Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa), el gasto público cayó en abril un 17,7% en términos reales. Hubo fuertes podas en jubilaciones y otras prestaciones sociales y una reducción brutal del gasto en educación. El gobierno de Sergio Massa y Cristina Kirchner continúa descargando la crisis sobre los trabajadores.

Las prestaciones sociales se desplomaron un 9% interanual; las jubilaciones y pensiones sufrieron una caída del 8%. Como fruto de esta política, la jubilación mínima se ubicará en junio en $70.938, un monto que está por detrás de la línea de indigencia; la Puam (pensión universal para el adulto mayor), por su parte, equivale al 80% de ese monto.

La asignación universal para la protección social se redujo un 15% y las asignaciones familiares (activos, pasivos y otras) retrocedieron un 38%. Estas prestaciones son miserables, un titular de la Asignación Universal Por Hijo cobra unos $11.450 por mes -sin tener en cuenta que el 20% de esa cantidad se retiene y solo se devuelve si se presenta una libreta que demuestre el cumplimiento de los controles de salud, vacunación y educación de los menores.

Los subsidios a las tarifas del transporte y la energía también cayeron, un 46% y un 6% respectivamente. A diferencia de lo que ocurre con los trabajadores y los jubilados, a quienes se los ajusta de forma violenta, las empresas energéticas y del transporte son resarcidas por el gobierno a través de tarifazos y aumentos. El transporte (colectivos, trenes) sube todos los meses (hasta diciembre), la tarifa de luz se incrementó casi un 27% en mayo y la del gas lo hizo un 25%.

Por su parte, los gastos de capital en educación y agua potable y alcantarillado cayeron un 66% y un 15% respectivamente. El oficialismo ajusta la educación en momentos en los que impera una crisis en el sistema educativo, signada, entre otras cosas, por el derrumbe edilicio y los bajos salarios. Este ajuste es lo que ha llevado a la docencia a salir masivamente a las calles en varias provincias en defensa de su salario y de la educación pública. Actualmente, los docentes santacruceños están protagonizando una huelga heroica. Por otro lado, el gobierno recorta el gasto de capital en agua potable y alcantarillado cuando, por ejemplo, en muchos de los barrios más golpeados por la crisis capitalista no hay sistemas de cloacas.

A la par de esta caída del gasto, se registró una baja del 9,7% en términos reales de los ingresos. Pero esa caída afecta principalmente a la clase obrera y beneficia a sectores patronales. Los derechos de exportación e importación, los cuales pagan grupos capitalistas, descendieron un 68% y un 20% respectivamente. La recaudación por impuestos a las exportaciones cayó, entre otras cosas, como producto de la sequía, de la falta de stock liquidable por la implementación de los dólares preferenciales para el capital sojero y de las maniobras capitalistas de subfacturación de exportaciones. La recaudación por impuestos a las importaciones, por su lado, se vio afectada por el cepo al dólar.

En este marco, sin embargo, el IVA (un impuesto regresivo que recae fundamentalmente sobre los trabajadores) creció un 3,1%. Y los aportes y contribuciones a la seguridad social subieron un 1%; es un monto exiguo, pero habida cuenta que los empresarios vienen quedando eximidos del pago de aportes patronales puede inferirse que, de conjunto, este crecimiento se está desarrollando sobre la base de una mayor confiscación del salario obrero.

El trabajo del Cepa afirma que al gobierno del Frente de Todos se le está complicando llegar a la meta fiscal exigida por el FMI, mientras quedan “solo 165 millones de pesos de déficit para los próximos dos meses” (Centro Cepa, 30/5). Para que el organismo comandado por Kristalina Georgieva apruebe la quinta revisión del acuerdo, lo que debería tener lugar el 10 de junio, “tendría que haber un cambio en las metas o el pedido de otro waiver (perdón)”.

Luego de su gira por China, en la que estuvo acompañado por Máximo Kirchner, Sergio Massa partirá hacia Estados Unidos para negociar con el FMI un nuevo desembolso de dólares, que servirá para continuar pagando la deuda contraída por el expresidente Mauricio Macri. Como se sabe, estos préstamos vienen con condicionamientos. Los K y Massa deberán reforzar el ajuste contra la clase obrera. Tendremos jubilaciones más bajas, una peor educación y tarifazos de mayor envergadura.

Derrotemos la ofensiva fondomonetarista del gobierno en las calles y en las urnas. El Plenario de la izquierda y los luchadores, que tendrá lugar el 17 de junio en la Plaza del Congreso, será un espacio para deliberar una salida de los trabajadores a la crisis.