Políticas
16/5/2024
Se amplía la brecha entre los salarios y la línea de pobreza
Según el Indec, la Canasta Básica Total de abril superó los 828 mil pesos. Los ingresos de los trabajadores, mientras tanto, siguen cayendo.
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La línea de pobreza -que marca la CBT- se ubicó en 828 mil pesos en abril, y la de indigencia -CBA- en 373 mil.
Junto con el dato de inflación de abril festejado por el gobierno, el Indec divulgó otro índice que muestra cómo siguen perdiendo los trabajadores: son los montos de la Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que se cuadruplicaron en los últimos 12 meses. El plan licuadora del gobierno de Javier Milei está haciendo estragos.
La línea de pobreza -que marca la CBT- se ubicó en 828 mil pesos en abril, y la de indigencia -CBA- en 373 mil. Ambas acumulan en el año incrementos del 67% y del 55%, respectivamente, y variaciones interanuales del 307,2% y del 296,2%. Ninguna de las dos tiene en cuenta el gasto en vivienda, que aumentó exponencialmente desde que el oficialismo derogara la Ley de Alquileres.
El gobierno reivindicó los números de la inflación, reducida fundamentalmente sobre la base de una política recesiva (la menor demanda provocó un descenso de precios). Fue de un 8,8% mensual, con picos en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (35,6%), en prendas de vestir y calzado (9,6%) y en salud (9,1%). Los tarifazos, la devaluación y los aumentos de las prepagas vienen haciendo su trabajo de topo. Los trabajadores, en este marco, están viendo caer sus ingresos.
Fatsa (hospitales privados), dirigido por el triunviro cegetista Héctor Daer, dispuso un aumento salarial que dejará el básico en poco más de $500.000, un 39,61% por debajo de la CBT. Los trabajadores del plástico, cuyo sindicato es la Uoyep, cobrarán $616.277 (nivel 5), un 25,6% por debajo de la CBT. En la provincia de Buenos Aires, el salario inicial docente que se cobró en abril fue de $420.000, un 49,28% por detrás de la CBT.
Tanto el gobierno como los mandatarios provinciales de todos los colores políticos están aplicando una política de licuación salarial que se encuentra en sintonía con las pretensiones de la clase capitalista, que está descargando su crisis sobre las espaldas de los trabajadores. La burocracia sindical es cómplice de la destrucción social en curso.
Milei se apresta a profundizar esta orientación antiobrera con la implementación de la Ley Bases, que incluye una reforma laboral que promueve despidos y precarización laboral. La tentativa gubernamental de reducir más la inflación entrará en contradicción con la devaluación que asoma como perspectiva (es reclamada por el FMI y la burguesía y tarde o temprano se desatará como consecuencia de la bancarrota del BCRA) y con los tarifazos por venir.
Los trabajadores tenemos el desafío de organizarnos en nuestros lugares de trabajo por un aumento que equipare el salario con el costo de vida y que esté indexado a la inflación.