Políticas
16/5/2025
Milei refuerza el cepo y arma una bicicleta financiera para los fondos buitre con garantía estatal
El gobierno juega todas las cartas a mantener el carry trade hasta las elecciones.

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Imagen de Meta IA.
El intervencionismo estatal del gobierno libertario para sostener el carry trade está llegando a niveles insospechados. Se combinan el lanzamiento de un nuevo bono en pos de atraer a los fondos de inversión internacionales, el endurecimiento del cepo para cancelar obligaciones negociables y la intervención del Banco Central en el marcado del dólar futuro a fin de despejar expectativas devaluatorias. De este modo, se va gestando una situación cada vez más explosiva mientras continúan cayendo las reservas.
Como sabemos, el plan económico de Milei consiste en llegar a los comicios de octubre con el tipo de cambio planchado para evitar que una disparada inflacionaria arruine sus objetivos electorales. Ahora bien, pretende pisar el precio del dólar, no generando divisas genuinas, sino estimulando el ingreso de fondos especulativos, que luego se irán del país cuando les resulte conveniente.
En ese sentido, Caputo está a punto de lanzar un nuevo instrumento financiero a la medida de los fondos de inversión internacionales como Templeton y Black Rock. Se trata de un bono en pesos que se compraría con dólares, indexado al tipo de cambio y con una tasa del 30% anual. A esto se suma que, luego de las recientes modificaciones al cepo cambiario, los capitales extranjeros tienen permitido retirar sus dólares en el mercado oficial a los seis meses de haber ingresado, y, de ese modo, realizar las ganancias de la bicicleta financiera. Un negocio redondo para los especuladores a costa de desplumar al Banco Central cuando se pinche la burbuja.
Sin ir más lejos, la última vez que Caputo diseñó un carry trade para que arribaran fondos foráneos terminó en las corridas cambiarias de 2018 y 2019, donde el "pato de la boda" lo pagamos los trabajadores con el derrumbe de nuestros ingresos. Esta reedición, tarde o temprano, tendrá el mismo desenlace.
Para viabilizar la bicicleta financiera, el gobierno buscó desalentar las expectativas devaluatorias mediante una fuerte intervención en el mercado del dólar futuro, logrando que disminuyera la tasa de los contratos. La jugada encierra un riesgo significativo, puesto que "si las expectativas de devaluación resurgen, el BCRA podría enfrentar pérdidas al liquidar contratos vendidos a tasas bajas, lo que obligaría a absorber pesos mediante instrumentos como Leliq, complicando la política monetaria" (Ámbito, 12/5).
Un aspecto que muestra la precariedad del esquema económico del gobierno es que, a contramano de su discurso, se vio obligado a endurecer el cepo para las empresas afincadas en suelo local. El Banco Central les prolongó de 6 a 18 meses el plazo de acceso a los dólares oficiales para cancelar Obligaciones Negociables (ON), evidenciando que el préstamo del FMI resulta insuficiente para hacer frente a la demanda de divisas y, a su vez, el futuro de las reservas no es en absoluto prometedor. Por el contrario, disminuye el saldo comercial, hay abultados vencimientos de deuda en el horizonte, el Rigi no dio los resultados esperados y el riesgo país no baja lo suficiente como para reingresar al mercado de crédito internacional.
Previo a esto el gobierno había frenado una emisión de deuda privada de 100 millones de dólares del Banco Supervielle, y se metió a cancelar el "rulo" de los capitalistas que venían colocando Obligaciones Negociables a tasa 0% como forma de girar dividendos al exterior. La nueva restricción para acceder al mercado único de cambios busca obligarlos a comprar el Bopreal próximo a salir, pero las multinacionales parecen preferir mantener su liquidez y recurrir a los dólares financieros, lo cual puede terminar ensanchando la brecha cambiaria. Incluso, ante la imposibilidad de obtener dólares baratos para cancelar sus deudas, las empresas probablemente opten por declarar impago, sumándose a la lista de defaults corporativos que tuvieron lugar en el último tiempo.
Así las cosas, Milei aparece como el abanderado del "Estado presente" cuando se trata de fomentar la timba financiera, que, tarde o temprano, está destinada a estallar sobre las espaldas del pueblo argentino. Todas las medidas adoptadas agravan la magnitud de la corrida que se avecina. Hay que echar al gobierno antes que termine de hundirnos.

