Los datos oficiales dan cuenta de que, con 32 muertes a nivel nacional por dengue, el país rompe el récord histórico. La cantidad de casos asciende a 41.257 y se espera un nuevo informe para este viernes con el número de infectados. En lo que refiere a fiebre chikungunya, se registraron hasta el momento 1.092 casos.

La epidemia, según especialistas, podría extenderse hasta fines de mayo. El otoño y sus oscilaciones térmicas son aliadas del mosquito, lo que vaticina que el impacto de la enfermedad sobre la población podría acrecentarse, sobre todo en los sectores más vulnerados, que son los que cuentan con menores condiciones sanitarias y más dificultades económicas presentan para adquirir repelentes, un producto tan necesario como caro.

La falta de recolección de residuos, que provoca la acumulación de recipientes en desuso, el agravamiento de la situación de los basurales y la ausencia de operativos de descacharreo por parte del gobierno, agrava esta situación. A su vez, la falta de acceso a servicios básicos como el agua potable obliga a que muchas personas acumulen agua en recipientes, lo que es el caldo de cultivo para el desarrollo del dengue.

La ministra de Salud, Carla Vizzotti, afirmó en las últimas horas que el brote de dengue “encuentra un sistema de salud fortalecido luego de atravesar una pandemia”. Sin embargo, instituciones sanitarias denuncian subregistros de casos y ni siquiera hay registros de cuántos internados hay por la enfermedad. Algunas provincias ya han llegado al colapso sanitario, como es el caso de Tucumán y Jujuy.

En Salta, el Polo Obrero movilizó pidiendo medidas urgentes para combatir y protegerse del dengue. Denunciaron que en varias ciudades y localidades los están hospitales colapsados y no dan abasto para atender a los enfermos, por lo que son tratados de manera ambulatoria, aunque necesitan internación. Ya fallecieron 6 personas. Incluso algunos comedores están parados porque los compañeros que cocinan están enfermos. El jueves en Jujuy, el Polo Obrero estará llevando adelante una movilización a los diferentes municipios con todos los mismos reclamos.

Mientras tanto, el ajuste contra la salud pública se viene profundizando mediante la licuación de su presupuesto a través de la inflación y el recorte del gasto público para pagarle al FMI. Al mismo tiempo el cambio climático generado por la depredación ambiental, que el gobierno favorece con políticas prosojeras y cajoneando la Ley de Humedales, fomentan que el dengue continúe proliferando. “El cambio climático que genera el calentamiento global es justamente una distribución de eventos extremos, ya sea frías o altas temperaturas, sequías o inundaciones o altas precipitaciones. Aunque son situaciones inestables, se observa que hay regiones que se vuelven más templadas, las cuales se vuelven o más secas o más lluviosas” (Infobae, 12/3)

En CABA, Mataderos es el barrio capital del dengue, allí se concentra el 17% de los casos. El gobierno de la Ciudad, en línea con el recorte del gasto público, no garantiza fumigaciones periódicas ni destina recursos a eliminar el agua estancada, como es el caso de propiedades y terrenos abandonados a los que los vecinos no pueden acceder.

El gobierno del Frente de Todos y Juntos por el Cambio son responsables de esta situación. El presupuesto de Salud debe ser duplicado y estar bajo control de los trabajadores, el Estado tiene que entregar repelentes y briquetas de larvicidas de forma gratuita a la población, garantizar la provisión de agua potable en todos los barrios, avanzar en el desmalezamiento y descacharreo total de las ciudades, pueblos y barriadas, e implementar un plan de saneamiento ambiental.