Políticas
3/7/2024
CABA
Los módulos-cárcel de Jorge Macri y la criminalización de la pobreza
Un engendro reaccionario.
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El gobierno porteño refuerza su política represiva.
El anuncio por parte del Jefe de Gobierno Jorge Macri, en conjunto con la ministra de Seguridad nacional Patricia Bullrich y el ministro local, de que se comenzó a implementar la construcción de “módulos carcelarios”, que no son más que el emplazamiento de containers en los estacionamientos de comisarías, como salida al problema de la sobrepoblación en dependencias del Ministerio de Seguridad, generó el rechazo de vecinos de la ciudad y de organismos de derechos humanos sobre los lugares donde estarían colocados y las condiciones de las personas privadas de su libertad.
En principio, se colocarían 3 conjuntos de módulos, de 19 cada uno, en la Comisaría N° 12 de Saavedra, en la N° 15 de Chacarita y en la N° 4D de Barracas, con la posibilidad de albergar hasta 300 detenides en total. A estas se sumaría una alcaidía central aledaña a la Comisaría N° 8 en Villa Soldati, con espacio para 700 detenides. Según explicaron, cada container poseerá 6 camas en forma cucheta, y cada conjunto modular un espacio central para comer, además de los baños.
Al mismo tiempo, se anunció la compra de 2 mil nuevas tobilleras electrónicas, y, en línea con la aprobada Ley de Reiterancia, se hizo hincapié en la deportación de les 340 extranjeres detenides actualmente como si fuesen el problema de fondo de la inseguridad en la Ciudad.
La discusión con Nación, que data desde marzo de 2020, acerca de quién se tiene que hacer cargo de los presos por delitos federales o nacionales, es utilizada para continuar aumentando la estigmatización, la represión y la persecución. Con un intrincado argumento, Patricia Bullrich planteó esto como parte del avance de un plan conjunto contra el delito organizado, como si organizaciones sociales y narcotraficantes fueran lo mismo. Sin ir más lejos, la famosa línea 134 habilitada el 20 de diciembre para denunciar “extorsiones” es la misma que funciona para realizar denuncias frente a la presunción de un delito por narcotráfico.
En el plano local, la aprobación de la Ley de Reiterancia impulsada por Jorge Macri como uno de sus caballitos de batalla, no servirá para terminar con la “puerta giratoria” de la Justicia y la inseguridad sino, como ocurre en la provincia de Mendoza, se usará para avanzar contra la protesta social y perseguir a quienes salen a reclamar por sus reivindicaciones.
Actualmente, unos 2.000 detenides se encuentran en dependencias del Ministerio de Seguridad porteño (70% en alcaidías y 30% en comisarías), cuando hasta el 2020 había tan solo 60. El aumento exponencial se debería a que desde ese momento el Servicio Penitenciario Federal dejó de recibir a les detenides que le corresponde albergar por el tipo de delito. Al mismo tiempo, uno de los puntos de los que se jacta la actual gestión de gobierno es que desde el 10 de diciembre último se detuvieron unos 80 delincuentes por día, sin tener lugar a donde trasladarlos.
Es por estos motivos que se anunció que para fines de 2025 se completará el Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz, cuyo edificio podrá albergar hasta un total de 2.200 personas y donde se trasladarán los 1.800 presos que aún se hallan en la cárcel de Devoto, “descomprimiendo” las dependencias de la Ciudad. Es que del total de les detenides, el 94% posee causas en la Justicia Federal o Nacional y tan solo el 20% tiene sentencia firme. Habrá que agregarle las 2 cárceles de gestión privada cuya licitación anunció la ministra y se llevarán a cabo en el predio de Ezeiza y en el interior del país.
La idea de que con la instalación de estos módulos-cárcel se va a solucionar el problema de la inseguridad en la Ciudad y de la fuga de detenides, que cobró relevancia mediática en los primeros meses de gobierno de Jorge Macri, no tiene ningún asidero en la realidad. Quienes verdaderamente organizan el delito andan libres, y, con la connivencia de las fuerzas represivas y la Justicia, asolan las barriadas más pobres con el narcotráfico y las redes de trata. A las comisarías y a las cárceles van a parar los sectores más vulnerables, en condiciones de hacinamiento, sin baños, duchas, que hasta deben turnarse para poder dormir. Son quienes se ven lanzados a delinquir por este régimen social podrido que no le ofrece ninguna salida a les laburantes y a la juventud, negándoles el derecho al estudio y al trabajo.
Frente al avance de la instalación de los módulos ya se manifestaron en las calles y en las redes vecinos de Barracas y Saavedra, entendiendo que afectará la vida normal de sus barrios y rechazando que les detenides se encuentren en tales condiciones. En el barrio de Chacarita, denuncian que estos se instalarán en un predio lindero en donde desde hace tiempo reclaman que se disponga un polideportivo que se les viene negando.
Desde la banca de Gabriel Solano (Partido Obrero-Frente de Izquierda) en la Legislatura porteña hemos presentado un pedido de informe para que el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Seguridad, dé respuestas acerca de cuál es la situación de las detenciones en la Ciudad y cómo piensa avanzar con la instalación de dichos módulos.
La situación de la inseguridad no se resolverá manteniendo a una policía y un poder judicial y político que son los sectores que organizan y apañan el delito, ni con medidas como la Ley de Reiterancia y la construcción de módulos, para encarcelar luchadores y “perejiles” y desviar la atención de los problemas sociales que los capitalistas y sus gobiernos provocan. Es este régimen descompuesto el que genera las condiciones para que crezca tanto el crimen como la delincuencia, actividades espurias de las cuales los mismos capitalistas se benefician lavando el dinero obtenido en los bancos y en la especulación inmobiliaria. La solución se dará peleando por el derecho al trabajo, la educación, el acceso a la vivienda y la atención en salud mental frente al problema del consumo problemático. Esto solo puede ser obra de les trabajadores organizades de manera independiente y luchando por una salida propia.