos y a Unión por la Patria de las clases medias. Un giro a la derecha, en buena medida adaptada al discurso retrógrado del marginal Guillermo Moreno pero también del " socialcristiano" Juan Grabois.
Las luchas contra el ajuste de Kicillof
El sostén a Kicillof tiene como base a los nuevos barones del conurbano; pero también a las burocracias sindicales integradas, en particular a las dos CTAs, bomberas de todos los reclamos. En la provincia de Buenos Aires van extendiéndose las luchas por el salario y la reapertura de las paritarias. Después de las huelgas docentes multicolor contra la "paritaria de hambre" de Baradel y Kicillof, los obreros de Astillero Río Santiago (ARS) le impusieron a la burocracia de ATE Ensenada la asamblea general de fábrica y un plan de acción por aumento de salarios y obras para reactivar al ARS. Esta semana la Comisión Provincial de Médicos Residentes marchó en La Plata contra los sueldos de miseria resaltando la experiencia combativa y educadora del Hospital Garrahan.
La burocracia kicillofista está pagando los costos de su adaptación al ajuste. La Asamblea de Astilleros Río Santiago votó la exigencia de renuncia del presidente de la empresa y de todos los funcionarios que lo acompañan. Se trata de Pedro Waisejko, quien como se destaca en Prensa Obrera- reparte su tiempo entre su rol de patrón de estancia del ARS y "dirigente" de la CTA Yasky. Desde su nombramiento como presidente del Astillero, Waisejko fue el Caballo de Troya de la "sociedad anónima" y la injerencia del capital privado, una política promovida tanto por Kicillof como por el kirchnerismo.
Frente de Izquierda y movilización política
La cuenta regresivas hacia el 19 de julio (cierre de listas) corre también para el Frente de Izquierda Unidad. Está en juego la estrategia que debe seguir la izquierda para enfrentar y derrotar a la derecha pero también a la política ajustadora y de endeudamiento de Kicillof que descarga la crisis financiera de la provincia sobre los trabajadores.
La campaña electoral debe servir para elevar la conciencia popular, desplegando una gran agitación política contra el gobierno liberfacho y por la unidad de acción de los explotados en la lucha. Fuera Milei es una consigna de acción para impulsar la lucha por las reivindicaciones de las masas, incompatibles con el gobierno derechista.
Los plenarios del Frente de Izquierda Unidad, que impulsa el Partido Obrero, están al servicio de una gran movilización político-electoral de la militancia y los simpatizantes del FIT-U pero también del activismo que va emergiendo en las luchas y busca un camino de independencia frente al peronismo. Todo intento por rescatar al peronismo es para la izquierda el abrazo del oso y un acto de liquidacionismo político. Con el Frente de Izquierda movilizado discutamos las candidaturas para presentar batalla en setiembre y octubre.

