El FMI publicó un comunicado que brinda algunos detalles sobre el acuerdo al que arribó con el gobierno nacional por el desembolso de U$S 7.500 millones. Se trata del anuncio de nuevos zarpazos contra los trabajadores: más devaluación, más tarifazos y nuevos recortes sobre los salarios del sector público y las jubilaciones.

Kristalina Georgieva, la titular del organismo, afirmó que es “esencial” alcanzar el déficit fiscal primario –diferencia entre los ingresos y egresos del Estado sin contar el pago de intereses de deuda– acordado del 1,9% del PBI. Para alcanzar ese objetivo, el gobierno Massa-Kirchner deberá “reforzar los controles de gasto con medidas iniciales dirigidas a actualizar las tarifas de la energía y contener los salarios públicos y las pensiones”.

En primer lugar, tendrá que continuar recortando los subsidios que el Estado les gira a las privatizadas y habilitar nuevos aumentos de tarifas –como forma de mantener las ganancias del capital. Es una política que echaría más nafta al fuego de la inflación, la cual se encuentra en niveles históricos, y que agudizaría las contradicciones económicas de un país en el que las condiciones para que tenga lugar una hiperinflación se vienen desarrollando a todo vapor.

Por otro lado, el Ejecutivo se aprestará a implementar ataques más pronunciados contra el salario de los trabajadores del sector público, el cual viene cayendo en picada. Según El Cronista (22/8) se encuentra “un 25% por debajo de su nivel máximo de 2013 y un 18% por detrás de los valores de principios de 2018”.

Esto último, además, plantea un choque contra sectores de trabajadores que se vienen organizando frente al ascenso del fascista Javier Milei y el ajuste de Massa y el FMI. En el Inti, una asamblea convocada por la Junta Interna de ATE, de la que participaron más de 400 trabajadores, votó un pliego de reivindicaciones que incluye el pedido de pase a planta permanente.

Los sindicatos combativos docentes están planteando la necesidad de una una jornada nacional de paro y movilizaciones en todo el país en defensa de la educación pública y de los derechos de la docencia (salario, etcétera) para el 6 de septiembre. Los trabajadores del Conicet vienen de realizar una asamblea en el Polo Científico en la cual se discutió no solo cómo enfrentar a Milei sino también cómo avanzar en una lucha en reclamo de mejoras salariales y contra la precarización laboral reinante.

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Por otro lado, el Fondo exige redoblar la ofensiva en curso contra los jubilados. El haber mínimo, que es percibido por más de la mitad de los jubilados del país, es de $70.938; está casi $178.000 por detrás de la canasta de pobreza de julio medida por el Indec. Asimismo, el gobierno nacional viene reduciendo los gastos destinados a las diversas prestaciones sociales.

Georgieva reivindicó la devaluación del peso argentino que el ministro-candidato aplicó luego de las elecciones Paso y exigió que las tasas de interés permanezcan en niveles “debidamente positivos” (o sea, por encima del índice inflacionario) para aminorar las tendencias a la corrida cambiaria. El Fondo también ha dado luz verde para que el gobierno pueda utilizar dólares para intervenir el mercado financiero.

Una parte de los U$S 7.500 millones será utilizada por el gobierno para cancelar deuda con el BID, la CAF, Qatar y China. Otra parte, como se ha mencionado, irá a financiar la corrida cambiaria. El préstamo no fortalecerá las alicaídas reservas del BCRA; se usará para fines completamente parasitarios. Entretanto, se avizoran nuevas devaluaciones, que son un mecanismo capitalista de confiscación del ingreso de los trabajadores.

Bajo el mandato de los Fernández, la deuda pública se ha incrementado exponencialmente; es decir, se ha profundizado la opresión y la explotación de Argentina por parte de las potencias capitalistas. La tutela del FMI y del imperialismo sobre el país, que es bancada por la burguesía argentina y sus políticos, es una losa insoportable para los trabajadores.

La aplicación de las medidas que están en el paper del Fondo traerá consigo un aumento de las penurias que está sufriendo el pueblo trabajador y no sacará a la Argentina de la bancarrota económica en la que se encuentra. Massa le hace juego a Milei, que crece explotando el hastío de amplios sectores de la clase obrera con el estado actual de cosas. El autopercibido libertario hace demagogia con esta situación, posando de defensor de las masas pobres, pero ha dicho que propone un ajuste “más grande” que el exigido por el organismo.

La única forma de terminar con el ajuste y el robo de la riqueza nacional por parte de la clase capitalista nacional e internacional es rompiendo con el FMI y desconociendo el pago de la fraudulenta y usuraria deuda externa. Se trata de medidas para defender a los trabajadores de la pauperización social a la que los conduce la debacle capitalista. Solo un gobierno de trabajadores y la izquierda puede llevarlas adelante.

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