Políticas
27/3/2025
¿Quién es Agustín Laje, el fascista amigo de Milei?
Perfil del autor del video provocador del 24M y el discurso negacionista del genocidio dictatorial.
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Laje.
El fascista Agustín Laje cobró notoriedad tras aparecer en un spot gubernamental prodictadura, oficiando como una especie de historiador oficial del Estado. Se trata de uno de los principales ideólogos de la “batalla cultural” libertaria.
Laje estudió en la Universidad de Defensa de Estados Unidos, especializándose en tácticas contraterroristas. Además, se graduó como licenciado en Ciencias Políticas en la Universidad Católica de Córdoba y obtuvo un magíster en Filosofía en la Universidad de Navarra. También se formó con Nicolás Márquez, amigo de Milei y autor de La otra parte de la verdad (un libro que hace apología de la dictadura de Videla).
Junto a Márquez, Laje ha publicado obras como Cuando el relato es una farsa: la respuesta al relato kirchnerista y El libro negro de la nueva izquierda. En el primero, reivindican el terrorismo de Estado –el secuestro, la tortura y el asesinato en masa de trabajadores. En el segundo, atacan lo que llaman “ideología de género”, “homosexualismo ideológico” y al marxismo. Ambos textos son un compendio de ideas retrógradas y discriminatorias.
En su momento, organizaciones de derechos humanos y políticas rechazaron estas publicaciones. En 2018, durante la presentación del segundo libro en la Feria del Libro, hubo una protesta en la que participaron militantes de H.I.J.O.S.
Laje fue uno de los arquitectos del discurso fascista que Milei pronunció en Davos: de su cabeza salió la idea de emparentar la homosexualidad con la pedofilia. También se opone al matrimonio igualitario, a la adopción homoparental y al aborto (incluso en casos de violación), y sostiene que los homosexuales deben ir a terapia para “curarse”.
Su idea central es que el comunismo perdió la guerra económica (con la caída de la URSS y el dominio de EE.UU. y Occidente), pero ganó la guerra cultural (supuestamente controla los medios y la educación).
Más allá del absurdo de esta afirmación (los medios y la educación están en manos del capital o de Estados que sostienen el orden social capitalista), Laje la usa como excusa para promover la censura y un mayor copamiento gubernamental-capitalista de los medios y las instituciones educativas. Una cortina de humo para justificar privatizaciones, ajustes y el adoctrinamiento reaccionario (aumentar la influencia del clero en las escuelas).
Laje es un fanático de la dictadura de Videla. Estudiar donde los intelectuales de la burguesía norteamericana forman cuadros en la defensa del guerrerismo y la represión imperialista lo convirtió en un apologista profesional de los crímenes de lesa humanidad.
En una ocasión, declaró: “Cuando con toda justicia (los militares) terminaron con la vida de estas basuras humanas (la guerrilla y el activismo obrero), las viejas de mierda salieron a llorar derechos humanos”. Una reivindicación explícita de la dictadura. No por nada se lo vio tan convencido difundiendo mentiras en el spot mileísta sobre el 24 de marzo.
También apoya abiertamente la represión policial contra manifestantes. Refiriéndose a los jubilados reprimidos el 12 de marzo, les recomendó a los efectivos “apuntar bien” para que la gente “piense dos veces” antes de movilizarse.
Y, al igual que Milei, apoya al gobierno de Trump –partidario de la guerra y del saqueo de países como Argentina– y a formaciones ultraderechistas llenas de antisemitas y nazis como Vox o Hermanos de Italia.
Laje dirige la Fundación Faro, que se dedica a juntar fondos con el aporte de los grandes empresarios beneficiados por la política antiobrera del gobierno. Es parte de la camarilla de fachos y oportunistas que hoy están el gobierno y que hacen negocios bajo el ala protectora del Estado.
