Políticas
12/6/2025
Inflación del 1,5% en mayo... a costa de los trabajadores
Endeudamiento, caída salarial, recesión, ajuste y bicicleta financiera.
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El consumo sigue cayendo.
El Índice de Precios al Consumidor de mayo, medido por el Indec, se ubicó en el 1,5% mensual, 13,3% en los primeros cinco meses del año y en el 43,5% interanual. El gobierno festeja haber perforado el piso del 2% para la inflación del mes, sin embargo, lo consiguió a costa de un enorme endeudamiento y caída del consumo popular.
Por un lado, Milei mantiene pisado el dólar como principal ancla inflacionaria, en función de lograr un buen resultado electoral en octubre y garantizarles beneficios extraordinarios a los especuladores. Sin embargo, el tipo de cambio está sostenido a partir de la acumulación de reservas vía endeudamiento a tasas usurarias. Al desembolso del FMI de U$S 12 mil millones, se sumó la emisión del Bonte2030 por U$S 1.000 a una tasa del 29,5%, el anuncio oficial de que seguirán colocando bonos similares por U$S 1.000 mensuales y el reciente Repo con bancos internacionales por U$S 2.000 millones a una tasa del 8,25% en dólares.
El correlato de esa deuda dolarizada para mantener el dólar planchado es el carry trade, que consiste fundamentalmente en la compra de bonos en pesos para hacer tasa. Así, se duplicó la hipoteca del Tesoro: desde que asumió La Libertad Avanza hasta abril 2025, el stock de deuda nominada en moneda local pasó de U$S 103.744 millones a U$S 202.524 millones, según los datos de la Secretaría de Finanzas.
Este esquema de endeudamiento sideral promete mayor inflación futura cuando se desarme la bicicleta financiera y se produzcan corridas, las cuales terminarán de hundir los ingresos populares. A su vez, se trata de una hipoteca cada vez más impagable que, tarde o temprano, nos conducirá al default.
Por otra parte, el gobierno se jacta de haber frenado la asistencia monetaria del Banco Central al Tesoro como otra medida antiinflacionaria. Ahora bien, eso se traduce en un feroz ajuste contra el pueblo: según un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa), en base a datos oficiales, en abril 2025, el presupuesto ejecutado en jubilaciones y pensiones cayó 10%, y, el de obra pública, 81%, si comparamos con el mismo mes del año 2023.
Detrás del dato de inflación, también se esconde una persistente caída del consumo popular. Según la consultora Scentia, en los primeros cuatro meses del año, las ventas en los supermercados bajaron 6,5% en comparación con el mismo período del 2024, en el cual ya se había registrado un desplome abrupto tras el golpe devaluatorio inaugural del mandato libertario. Lo anterior revela que los ingresos de la población trabajadora nunca se recuperaron debido al cepo salarial impuesto por el gobierno y acatado por las burocracias sindicales.
La avalancha importadora que promueve el atraso cambiario, la caída del consumo y la parálisis de la obra pública dan como resultado un cuadro recesivo que las patronales descargan sobre sus trabajadores a través de despidos, que se suman a los que ejecuta el propio Estado como parte de su plan ajustador. Según un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra-CTA), entre noviembre 2023 y febrero 2025, se redujo en 182 mil la cantidad de asalariados registrados.
Así las cosas, la lenta desaceleración inflacionaria de la era Milei no tiene nada de beneficioso para las mayorías, dado que se obtiene en desmedro de los puestos de trabajo y del acceso a productos esenciales por parte de las familias trabajadoras, a la vez que se monta en un endeudamiento irrefrenable. Solo un programa de los trabajadores puede dar salida a esta debacle, mediante la nacionalización bajo control obrero del sistema financiero y el comercio exterior, el repudio de la deuda usuraria y la ruptura con el FMI como forma de recomponer las reservas del Banco Central y destinar ese ahorro nacional al desarrollo productivo y a resolver las necesidades sociales.
