El último informe oficial indica que este miércoles 26 hubo en 4.523 contagios, y 22 personas fallecidas a causa de la pandemia. Un nuevo récord que presiona a un sistema de salud saturado.

El crecimiento de la curva de contagios se realiza a lo largo y a lo ancho de la provincia. En la Capital se registraron 1.885 casos, y en el interior 2.599, distribuidos en 215 ciudades y pueblos.

En el interior hay brotes significativos, Laboulaye sumó 300 casos en una semana y en grandes ciudades, como en Villa María, se registraron ambulancias haciendo fila esperando que se desocupen camas para lxs pacientes que transportaban. Una imagen vale más que mil palabras.

Las restricciones detonaron protestas de comerciantes en varios puntos de la provincia. Un reclamo que combinó una pérdida de ingresos de una pequeña burguesía que busca ser explotado electoralmente por la oposición derechista. Por supuesto que este escenario ya viene siendo capitalizado por el gran capital que ya consiguió prerrogativas por parte del intendente de Córdoba capital.

En este punto hay que señalar que no hubo el más mínimo anuncio de asistencia para lxs trabajadores. Las ferias populares fueron cerradas con la policía. De modo que cuentapropistas y precarizadxs no tienen recursos para quedarse en casa.

Además, intendentes del interior de diferentes partidos patronales ya flexibilizaron las restricciones. Los mandatarios responden a ambos lados de “la grieta”, como se ve la misma es aprovechada electoralmente, porque en el fondo tienen el mismo programa y apuntan a defender el interés de la misma base social.

En ese sentido, el intendente de Capilla del Monte, Fabricio Díaz, ya habilitó la apertura de comercios no esenciales. En la misma línea ya flexibilizaron las restricciones en La Cumbre, Huerta Grande, La Falda y Jesús María. El intendente de Leones, Fabián Francioni, se refirió en una nota publicada por La Voz a una “reapertura brusca”.

“Muchas industrias y comercios grandes abrieron desafiando la cuarentena; la gente ya tiene una necesidad de seguir trabajando para cumplir con sus compromisos. Viendo la impotencia de no poder contener esa realidad, creo que todos los comercios, la industria y hasta la construcción va a estar trabajando”, reconoció Pedro Dellarosa intendente de Marcos Juárez a la citada fuente.

Los intendentes del interior provincial flexibilizan restricciones tardías y limitadas aun cuando saben que el sistema sanitario se encuentra en un cuadro crítico. Una realidad que en los departamentos de la provincia es más aguda.

Es claro que en este cuadro epidemiológico crítico una “reapertura brusca” no hará más que cargar aún más un sistema de salud sobrecargado. El reclamo de lxs trabajadores de la salud de aumentar el presupuesto del área; para incorporar más personal, terminando con el pluriempleo, un salario básico de $70.000 resulta elemental para reforzar la primera línea.

En este escenario el gobierno provincial improvisó una “reorganización del sistema de salud”, por 4 semanas, y el traslado compulsivo de médicos precarizadxs, que un paro inmediato lo obligó a recular. Lejos de responder reclamos residentes, que son un pilar del sistema de salud, se los sobrecarga con tareas por un salario por debajo de la línea de pobreza.

El Partido Obrero en el Frente de Izquierda apoya todos los reclamos mencionados en un manifiesto a la población trabajadora, en el que también propone la centralización del sistema de salud, y un planteo para garantizar la inoculación de la población. Solo lxs trabajadores pueden darle una salida a la crisis.