El presidente Javier Milei arribó este martes 9 a Oslo, la capital de Noruega, donde participará el miércoles de la entrega del premio Nobel de la Paz a la dirigente de la oposición venezolana, María Corina Machado.

La presencia de Milei es un nuevo gesto de alineamiento con el gobierno de Donald Trump, que en los últimos meses desplegó cerca de 15 mil efectivos y una docena de buques cerca de las costas venezolanas y amenaza con un ataque militar contra la nación caribeña. Como parte de estas provocaciones, lanzó también una serie de agresiones armadas contra lanchas en el Mar Caribe y en el Pacífico que dejaron más de 80 muertos.

El Nobel de la Paz a Machado por parte del comité noruego es una pieza del operativo del imperialismo contra Venezuela. La dirigente opositora apoya abiertamente la agresión armada contra su propio país y propone convertir a Venezuela, bajo su mando, en un hub energético con negocios por 1,7 billones de dólares.

Según Infobae, fue la propia Machado quien incitó a Milei a formar parte de la comitiva de mandatarios latinoamericanos en Noruega, que también integran el paraguayo Santiago Peña y dos de los principales soportes de Trump en América Latina: el ecuatoriano Daniel Noboa y el panameño José Raúl Mulino.

La participación de Noboa, que gobierna en base a un estado de excepción y reprimió con apoyo del ejército las últimas protestas de la Conaie contra la supresión de los subsidios al diésel, y de Mulino, que montó un feroz andamiaje de persecución contra las huelgas y movilizaciones de mediados de año que repudiaron el despliegue de tropas yanquis en el Canal de Panamá, muestran cabalmente la hipocresía del imperialismo cuando pretende justificar sus operaciones contra Venezuela en nombre de la democracia. El otro caballito de batalla de Trump es el narcotráfico, pese a que no ha presentado una sola prueba de la existencia del supuesto Cartel de los Soles que integrarían los miembros del gobierno venezolano.

La ofensiva de Trump no se restringe a Venezuela. La reciente Estrategia de Seguridad Nacional difundida por la Casa Blanca postula entre sus líneas de trabajo la preeminencia de Estados Unidos en América Latina y el Hemisferio Occidental. El magnate estadounidense amenazó con un posible ataque contra Colombia, presiona para lograr la liberación de Jair Bolsonaro en Brasil, intervino abiertamente en los procesos electorales de la Argentina y Honduras, reforzó su presencia militar en El Salvador, República Dominicana y Panamá, e intentó restablecer una base militar en Ecuador.

Esta ofensiva plantea la movilización de los trabajadores y los explotados de la región. Fuera el imperialismo. Por la unidad socialista de América Latina.

¡Fuera la agresión militar estadounidense contra Venezuela y toda presencia imperialista en América Latina!

Unamos las luchas de los pueblos latinoamericanos con la de los trabajadores estadounidenses contra Trump. Declaración internacional -

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