El 23 de diciembre pasado, el Consejo Superior de la Universidad de Quilmes (Unqui), con el rector Mario Lozano a la cabeza, se sirvió de una patota al mando de La Cámpora y Alianza Universitaria para impedir el ingreso de los estudiantes a la reunión y, de esta forma, aprobar la firma del convenio con el municipio, mediante el cual se utilizarán recursos de la educación pública para la formación de la Policía Comunal. Se coloca a la universidad al servicio del reforzamiento del aparato represivo.

Al asumir la intendencia en 2007, el “Barba” Gutiérrez juró en nombre de los 30 mil desaparecidos; sin embargo, el nombramiento en 2009 del ex represor Domingo Orlando Segura como subsecretario de seguridad municipal dejó en claro qué rol desempeñaría la policía durante su gestión. 

Este reforzamiento represivo no ha hecho otra cosa que agravar los atropellos que sufrimos cotidianamente los trabajadores y la juventud.