Políticas

9/11/2023

Villarruel y Rossi cruzaron chicanas, para esconder que gobernarían contra el pueblo

Debatieron sobre derechos humanos, sionismo, seguridad nacional y el rol de las Fuerzas Armadas, economía y política energética.

Rossi y Villarruel en el debate de TN.

Este miércoles se llevó adelante el debate entre los candidatos a vicepresidentes de quienes se medirán en el balotaje el próximo 19 de noviembre. Agustín Rossi, de Unión por la Patria, y Victoria Villarruel, de La Libertad Avanza, debatieron sobre derechos humanos, sionismo, seguridad nacional y el rol de las Fuerzas Armadas, economía y política energética. En todos los casos hubo muchas chicanas y cruces pero ambos le ocultaron al pueblo trabajador lo que harían realmente en un eventual gobierno y la orientación para la cual quieren gobernar.

En el bloque Seguridad y Defensa, Rossi se jactó de haber equipado a las Fuerzas Armadas durante su gestión como ministro mediante una ley que fue impulsada por todos los bloques patronales y de haber dirigido el mayor despliegue militar luego de la guerra de Malvinas (durante la pandemia). A su vez habló de un plan en curso por abrir una nueva Agencia Federal de Seguridad y recomponer los ingresos de los militares y las fuerzas policiales, es decir lo que no hace el gobierno con el resto de los trabajadores, al contrario, interviene en los conflictos paritarios en detrimento de los reclamos obreros.

Victoria Villarruel se valió de los problemas de inseguridad que sufren los argentinos y los comparó con los cortes de calle y piquetes, y con la ocupación de tierras por parte de gente sin techo. A esto le contrapuso un nuevo reforzamiento represivo, el mismo del que se jacta Rossi: mayor equipamiento para las fuerzas de “seguridad” y mayores salarios. Cabe aclarar que esta política no resolvió los problemas de los vecinos, al contrario, los agravó. Queda claro que ninguno de los dos candidatos tiene intenciones de resolver la inseguridad que vive la población, donde el narcotráfico y el delito organizado domina las barriadas, al contrario, promueven una jerarquización de las mismas fuerzas que garantizan el accionar delictivo y viabilizan estos negocios espurios.

Otro tema candente dentro de este segmento fueron las Islas Malvinas. Rossi hizo alusión a la admiración que expresó Milei por Margaret Thatcher y se agarró de los dichos de Diana Mondino sobre “ir a dialogar con los isleños” para repudiarlo y afirmar que en Malvinas hay una usurpación de una potencia militar extranjera que es Gran Bretaña. Sin embargo, ninguno de los gobiernos que integró como ministro hizo algún reclamo por la recuperación de las islas, en la medida que se han subordinado a los intereses del imperialismo y la Otan a través, por ejemplo, del pago de la deuda externa.

Uno de los temas más candentes fue el genocidio que está perpetrando Israel sobre Palestina. Victoria Villarruel le preguntó a Rossi si está a favor del terrorismo “y especialmente del terrorismo del Hamas”. Rossi le contestó que Massa fue el único que fijó una posición respecto a que se declare al Hamas como una organización terrorista, valiéndose de la Ley Antiterrorista votada a expensas de Cristina Kirchner. Esto desnuda que ambos candidatos cierran filas con el sionismo que hoy está perpetrando un genocidio contra el pueblo palestino, defendiendo al Estado criminal de Israel.

En el cruce cara a cara, Rossi le preguntó a Villarruel: “¿Por qué quieren vender Vaca Muerta e YPF?”. Recordemos que el kirchnerismo se vanagloria de la falsa “estatización” de YPF como un acto de soberanía, mientras se le pagó una indemnización usuraria a Repsol y se acentuó la crisis energética y los tarifazos en las naftas. A su vez, esto viabilizó el acuerdo secreto con la yanqui Chevrón para la explotación de Vaca Muerta, donde le ofrecían ventajas económicas que no tenía ninguna otra empresa de la economía argentina, favoreciendo el saqueo de recursos. Cipayismo al palo. Es incluso lo que explotó Villarruel a su favor, basilando pero enrostrándole a Rossi que kirchnerismo dejó una deuda enorme que dieron lugar al litigo en los tribunales de Nueva York. Su planteo de una mayor apertura a las multinacionales y de liberar el precio de los combustibles es la profundización de la misma orientación que nos trajo hasta esta debacle.

El último bloque fue el de Justicia, Derechos Humanos y Transparencia. Allí Rossi comenzó reivindicando los juicios a la juntas que dio paso que absuelvan a todos los demás represores con las leyes de punto final y obediencia debida, y el indulto de Menem. Fue la democracia la pergeñó la impunidad. Contra esto, el pueblo en general y los organismos de derechos humanos, organizaciones de izquierda y víctimas y familiares de detenidos desaparecidos dieron una lucha heroica que presionó para anular los indultos y avanzar en los juicios (hechos a cuenta gotas) durante el gobierno kirchnerista.

Estos fueron tomados por el oficialismo como una supuesta “victoria democrática”, pero en realidad fue una reacción para eludir los pedidos de extradición de los genocidas por parte de la justicia de España para ser juzgados allí. Quedaría demostrado que lo del kirchnerismo por los derechos humanos era una pose cuando pusieran a Milani, un ex militar denunciado por delitos de lesa humanidad, al mando del ejército, con la segunda desaparición de Jorge Julio López en el marco del juicio al represor Etchecolatz, e incluso con la cooptación de organismos de derechos humanos.

La defensora de genocidas de La Libertad Avanza, arremetió contra los mapuches y sostuvo la teoría negacionista que caracterizó a su campaña: “hay víctimas de montoneros y el ERP que no tienen derechos humanos” y volvió a afirmar que “no fueron 30.000”, argumentando que lo dicen los propios informes del Estado. Sucede que el negacionismo de la dictadura militar ha sido una característica persistente en las fuerzas patronales a lo largo de todo el período democrático por un motivo de fondo: la democracia capitalista necesita de las fuerzas de seguridad como un instrumento de represión interna contra la clase obrera y los movimientos populares. Por eso, solamente la movilización extraordinaria del pueblo argentino logró meter presos a los genocidas de la dictadura.

En el cara a cara, Rossi le preguntó a Victoria Villarruel si quiere otorgarle la libertad a los genocidas considerando que se la ha visto en marchas que así lo exigían. La vicepresidenta de Milei intentó matizar su discurso reaccionario, pero sin grandes logros, puesto que contestó hablando de los represores que se encuentran en prisión preventiva a quienes “deberían garantizarles los derechos humanos”. A su vez, defendió a Juan Daniel Amelong, un militar que tiene cinco condenas por delitos de lesa humanidad. Esta teoría de “los dos demonios” se inscribió desde el propio Nunca Más y fue reavivada en forma reincidente por todos los gobiernos, es decir que Villarruel quiere profundizar una orientación que ha sido pavimentada por todos los distintos armados políticos en el poder.

En la contrapregunta, Victoria Villarruel increpó a Rossi por la inteligencia ilegal de la AFI a opositores, agencia de la cual este era director: “¿No te enteraste porque eras cómplice o incompetente?”. El ex ministro de Defensa negó que esto haya sido así pero no pudo dar mayores precisiones.

Todas estas chicanas y acusaciones mutuas en realidad esconden que ambos preparan una embestida contra las libertades democráticas y los derechos conquistados, al tiempo que traen bajo la manga un ajuste brutal sobre la población trabajadora y una profundización de la sangría del país. Los trabajadores tenemos que prepararnos para enfrentarlo.

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