Al día siguiente de que el interventor Luis Riva anunciara, en dialogo con medios de la región, las intenciones de cerrar la planta de explosivos de Fanazul (dependiente de Fabricaciones Militares), el pueblo salió a defender los puestos de trabajo.

El jueves 4 se desarrolló una gigantesca movilización de más de 5 mil personas (algunos medios hablaron de 10 mil), como pocas veces se vivió en la historia de la ciudad. La presencia en ella de columnas de los sindicatos de la ciudad mostró que los trabajadores están a muerte con esta lucha. Al terminar la marcha, los fabriqueros se prepararon para comenzar el acampe que estaba anunciado en el veredón municipal.

 

 

Desde un drone: así fue la puebleada en Azul para protestar contra el despido de más de 130 trabajadores de la planta de Fabricaciones Militares. Video de Cooperativa Dynamo. pic.twitter.com/htSSytUn8U

— El Destape (@eldestapeweb) 5 de enero de 2018

La movilización culminó con un acto a cargo de los dirigentes de la gremial estatal ATE. La intervención del secretario general de ATE Provincia, Oscar De Isasi, que hizo énfasis en la “unidad” y estuvo cargada de frases combativas, eludió cualquier definición de un plan de lucha para derrotar los despidos y el cierre de la fábrica.

Bertellys maniobra con un Comité de Crisis

El intendente Hernán Bertellys (macrista, ex kirchnerista) fue una pieza clave para viabilizar la política del gobierno, negando una y otra vez que se preparaban despidos.

Ahora, frente a la continuidad de la lucha y la gran solidaridad del pueblo con ella, Bertellys conformó un Comité de Crisis, integrado por los partidos patronales, la Iglesia, la CEDA (Cámara empresaria de Azul) y dos representantes de los trabajadores: uno de ATE y otro en representación de los no afiliados –en un evidente intento de dividirlos. En la reunión mantenida en la ciudad de Buenos Aires por una delegación del Comité –el intendente, su secretario de gobierno, el interventor, dos concejales de la oposición y los dos trabajadores–, Bertellys se apresuró a enfatizar que “no hay que generar expectativas”. El mismo gobierno municipal se encarga de confirmar que dicho Comité es una cortina de humo,  una válvula de escape para desinflar la lucha, y un intento de comprometer y enredar a los trabajadores en las maniobras de los cómplices del gobierno.

A su vez, ya había sido insinuada la posibilidad de usar los terrenos de la fábrica, ubicados en las serranías del municipio, para emprendimientos turísticos o para la explotación minera. Significativamente, no hace mucho el Concejo Deliberante resolvió facultar al intendente para eximir de impuestos a eventuales nuevos emprendimientos mineros en el partido.

Intensificar la lucha para vencer los despidos

Una asamblea de fabriqueros, previa a la movilización, resolvió acampar durante el fin de semana en la Plaza San Martín y el lunes retomar la acción directa con un gran corte de rutas provincial.

El pueblo de Azul está muy movilizado. El viernes 5 una gran marcha, a la que se sumaron los fabriqueros, reclamó ante el vaciamiento del hospital. Este clima popular es un gran campo de acción para la defensa de los puestos de trabajo. Acompañemos el acampe en la Plaza San Martín y hagamos del corte de ruta que se prepara para el lunes una gran pueblada que derrote los despidos.

Los trabajadores deben discutir en asamblea un plan de lucha para impedir el desmantelamiento de la empresa, y que prepare el reingreso a planta aprovechando el enorme apoyo popular que tiene su lucha.