El día de ayer se conoció la triste noticia de un nuevo fallecimiento en el personal de salud por causa del coronavirus. Mientras denunciabamos el deceso de Edgar Munguía López del Hospital El Cruce, trascendía en La Plata la muerte de Walter Chillón, de 47 años, enfermero de la Unidad de Pronta Atención N° 6, ubicada en la localidad de Los Hornos, que se encontraba internado por esta enfermedad desde hace ya dos meses, en el Hospital San Juan de Dios.

Ya son tres las pérdidas de enfermeros en la región, sumándose a las de Álvaro Villanueva, quien trabajaba en las clínicas privadas Mater Dei y la ex Vaccarini, y Jaime Antonio Gil Yovera del Hospital de Niños. En el Gran La Plata los contagios han alcanzado a 2.500 trabajadorxs de la salud, en un cuadro de colapso del sistema sanitario alarmante donde se acumulan 21.260 contagios y 672 fallecidos, según los informes oficiales que no vienen siendo actualizados acorde a la realidad. Claro está que al intendente cambista Julio Garro no parece preocuparle demasiado ya que ha habilitado todo tipo de actividades.

A su vez, los fallecimientos en el personal de salud en la provincia se estiman entre 150 y 170, según informes del Ministerio de Salud bonaerense y Cicop (gremio de médicos). El sector de enfermería es uno de los más golpeados, siendo sometido a una sobrecarga laboral extraordinaria, que existía previo a la pandemia por los salarios de pobreza, y que ahora se recrudece por la falta de personal y ocupación al 100% de los centros de salud. Hoy no tienen permiso de licencias y se encuentran trabajando al límite y conviviendo con la muerte cotidiana, lo que les provoca cuadros de depresión, ansiedad, angustia y estrés.

Esta situación es absoluta responsabilidad del gobierno provincial que mantiene los hospitales vaciados de recursos y equipamiento, mientras continúa entregándose cada vez más a los bonistas. El desprecio del gobernador Axel Kicillof con las y los enfermeros es tan grande que les ofreció un miserable aumento salarial del 14% en 3 cuotas cuando la inflación supera el 40%. Paradójicamente, el viceministro Nicolás Kreplak tiene la caradurez de enviar las condolencias a los familiares de Walter, llamando a que “tenemos que seguir cuidándonos”.

Mientras los sindicatos (ATE, Cicop, SSP) pretenden entregarse a la paritaria miserable del gobierno, que cuesta la vida de lxs trabajadorxs de la salud, avanza la organización de las y los enfermerxs que no soportan una sola muerte más entre sus compañerxs. Desde Tribuna de Salud llamamos a participar masivamente de la nueva autoconvocatoria el 21 de octubre para poner en la calle todos los reclamos en defensa del hospital pública y del trabajo y la vida de sus trabajadores y sus pacientes.

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