Políticas
19/2/2025
Micrófonos ensobrados y micrófonos a los que nada les sobra
Una crónica sobre dos testimonios de la semana pasada.

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Leuco.
La primera imagen es de un tipo de traje, lookeado como persona seria, que en un estudio de televisión, con un micrófono colgante, dice que está “indignado por un tema”. Califica, sin mucho argumento, que en la Argentina existe una “ultraizquierda extorsiva y antisemita”. “Es difícil de comprender pero es la realidad”, sugiere, mientras le endilga a Eduardo Belliboni y al Polo Obrero una “decadencia ideológica y moral”, en tanto su accionar hace “uso y abuso” de las personas pobres.
El problema se da en el desarrollo de la explicación. El vocero gubernamental vestido de periodista dice que estas calificaciones que lo molestan, que le dan rabia, que lo sacan de sus casillas, están todas basadas en un “riguroso trabajo del fiscal (Gerardo) Pollicita”.
Alfredo Leuco, así se llama, no se molestó en consultar otra fuente, ni en citar al fiscal como un ente parcial. Menos que menos se preocupó por decir que ese mismo fiscal, una semana antes, fue encontrado infraganti difundiendo una resolución al programa de Luis Majul para el armado de una opereta mediática, antes de presentarlo al juez y a la defensa. Claro, pobre Leuco, eso pasó en su propio canal de TV, sería difícil decirlo. Pero no se molestó en dudar ni un segundo en investigar o poner la lupa sobre lo siguiente: mientras Pollicita dice que el Polo Obrero le robaba a 85 mil personas, se basa en tres testimonios, ninguno de los cuales afirma ser extorsionado.
El vocero se basa en una hipótesis: antes había dirigentes sociales que extorsionaban, ahora eso ya no existe, por eso no hay movilizaciones populares. Es curioso: si fuera así, ¿por qué Patricia Bullrich y Milei se encargaron de difundir por aplicaciones del gobierno nacional que quien se moviliza pierde el plan social? ¿por qué lo dijeron por los altoparlantes de las estaciones de tren en los días que había movilización? Curiosa tranquilidad la de Leuco, que, insistimos, decide tomar como verdad un discurso puntual sin indagar mucho sobre ninguna otra parte.
Unos días después, aparece la segunda imagen. La militancia del Polo Obrero se dispone a hacer una actividad en las puertas del juzgado de Comodoro Py que consiste en lo siguiente: dar testimonios de lo que pasa en los barrios, dado que el juez Sebastián Casanello no permitió las ampliaciones de indagatoria de todos los testigos que presentó la organización, que se encuentra siendo acusada de todo lo que Leuco dijo como una verdad.
El tipo de traje, Leuco, ¿apareció en la actividad? Podría haber sido una buena ocasión para darle voz a la otra parte, para interiorizarse e investigar como debiera hacer un periodista. Pero no, Leuco no está. Nobleza obliga: ni él ni ninguno de los canallas que dedicaron horas de aire a discursos de estigmatización y ataque a las organizaciones piqueteras y sociales. Se ve que la defensa y la lucha no serán televisadas.
Como a nosotros sí nos interesa el servicio periodístico, nos disponemos a describir ese arco, a los fines prácticos de la verdad.
Las rejas de Comodoro Py tienen fotos de obras de construcción de comedores, en CABA (barrio Fátima, Parque Avellaneda, Villa Soldati, Bajo Flores), Zona Sur GBA, Moreno, Merlo, Luján, Santa Cruz, Santiago del Estero, La Matanza. “¿Cuánto sale un comedor?”, se pregunta un cartel que se responde a sí mismo: gastos de equipamiento por más de 6 millones, gasto fijo mensual de más de 587 mil. Me pregunto si Leuco se habrá gastado en trabajar para encontrar esa cifra. Me respondo que no.
Toda la reja se encuentra “decorada” de fotos, anuncios y folletos que ilustran una actividad social, cultural y política permanente. Hay cursos de música, escuelas de fútbol, cursos de danza, teatro, circo, seguridad e higiene, una escuela de formación teórica, taller de medios, reparación de celulares y aire acondicionado, manual de jardín ecológico, educación popular, billeteras virtuales. También se muestran ejemplares del suplemento que el Polo Obrero sacó en un periódico, de la imprenta y de determinados emprendimientos textiles.
“Los corruptos están en el gobierno”, dice una de las pancartas. El micrófono también aparece, pero uno más humilde, que se pasa de mano en mano.
Cristian de Matanza agradece y dice que, antes de pagar la deuda externa, primero que coma el pueblo argentino. Somos el pueblo, los más de abajo, los más humildes, plantea.
"Ellos nos dicen que nosotros extorsionamos sabiendo que es el gobierno mismo el que extorsiona, que da una migaja de comida para que entre trabajadores peleemos por esa comida. Nosotros no tenemos que permitir que el gobierno nos derrote, tenemos que seguir adelante… https://t.co/5xtszaKMQ4 pic.twitter.com/EPjj0h0h1w
— Prensa Obrera (@prensaobrera) February 14, 2025
Gloria dice que nadie obliga a nadie del Polo Obrero a movilizarse y que la organización se acercó cuando ella más lo necesitaba. Tiene una preocupación, que no es la de Leuco, “No podemos abastecer a toda la gente que viene”. También informa sobre problemas de cloacas en el barrio, algo que dice y denuncia el Polo Obrero y que no suelen hacer canales como La Nación+.
Mari de Brown dice que Chiquito Belliboni se jubiló y que, lógicamente, para eso antes hay que laburar. Comenta, a su vez, cómo el Polo Obrero intercedió para conseguir justicia por un caso de femicidio
Agustina, del comedor Los Grillitos, de Esteban Echeverría, dice que el Estado es el ladrón: “Nos robó la comida”.
"Nos están matando de hambre, nosotros en los comedores tratamos de ayudar a la gente del barrio que no tiene ni siquiera para subsistir, somos la única fuente para esa gente mientras el gobierno hace la vista gorda, mira para otro lado y no deja de perseguir a las organizaciones… https://t.co/ExeVyRp44h pic.twitter.com/mDhgGSPlTT
— Prensa Obrera (@prensaobrera) February 14, 2025
Verónica del barrio Santa Clara de Isidro Casanova indica que trabajaba en la industria plástica pero que la echaron. Ni la CGT ni nadie hizo nada. Que llegó a organizarse con el Polo Obrero con un táper vacío en la mano y su hija en la otra y que el verdadero crimen es el hambre, no los comedores.
Virginia comenta que el sistema de castas está en la India y que Milei, discriminando y persiguiendo a los más pobres, quiere lo mismo.
Sandra de José C. Paz, que tiene una escuela en su casa, dice que les cuesta sostener el merendero por la falta de alimentos.
Vanina Biasi, diputada nacional por el Partido Obrero y el Frente de Izquierda, dice que poner en pie y desenvolver una organización política implica disciplina. Hay que repartir tareas, ver cómo se afrontan los gastos, etc. Como hacían los anarquistas, los socialistas y cualquier organización sindical, club de barrio o sociedad de fomento. Esboza con sorna la acusación de corrupción por parte del gobierno y la Justicia federal, en la semana en la que Cristian Ritondo, con 373 propiedades de dudosa procedencia, votó la ley de “Ficha Limpia”.
-¿Alguien los obligó a venir acá? -pregunta Chiquito Belliboni.
-No- dice toda persona presente en la actividad.
-Escuchá Casanello, la puta que te parió.


