Salud

15/4/2021

discurso presidencial

Fernández insulta al personal de salud: no estamos relajados

Estamos exhaustos, precarizados y mal pagos.

Tribuna de Salud

El presidente Alberto Fernández dedicó un único párrafo al sistema de salud en sus anuncios del miércoles por la noche. ¿Aumento presupuestario de emergencia? ¿Incorporación masiva de personal? ¿Reconocimiento salarial a nuestro esfuerzo? Nada de eso.

El primer mandatario afirmó muy suelto de cuerpo que “el sistema de salud también se relajó”. Quienes vimos el anuncio desde nuestras casas o nuestra enésima hora de guardia no podíamos salir del asombro y la indignación. ¿Relajados? ¿Sabe el presidente cómo trabajamos desde hace más de un año? ¿Tendrá idea de que la presión sobre nuestros cuerpos y mentes no tiene precedentes históricos? ¿Habrá oído sobre las jornadas imposibles, los contagios, los dos trabajos para llegar a fin de mes, el temor por nuestras familias, los compañeros y compañeras muertos, la incertidumbre por la continuidad laboral?

Su afirmación solo expresa ignorancia y desprecio por nuestra labor.

No es casualidad: en este larguísimo año, en vez de subirnos el sueldo, nos lo rebajaron. Por eso hay una huelga general de esenciales autoconvocadxs en Neuquén, que tuvieron el sueldo congelado más de un año y ahora reciben del Estado un mísero 15%.

¿Señor presidente, no habría que satisfacer estas demandas?

Muy por el contrario, el gobierno provincial amenaza y extorsiona con aval nacional.

Los alcahuetes del gobierno seguro dirán que “Alberto se expresó mal, quería referirse a que empezaron a tratarse otras patologías en vez de Covid”. ¡Y claro que debían atenderse! ¿O vamos a suspender la atención sanitaria general mientras dure la pandemia? Pero para que eso sea posible, es necesario fortalecer el sistema de salud y no debilitarlo, como se hizo con el recorte presupuestario de este año. Para evitar el colapso, hay que ampliar la capacidad de atención y no restringirla, como ocurre con las diez clínicas cerradas sin que el gobierno haga nada -por ejemplo, la San Andrés de Caseros, ocupada por sus trabajadores y lista para tener 12 UTI, 1 tomógrafo y 90 camas comunes-. Si hubieran centralizado el sistema de salud, otro sería el cantar y la disponibilidad de recursos.

Lo mismo vale para el plan de vacunación: se cayeron una por una las promesas del gobierno. Claro que la falta de vacunas es un problema serio e internacional, pero precisamente por la magnitud requiere medidas de fondo. Es inaceptable que sigan respetándose las patentes que garantizan los negocios de un puñado de laboratorios mientras colapsan las terapias. Es inaceptable, también, que Hugo Sigman haga negocios exportando lo que produce en Garín, sin que el gobierno intervenga y distribuya esas dosis.

Lxs trabajadorxs de la salud estamos hartos del desprecio de los funcionarios. Estamos hartos de que los sindicalistas burócratas que deberían defendernos, desde ATSA hasta ATE pasando por UPCN, estén a los abrazos con el presidente que nos insulta.

La salida es pasar del hartazgo a la lucha, como están haciendo en Neuquén, con gran apoyo de la comunidad. Impulsemos asambleas, autoconvocatorias y la unidad con internas y sindicatos recuperados. Vamos por:

Reapertura de la paritaria ya: salario inicial equivalente a la canasta familiar

Bono de emergencia de 20 mil mensuales

Ningún esencial sin vacunar

Pase a planta de contratos y tercerizadas