Políticas
9/12/2025
Salarios bajo la línea de pobreza, repunta la inflación en alimentos y se derrumba el consumo
Un estudio registra que el 72% de los trabajadores percibe ingresos inferiores a una canasta básica y la situación se agrava.

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Los efectos de la política económica de Milei sobre los ingresos populares.
Según un estudio del Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (UBA), 7 de cada 10 trabajadores reciben ingresos que están por debajo de la línea de pobreza. Una realidad que empeorará toda vez que el gobierno se apresta a aplicar tarifazos y los precios de los alimentos están en alza.
El 72% de los trabajadores percibe un salario inferior al millón de pesos, cuando la canasta de pobreza según el Indec llegó a los $1.213.799 en octubre. Dentro de este universo se ven afectados el 58% de los asalariados formales, el 89% de los informales y el 88% de los cuentapropistas –estos últimos reciben ingresos que equivalen a la mitad de los que perciben los asalariados formales.
La situación tiende a agravarse habida cuenta que la proporción de asalariados formales cayó del 70% al 62%, mientras que la de informales subió del 10% al 16%. Todos se ven cada vez más expuestos al pluriempleo, que alcanza al 12% de los ocupados. Más en general, 9,7 millones de personas (el 67% de la población económicamente activa) padecen problemas como precarización, subocupación y desempleo.
La pobreza afecta a trabajadores de varios rubros: los de la rama de alojamiento y servicio de comidas cobran en promedio unos $563.000, los de la construcción unos $599.000 y los de comercio unos $648.000. Estos son gremios en los que, además, hay importantes tasas de informalidad. La burocracia sindical se ha encargado de firmar, junto a las patronales, las paritarias que dejaron los salarios en este estado de devaluación.
El estudio vincula dicho fenómeno al encarecimiento de los alimentos y los servicios (gas, luz, agua). Estos últimos representaban el 4% del salario medio a fines de 2023 y este año lo hacen en un 11%. Cabe destacar que los gastos en servicios están sub representados en las consideraciones del Indec, por lo que los niveles de degradación social son aún mayores. Y lo que se viene es una agudización de la crisis, con la inflación recalentándose.
Este mes habrá aumentos en las facturas de gas y luz (+3,6%), así como también en los alquileres (+8,46%) y el transporte (+4,4%). Desde que asumió Milei, el gas y la luz aumentaron un 617% y un 344%, respectivamente, mientras que los sueldos en general subieron un 299%. Los ganadores son los mismos de siempre: las empresas privatizadas, los grupos inmobiliarios y los patrones del transporte.
En este contexto, durante la primera semana de diciembre se registraron, en los grandes supermercados, subas promedio del 0,7% en el precio de los alimentos –con picos en bebidas y alimentos de góndola. La consultora Analytica indicó que en las últimas cuatro semanas las frutas aumentaron un 6,7%, mientras que el ítem aguas, gaseosas y jugos un 4,4%. Y en menos de un mes, según los vendedores, hubo un alza aproximada del 35% en el precio de la carne (Página 12, 8/12).
Muchos empresarios señalaron que aumentaron los precios para recomponer la rentabilidad que se perdió con la caída del consumo, que se acaba de volver a manifestar en una baja interanual del 4,1% en las ventas minoristas pyme. Con respecto al consumo masivo, las ventas en supermercados cayeron por sexto mes consecutivo en septiembre.
Los capitalistas se quejan de la caída del consumo interno, pero al mismo tiempo impulsan la destrucción de los salarios. Y pretenden superar la crisis en la que están inmersos con la implementación de la reforma laboral negrera que Milei quiere hacer pasar en el Congreso.
Los trabajadores tenemos el desafío de salir a pelear por salarios que cubran la canasta básica y por derrotar el intento del gobierno y los capitalistas de hacernos retroceder dos siglos en materia de condiciones de trabajo.




