El staff del Fondo Monetario Internacional se reunirá con Javier Milei, de La Libertad Avanza, para “comprender mejor los aspectos clave de las posibles políticas económicas futuras”. En este marco, Sergio Massa, el candidato presidencial de Unión por la Patria, viajará la próxima semana hacia Washington para negociar con los funcionarios del organismo financiero una ampliación de los desembolsos. El FMI se metió de lleno en la campaña electoral.

Todas las coaliciones del capital transitaron el camino hacia las Paso prometiéndoles al Fondo y a las patronales que, de llegar al poder, aplicarían un plan de ajuste contra los trabajadores. Milei mantendrá una reunión con el FMI junto a Roque Fernández, Carlos Rodríguez y Darío Epstein; los dos primeros han ocupado cargos en el gobierno de Carlos Menem, ejecutando la política de convertibilidad que terminó en el default de 2001. El candidato fascista afirmó que no tendría ningún tipo de inconveniente con los personeros del Fondo pues plantea un ajuste mucho más fuerte que el que exige el organismo.

“El FMI te propone un número fiscal y cómo lo alcanzas es problema tuyo. Históricamente, los ajustes recayeron sobre el sector privado”. Milei falsea la historia. En realidad, los ajustes perjudican principalmente a los trabajadores. ¿El gobierno de De la Rúa y Cavallo (uno de los ídolos de Milei) no redujo en 2001, a pedido del FMI, las jubilaciones y los salarios para reducir el déficit fiscal? ¿El gobierno colombiano de Iván Duque no aumentó hace dos años el IVA en productos básicos siguiendo las recetas del Fondo? Estos son tan solo dos ejemplos.

Sin ir más lejos, el gobierno de Sergio Massa y Cristina Kirchner se encuentra aplicando el programa del FMI, y, como se ve, el ajuste está recayendo fundamentalmente sobre la clase obrera y beneficiando a sectores de la clase capitalista. Los autodenominados nacionales y populares, con su política de entrega del país al capital imperialista, han provocado un aumento tanto de la pobreza (18 millones de trabajadores) como de la indigencia (4 millones), y también un incremento de la deuda pública, lo que reforzó el carácter semicolonial de Argentina.

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Milei quiere implementar un plan de despidos en el sector público, lo que dejaría en la calle a centenares de miles de trabajadores; privatizar algunas empresas públicas, lo que traería consigo cesantías y un vaciamiento mayor de las compañías del que se ha desarrollado bajo el imperio de los distintos políticos capitalistas que comandaron el Estado; destruir los regímenes jubilatorios; privatizar tanto la salud como la educación; y eliminar las retenciones, lo que provocaría un aumento del precio de los alimentos.

Por otro lado, Massa aterrizará en Estados Unidos con el objetivo de firmar con el FMI una ampliación de los desembolsos para afrontar el pago de la deuda con el propio organismo. Luego de la devaluación aplicada por el ministro, el Fondo, tras celebrar esta medida, avisó que a los 7.500 millones de dólares que giraría en agosto agregaría otros 3 mil millones, condicionados a que se cumpla a rajatabla con el plan de ajuste.

Entretanto, el Ejecutivo nacional ha anunciado nuevos aumentos en los servicios públicos y otras medidas antiobreras. Massa arranca su campaña hacia octubre con nuevos pactos fondomonetaristas cuyas consecuencias esconde a la población trabajadora. Otro favor a Milei.

El candidato “libertario” hizo demagogia criticando la devaluación de Massa, diciendo que en un eventual gobierno suyo “no va a haber devaluación, porque el país va a estar dolarizado”. Lo que oculta Milei es que para implementar una medida de este tipo primero tendrá que avanzar en una megadevaluación, ya que el BCRA carece de las divisas necesarias para reemplazar la totalidad de los pesos que circulan por la economía nacional.

Como se ve, los políticos que responden a los explotadores y opresores de la clase obrera se postulan para hundir a la Argentina en una bancarrota económica y social mucho mayor. Los trabajadores deben organizarse de manera independiente, tanto del peronismo ajustador y proimperialista como del derechismo fascistizante y antiobrero de Milei.

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