Políticas

14/6/2021

Un panorama a 15 días de las elecciones jujeñas

Volantazos de Morales frente a la pandemia, mientras que crece el apoyo al Frente de Izquierda.

Faltan solo 15 días para las elecciones provinciales jujeñas y las fuerzas políticas aceleran la campaña con estrategias electorales muy diferentes entre sí. “Cambia Jujuy”, la lista del gobernador Morales y el “Frente de todos PJ” la lista del empresario Rubén Rivarola apuestan a una baja participación electoral que acompañado de un piso restrictivo altísimo (el más alto después de Formosa) les sirva para obtener una mayor repartición de bancas entre ellos. A esto se le agrega las posibilidades de fraude teniendo en cuenta que la policía local de Morales estará a cargo de la “seguridad” de los comicios y que la carga informática la realizará una empresa también cercana al gobernador.

El adelantamiento de las elecciones por decreto, a pesar de que todos sabíamos que se iban a chocar con la segunda ola, seguía el mismo objetivo: que vote menos gente y de esta manera evitar que la crisis social y económica que se agrava día a día se transforme en un golpe electoral contra su régimen.

Por el vértice opuesto aparece la campaña del Frente de Izquierda que crece día a día en las ferias, los barrios populares y los lugares de trabajo recibiendo un apoyo importante de la población trabajadora, ya que sus planteos políticos empalman con los problemas más sentidos de los trabajadores. La gran elección del Partido Obrero en Misiones es un fuerte impulso para la izquierda en la batalla jujeña.

La pandemia se metió definitivamente en las elecciones

En Prensa Obrera hace un par de semanas contábamos que las intenciones de Morales eran llegar a las elecciones como si no hubiera una segunda ola, pero la realidad se le ha impuesto.  Los casos y la ocupación de camas vienen creciendo exponencialmente semana a semana y el temor al colapso sanitario está a la vuelta de la esquina.

Frente a esto, Gerardo Morales ha anunciado nuevas restricciones que son una burla a la población. Se adelanta una hora la restricción de circulación (en vez de 2 a 6 am será desde la 1 am) y las reuniones sociales se limitan a 10 cuando eran hasta 20. Cualquiera se da cuenta que estas nuevas medidas (si se las puede llamar así) que no incluyen bajar la actividad económica o suspender la escolaridad presencial son para la tribuna o más bien para alertar a la población y continuar con sus intenciones de baja participación electoral, pero sin ningún tipo de interés de cuidar la salud de la población.

Como la gravedad sanitaria de la provincia ya es inocultable, la estrategia del oficialismo ha virado de omitir hablar del tema a convertirse en su eje de campaña. Las vacunas pasaron a ser de lo único que habla el gobernador. Luego de la aprobación en la Legislatura de la compra de un millón de dosis de Sinopharm sin información de cuándo llegarían, por lo que significó más humo que otra cosa, ahora se le suma la escandalosa utilización de las vacunas en la campaña. Han explotado denuncias de que Morales guardó miles de dosis para acoplarlas al calendario electoral y que utiliza el plan de vacunación en volantes electorales callejeros.

Contrariamente a la política oficial, desde el Partido Obrero y el FIT-U no cambiamos en la campaña electoral. Proponemos e impulsamos la lucha por la vacunación de todos los trabajadores a través de la intervención de los laboratorios que la producen, incautando su producción. Con este planteo el Partido Obrero y el Polo obrero se movilizaron el martes y viernes al Palacio de Gobierno para exigirle a Morales que vacune a los esenciales de los comedores populares.

Es claro que la llegada de vacunas de las últimas semanas no va a alcanzar para frenar el efecto de la segunda ola, por lo que también es necesario tomar medidas para bajar la circulación. El récord de letalidad y de docentes fallecidos muestra que sostener todo abierto es una política criminal. Morales apela a la extorsión salud o trabajo, porque no quiere destinar los recursos necesarios para asistir económicamente a los miles de trabajadores informales y desocupados.

Crece el Frente de Izquierda como la única real oposición al régimen de hambre de Morales y el PJ

Pocas veces se han visto elecciones donde las dos listas con mayor presencia en los medios y poder económico no polemicen entre sí. Ni siquiera en la campaña electoral se resquebraja el pacto bipartidista de ajuste y negociados que sostienen la UCR de Morales y el PJ de Rivarola. A su vez el resto de las listas del PJ no pueden presentarse como alternativa, ya que están ligadas directamente al kirchnerismo y el gobierno nacional, el gran responsable del crecimiento de la miseria social en el país y la provincia a través de un ajuste de características brutales.

Es en este cuadro que crece el apoyo de un amplio sector de trabajadores a las listas del Frente de Izquierda. La independencia política frente a los gobiernos y el montar una campaña desde el campo de los trabajadores son vitales para la delimitación con las listas que representan los intereses patronales. A su vez nuestros planteos proponen una salida a la crisis despertando gran interés entre muchisimos trabajadores que en el último año sufrieron la pérdida del empleo, la caída del salario y las consecuencias de la carestía. También ha tomado un carácter protagónico la campaña del FIT-u entre los sectores más precarizados y desocupados.

Mientras Morales habla de una “revolución productiva” que por ahora solo representa un endeudamiento brutal, cada vez más familias trabajadoras se acercan a comedores y merenderos porque no llegan a fin de mes. Es por eso que una característica distintiva de la campaña electoral del FIT-U es la participación activa de los miles de compañeros del Polo Obrero a lo largo de la provincia. Los planteos de un seguro al desocupado de 40 mil pesos, la lucha por trabajo genuino, un plan de viviendas y obra pública para generar empleo calan hondo en las barriadas, a tal punto que en la última semana hubo miles movilizados por esos reclamos.  Las candidaturas de compañeros del Partido Obrero que militan y se organizan diariamente con los precarizados y desocupados de la provincia le dan un plus al Frente de Izquierda jujeño.

Estos 15 días serán fundamentales para llegar a miles de trabajadores que quizá todavía no estén convencidos, de discutirles que se vuelquen en masa a votar por una alternativa política de los trabajadores frente a las alternativas ajustadoras que vienen gobernando hace décadas. Para sumar más fuerza, en la última semana el Frente de Izquierda contará con la visita de Néstor Pitrola, dirigente nacional del Partido Obrero quien traerá todo su apoyo para estas elecciones.