El gobierno municipal de Julián Álvarez (PJ) viene desarrollando una política de amedrentamiento y persecución contra feriantes que montan puestos de venta de productos en la estación de Lanús y sus alrededores. Recientemente, sus inspectores y la policía han hostigado a estos trabajadores, obligándolos a retirarse de sus lugares de trabajo; incluso le han confiscado a una vecina su moto y su mercadería, amenazándola con aplicarle una multa.

La persecución contra los vendedores ambulantes es prácticamente una política de Estado, viene siendo desenvuelta por todos los partidos del régimen. Uno de sus promotores más consecuentes ha sido el exjefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien ha sabido emprender represiones durísimas contra manteros en varios barrios de la Capital. Ahora es Jorge Macri el que tomó la posta para llevar adelante esa orientación. En Lanús, la política del “progresista” Álvarez es una continuidad de la que ha desarrollado el otrora intendente del PRO Néstor Grindetti.

Muchos trabajadores ocupados empobrecidos y trabajadores desocupados, al calor del agudizamiento de la bancarrota económica y social, se ven obligados a adoptar métodos de economía de subsistencia. En Lanús, así como en otros distritos del conurbano bonaerense y lugares del país, venden productos –alimentos, ropa usada, etcétera– en puestos de venta que erigen en la calle o se involucran en las redes de trueque –que tienen su epicentro en la provincia de Buenos Aires. Y en varios casos deben lidiar con el apriete y la violencia de los punteros que responden a los gobiernos; y también de la policía, que muchas veces les roba dinero (coimas).

Un grupo de feriantes ha llevado sus reclamos al municipio de Lanús, aunque no obtuvo respuesta alguna. Álvarez y su tropa se aprestan a continuar persiguiendo y desalojando vendedores ambulantes. La política de Álvarez es funcional a la política de estigmatización, ataque y persecución contra los desocupados que el gobierno nacional está desenvolviendo. El elenco gubernamental lanusense viene dejando que un grupo minoritario de feriantes pueda laborar en puestos montados por el propio municipio (en la plaza del Velódromo, por ejemplo); se trata de un intento por dividir a los trabajadores.

Más en general, Álvarez está descargando la crisis sobre la población trabajadora de Lanús. Arrancó su mandato aplicando un tasazo del 70% para los primeros meses del año, el cual fue votado por unanimidad en el Concejo Deliberante –o sea, contó con la complicidad de Juntos por el Cambio y de La Libertad Avanza. Y mantiene los salarios municipales en montos de indigencia, una política que cuenta con la venia de la burocracia sindical-municipal peronista.

Por otro lado, la asamblea barrial de Lanús, una instancia de organización y de lucha contra el gobierno nacional que surgió el 20 de diciembre pasado –la noche en la que Milei anunció el DNU antiobrero– y en la que intervienen vecinos y trabajadores, votó este lunes en una asamblea realizar una jornada en la estación de Lanús el sábado a las 14:00 horas para llevar solidaridad a los feriantes. Convocamos a todos los trabajadores y organizaciones del distrito a sumarse y a apoyar a los compañeros que sufren el hostigamiento del gobierno municipal.

Llamamos a los feriantes a organizarse contra la política de Álvarez y de Milei, por un seguro al desocupado que cubra la canasta básica familiar y por trabajo genuino. El Partido Obrero apoya y se solidariza con los feriantes.

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